El verdadero motivo del despido de la secretaria de Letizia causa pavor en Zarzuela

La versión oficial dista mucho de lo que se habla en Palacio y que habría provocado la ruptura prematura entre la Reina y quien ha sido su mano derecha
El verdadero motivo del despido de la secretaria de Letizia causa pavor en Zarzuela
El verdadero motivo del despido de la secretaria de Letizia causa pavor en Zarzuela

Según recoge EsDiario, la salida de María Dolores Ocaña de la Casa del Rey ha caído como una piedra en el estanque sereno —aparentemente— de Zarzuela. Jefa de la Secretaría de la Reina Letizia desde abril de 2024, su marcha, anunciada para finales de julio, ha sido comunicada como una decisión personal. Motivos familiares y sobrevenidos, dicen fuentes oficiales. Pero en Palacio no todos se lo creen.

Según ha podido saber ESdiario de fuentes con acceso habitual a la vida interna de Zarzuela, la ruptura entre Doña Letizia y su mano derecha ha sido todo menos sencilla. De hecho, se habla de un choque profundo de criterios, de diferencias de fondo que habrían hecho insostenible la relación profesional entre ambas.

Desde la Casa del Rey insisten: no hay polémica, solo un cambio motivado por circunstancias personales. Ocaña, abogada del Estado con una sólida trayectoria en la Administración —pasó por el Ministerio de Agricultura en el primer gobierno de Pedro Sánchez como subsecretaria—, volverá a su plaza original. Y durante las próximas semanas ayudará a coordinar el relevo de quien será su sucesor o sucesora al frente de la Secretaría de la Reina.

Se ha destacado, con lógica institucional, su perfil técnico, su obsesión por la pulcritud en el trabajo, su discreción. También se recuerda cómo conectó con Doña Letizia en 2019, en un acto celebrado en Valencia sobre alimentación sostenible. Allí nació, dicen, la química que cinco años después desembocaría en su fichaje como mujer de máxima confianza en Palacio.

Lo que no se dice… pero se murmura

Sin embargo, más allá del comunicado edulcorado, en los pasillos de Zarzuela la atmósfera es otra. Las fuentes consultadas por ESdiario aseguran que Ocaña no compartía ciertas decisiones y comportamientos recientes de la Reina. No se trata de cuestiones menores: el desacuerdo, aseguran, alcanza a asuntos de fondo, incluso de estilo de vida.

Algunos hablan de una Reina Letizia cada vez más autosuficiente y con modos de gestión que habrían incomodado a Ocaña, funcionaria disciplinada, celosa del rigor institucional y poco amiga de la improvisación o de los gestos personalistas. La distancia, dicen, fue creciendo en los últimos meses, y aunque no hubo una ruptura pública, la relación se enfrió hasta volverse imposible.

Si a esto se le suma el carácter fuerte de la Reina, perfeccionista y exigente hasta la médula, el cóctel estaba servido. Y lo que empezó como una relación de complicidad, ha terminado antes de cumplir el primer año con un “adiós pactado” que no convence a nadie dentro de La Zarzuela.

La Reina, en busca de otra aliada

Ahora, Letizia debe buscar una nueva mano derecha. No es una elección menor. La jefatura de la Secretaría no solo implica la coordinación de su agenda y actos institucionales, sino también el control más sensible: la seguridad personal y el funcionamiento interno del equipo que la rodea.

Fuentes internas aseguran que la Reina ya está evaluando varios nombres, con el apoyo aún —por ahora— de la propia María Dolores Ocaña. Aunque el clima no parece el más propicio, la operación salida debe ejecutarse con elegancia, sin que se note el roce.

La Reina Letizia ha perdido a una pieza clave en su engranaje personal. Y lo ha hecho en silencio, pero con ruido de fondo. Ese que en Zarzuela nadie reconoce, pero todos escuchan.

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