Castilla-La Mancha cierra abril con 352 millones de déficit, el 0,58% del PIB
Castilla-La Mancha ha cerrado abril con un déficit de 352 millones de euros, que equivalen al 0,58 % de su Producto Interior Bruto (PIB), un dato que mejora al registrado hasta el mismo mes del año pasado, cuando la región acumuló 358 millones de déficit, que eran el 0,62 % del PIB.
En su conjunto, el déficit de las Administraciones Públicas (a falta de las corporaciones locales) creció hasta abril un 5,7 %, hasta 5.523 millones de euros que equivalen al 0,33 % del PIB, la misma ratio que hace un año, según los últimos datos publicados este lunes por el Ministerio de Hacienda.
El gasto derivado de la dana de Valencia de noviembre de 2024 suma 2.835 millones, equivalentes al 0,17 % del PIB, sin los que el déficit público se situaría en 2.688 millones (0,16 % del PIB), un resultado un 48,6 % menor al del primer cuatrimestre del año anterior.
El ministerio ha publicado asimismo la ejecución presupuestaria completa del primer trimestre, una vez sumada la administración local, periodo en el que el déficit se redujo un 12,3 %, hasta 4.719 millones equivalentes al 0,28 % del PIB, en los que se contabilizan los 166 millones de superávit logrado por los ayuntamientos.
El déficit acumulado por la administración central hasta abril fue de 1.361 millones (0,08 % del PIB), frente al superávit de 2.520 millones de un año antes.
Las comunidades autónomas redujeron su déficit un 3,9 %, hasta 7.384 millones (0,44 % del PIB), consecuencia de unos gastos de 80.310 millones menos unos ingresos de 72.926 millones.
Las transferencias recibidas del Estado por el sistema de financiación autonómica crecieron un 2 %, hasta 28.807 millones.
Todas las comunidades cerraron en déficit, salvo Navarra y País Vasco, que registraron superávits del 0,73 % y el 0,43 % de sus respectivos PIB.
Los mayores déficit los registraron Baleares (1,21 % de su PIB) y Extremadura (1,09 %), en tanto que el menor fue para Asturias (0,07 %).
Los fondos de la Seguridad Social cerraron el periodo con un superávit de 3.222 millones, equivalentes al 0,19 % del PIB, gracias al crecimiento del 10,7 % de los ingresos, entre ellos el aumento del 6,6 % de las cotizaciones sociales, y al aumento del 3,7 % del superávit del servicio público de empleo estatal (SEPE).
