El motivo que ha llevado a Marta Peñata a la TV tras perder el hijo que esperaba

Según recoge Lecturas, "esta vez me vengo a ayudar a mí misma”, decía Marta Peñate al sentarse en ‘De viernes’. “Yo lo siento. Si esto puede ayudar a alguien más, ojalá, pero hoy vengo a ayudarme a mí misma porque yo esto lo he hecho público y a veces me pregunto si fue un error”.

Marta y Toni Spina habían conseguido su sueño de que la primera se quedara embarazada, tras varios intentos infructuosos anteriores; pero este se hizo añicos cuando, tras un leve manchado el pasado martes, a la experta en realities se le comunicó que el bebé que llevaba dentro no mostraba latido. Tras esas palabras, ella se quedó inmóvil. 

“Cuando me dijeron que no había latido no te puedo describir la sensación de destrozo que sentí por dentro. Se me partió el alma. No me podía mover. Cuando miré a mi novio no sabía ni como reaccionar. Me sacó a rastras. No me podía mover”. 

A Marta le horroriza pensar que con su historia pueda generar pena. Es lo último que quiere. Y, por ello, asegura que ahora lidia con la vergüenza. “No quiero que la gente siente pena por mí. Estoy mal, pero yo soy una guerrera. A mí esto no me va a matar. Yo esto lo voy a superar. Lo he dicho mil veces, ‘sí, quiero tener un hijo. es mi ilusión’; pero, si no lo tengo, tampoco va a destruir mi relación. Yo solo soy infeliz cuando estoy con este tratamiento, yo, en mi vida normal, soy muy feliz con mi pareja. yo no tengo ningún problema. yo soy una mujer feliz. Pero cada vez que empiezo este tratamiento me viene ansiedad, nervios, malestares… y yo pienso, ‘Marta, te compensa pasar todo esto y acabar con tu felicidad’. Hay veces que pienso que no me compensa”.

 ¿Por qué han decido tomar la decisión de contarlo?

Al sentarse en plató, una decisión que podía ser cuestionada, han querido zanjar, para siempre, con el tema. “Ahora lo que nos apetece es evadirnos. Irnos de viaje, apagar móviles y no saber nada”, empezaba explicando Toni Spina. “Agradecemos el espacio que se nos ha dedicado, porque queremos contarlo y, además, Marta trabaja en la tele, es que le van a preguntar, en cambio, hablándolo ahora todo está zanjado y más adelante no tener que hablar más de este tema”. 

Pero esto a ella le supone, en parte una doble presión. Por un lado lidiar con el duelo y, por otro, la presión de comunicarlo. “Sé que con mi testimonio he ayudado a mucha gente, lo tengo clarísimo, pero para mí esto ha sido un error, porque yo estos días he vivido una mierda. Me he comido una cosa horrorosa que no le deseo a nadie y lo peor no es que yo tenga que estar viviendo todo esto, es que, al haberlo hecho público, me veo en la obligación de contarlo públicamente, de decirlo y se suma a la presión que yo tengo, la presión por hacerlo público. Es mi culpa porque yo lo he decidido”.

La cabeza de Peñate ahora mismo es un maremoto de ideas y de sentimientos contradictorios, también muchos promovidos por la revolución hormonal que atraviesa. Entre estas emociones dolorosas, la culpa. 

Marta se ha culpabilizado y ha lanzado una petición

“Esto que voy a decir va a sonar mal. Me he culpabilizado de cosas. La gente me decía que no lo contara porque se podía gafar, la negatividad, las energías… y yo siempre he pensado que eso es absurdo; pero luego dices y si no lo hubiera contado, no me habría llegado esa energía negativa, y si no lo hubiera dicho ahora no tendría que dar explicaciones; llevaría mi duelo yo sola y ya lo compartiría cuando lo tuviera que contar”.

Ahora mismo, a Marta le aterra ser tratada con condescendencia. “No quiero que Toni me mire con pena”, decía en un momento de la entrevista; “yo te miro con admiración”, le contestaba su chico. Lo cierto es que la pareja está muy unida y temen que tantos desengaños les pase factura. Para ellos, su unión es lo más importante y está encima de todo. “Me habría gustado ser padre joven, con 22 o 23 años, pero la vida y las prioridades cambian, y ahora mi mayor prioridad es que tú seas feliz”, le confesaba el de raíces italianas. 

La colaboradora Patricia Pérez, que aseguró haber vivido algo parecido, les recomendó a Marta que “valorara que tiene al lado a una pareja que la acompaña y que te comprende”, y que se centraran en ellos mismos. 

Marta solo ha hecho una última petición: "si me veis por la calle, y sé que lo vais a hacer con la mejor intención, no me digáis 'lo siento'; porque yo ya sé que la gente lo siente, pero no quiero que me lo recuerden".