Felipe González sobre un adelanto electoral: "De acuerdo con Page, no con Feijóo"

El expresidente del Gobierno, Felipe González, se ha mostrado a favor de pedir un adelanto de las elecciones generales pero solo si lo pide el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y no el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo.
González ha hecho estas declaraciones al finalizar un acto en Toledo con motivo de los 40 años de España y Portugal en la Unión Europea junto a García-Page y el exprimer ministro de Portugal Aníbal Cavaco Silva.
Entre una nube de periodistas y cámaras, Felipe González ha sido interpelado sobre qué le parece que se adelanten las elecciones y si está de acuerdo con la petición que ha hecho Núñez Feijóo y también García-Page. "Si lo ha pedido él, entonces estoy de acuerdo con Page, pero no con Feijóo", ha respondido el expresidente socialista.
Sobre qué le parece la situación del Gobierno de España, Felipe González en tono irónico ha replicado: "¿Cuál gobierno?", admitiendo a la periodista que creía que se refería al gobierno de Page.
También ha sido preguntado por el lema del PP 'Mafia o democracia'. González ha reconocido que "no le gusta" porque "es una simplificación".
LA UE DEBE "HACERSE CARGO DE SÍ MISMA"
El expresidente del Gobierno ha afirmado este miércoles que la Unión Europea debe "hacerse cargo de sí misma" para dar un nuevo avance a la construcción europea ante la geopolítica actual porque, de lo contrario, lo pasará "muy mal".
Así lo ha indicado durante el evento 'Un camino compartido: 40 años de España y Portugal en la Unión Europea', promovido en Toledo por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, la Fundación Felipe González y el Real Instituto Elcano, en el que también ha participado el expresidente de Portugal, Aníbal Cavaco Silva.
"Europa tiene que llegar a hacerse cargo de sí misma ahora porque si queda en manos de la geopolítica que estamos viviendo, que es una verdadera locura y un disparate, lo pasaremos muy mal", ha argumentado González.
Bajo su punto de vista, en la UE debe haber una nueva política "de mayor grado de integración y de autorresponsabilidad europea", al tiempo que ha defendido también una nueva política de defensa y de seguridad.
En este punto, ha criticado a aquellos que dicen que la mejor política en defensa es no gastar nada en defensa. "Nosotros vamos a declararle la paz al mundo y quien no nos crea que se joda; que nos ataque, que no nos vamos a defender. Ese debate es ridículo cuando no es malvado", ha dicho, para mostrar su apoyo al incremento del gasto en defensa en España.
Eso sí, el expresidente del Gobierno ha afirmado que le gustaría saber de qué partida presupuestaria sale ese incremento del gasto en defensa en España "por pura responsabilidad", pese a que se considere una crítica. "Hay dinero, pero yo no sé en qué partida presupuestaria está, y eso se considera una crítica", ha dicho.
REGRESIÓN EN LA CONVERGENCIA
Durante el coloquio, González ha disertado también sobre la regresión en la convergencia de la UE que se produjo en la crisis que azotó el mundo a principios del siglo XXI, para defender este hecho aunque le "moleste a mucha gente". "Es un dato de la realidad y no habría que molestarse", ha señalado.
En este punto, ha indicado que la reacción europea a la crisis del 2008 fue exactamente la contraria a la de la administración americana con una política "austericida que ya venía impuesta por una circunstancia crítica", ha dicho, para contraponerlo a la acción de la UE con las consecuencias de la pandemia.
"Por tanto, estamos pagando una política, a mi juicio, errónea, por lo menos a partir de ese momento", ha manifestado, para abogar por recuperar convergencias "porque nuestro afán de redistribuir el excedente nos obliga a ello".
LA UE HA CAMBIADO
Echando la vista atrás, ha indicado que en la UE han cambiado "algunas cosas" que no le gustan. "Ahora vamos a Bruselas a plantear problemas como la nueva Roma a la que llegan los súbditos del imperio para decir que le está molestando el cacique de turno", ha dicho.
"Yo nunca he ido a Bruselas a plantear un problema hispano-español. Y cada vez que vamos a plantear un problema hispano-español nos va mal", ha dicho, para referirse seguidamente a que España acudiese a Europa para "arreglar el problema" del Consejo General del Poder Judicial.
Así, ha lamentado que el comisario europeo de Justicia quisiera imponer a España "un modelo que él, personalmente, no tenía para su conducta". "Y nosotros estábamos entregados a ese tipo porque no éramos capaces de ponernos de acuerdo nosotros aquí", ha añadido.
González también ha rememorado cómo vivió la entrada de España en la UE para afirmar que la sensación no fue la de haber llegado a un puerto sino de la de "haber conquistado un objetivo". "Para mí era más un punto de partida que un punto de llegada", ha apuntado.
"Habíamos logrado abrir la puerta detrás de la que esperábamos a que se pusieran de acuerdo los diez países de la Unión Europea. Y queríamos darle una patada a la puerta, en el mejor sentido de la palabra, y estar sentados allí", ha argumentado.
UN PASO "VERDADERAMENTE HISTÓRICO" PARA PORTUGAL
De su lado, el expresidente de Portugal también ha compartido sus pareceres sobre la entrada de su país en la UE para señalar que la adhesión fue un paso "verdaderamente histórico". "Fue vista como una contribución decisiva para consolidar la democracia, la economía y encontrar nuevas oportunidades".
No obstante, ha indicado que si para España y Portugal hubo un gran beneficio en entrar en la Unión Europea, la Comunidad Económica Europea también sacó "mucho beneficio" con la llegada de Portugal y España al ser "dos países con un conocimiento muy profundo de África o América Latina".
"A través de la adhesión de Portugal y de España, la Comunidad Económica Europea alcanza una nueva proyección externa para estas zonas", ha abundado, para rememorar que ambos países tuvieron "muchísima suerte" de contar con un presidente de la Comisión Europea como Jacques Delors, que ha definido como "un gran defensor de la cohesión económica y social".
También ha desvelado que si el apoyo de Delors fue importante, no lo fue menos el de Felipe González, al ser el líder del país de mayor tamaño. "Con todo el apoyo de Portugal y de otros países se consiguieron grandes victorias", ha manifestado.
