Castilla-La Mancha cuenta con 38 zonas de baño autorizadas esta temporada

Para proteger la salud de las personas usuarias de estos espacios, la Consejería de Sanidad lleva a cabo el Programa Regional de Vigilancia Sanitaria de las Aguas de Uso Recreativo: Zonas de baño.
Castilla-La Mancha cuenta con 38 zonas de baño autorizadas esta temporada. En la imagen las Chorreras del Cabriel en Enguídanos (Cuenca)
Castilla-La Mancha cuenta con 38 zonas de baño autorizadas esta temporada. En la imagen las Chorreras del Cabriel en Enguídanos (Cuenca)

Coincidiendo con la apertura de la nueva temporada, Castilla-La Mancha cuenta con un total de 38 zonas oficiales de baño de interior, de las cuales 37 estarán activas, correspondientes a 24 municipios e integradas en las demarcaciones hidrográficas del Júcar, Tajo, Guadiana y Guadalquivir.

Se ofrece así la oportunidad de disfrutar en época estival de espacios habilitados y controlados en plena naturaleza en la Comunidad Autónoma, conocidos por su gran encanto y belleza, según ha informado la Junta en nota de prensa.

Por provincias, en Albacete se controlan ocho zonas de baño, de las cuales siete corresponden a las lagunas del municipio de Ossa de Montiel (Lagunas de la Colgada, la Redondilla, la Salvadora, la Tomilla, la de Santo Morcillo y las dos de San Pedra), del Parque de las Lagunas de Ruidera y una en el río Júcar en el municipio de Alcalá del Júcar.

En Ciudad Real se vigilan diez zonas de baño en total, encontrándose seis en el río Bullaque (tres corresponden al municipio de Piedrabuena, dos al municipio El Robledo y una al de Porzuna); una en el Pantano de Carboneras, en el municipio de Brazatortas, y tres zonas de baño en Ruidera, dentro del Parque Natural de Las Lagunas de Ruidera (Lagunas del Rey, Entrelagos y la Morenilla).

En la provincia de Cuenca se supervisan ocho zonas de baño, el Embalse de Buendía, con dos zonas de baño (ambas en Buendía); el río Guadiela (Albendea); la Laguna del Tobar (Beteta); el río Escabas (Cañamares); el Embalse de la Toba (Cuenca); el río Cuervo (Santa María del Val) y el río Júcar (Cuenca).

En Guadalajara se agrupan un total de ocho zonas de aguas de baño, dos en el río Tajo (Trillo y Zaorejas); tres en el Embalse de Entrepeñas (Alocén, Durón y Pareja); una en el Embalse de Alcorlo (La Toba), una en el Embalse de Pálmaces de Jadraque y una en el embalse de Bolarque (Almonacid de Zorita).

La provincia de Toledo cuenta con cuatro zonas de baño, tres en las Lagunas de Villafranca de los Caballeros y una en el Embalse de Cazalegas en Talavera.

VIGILANCIA

Para proteger la salud de las personas usuarias de las zonas de baño, la Consejería de Sanidad, a través de la Dirección General de Salud Pública, lleva a cabo el Programa Regional de Vigilancia Sanitaria de las Aguas de Uso Recreativo, desarrollado por las secciones responsables de Salud Ambiental y los Distritos de Salud.

Este programa permite el control de la calidad de las aguas, las instalaciones y sus entornos. La vigilancia de estos espacios está basada fundamentalmente en la inspección ocular de la playa y el agua, así como la toma de muestras del agua de las zonas de baño para comprobar su calidad. A partir de estos datos, la Consejería de Sanidad emite informes sobre la aptitud de baño de las aguas, con una periodicidad quincenal hasta que finalice la temporada de baño, el 30 de septiembre.

Entre los análisis de las aguas de baño, se determinan, en la red de Laboratorios de Salud Pública, todos los parámetros microbiológicos exigidos por la normativa vigente. Además, se vigilan otros parámetros biológicos como cianobacterias y microcistinas que se investigan en las Secciones de Salud Ambiental y Microbiología Clínica y Ambiental del Instituto de Ciencias de la Salud de Talavera de la Reina.

Para conocer el estado de estos espacios puede acceder al sistema nacional de información sanitaria 'NÁYADE' (http://nayadeciudadano.sanidad.gob.es/) y de la página web Sanidad Castilla-La Mancha (https://sanidad.castillalamancha.es/ciudadanos/zonas-de-agua...).

RECOMENDACIONES

Desde la Consejería de Sanidad se recomienda a la ciudadanía respetar la señalización existente, así como cuantas indicaciones de advertencia, avisos y peligros que se encuentren instaladas en estos parajes.

Es fundamental tener en cuenta la profundidad de las zonas de baño, que puede variar de un día a otro. Además, es importante no olvidar que las características y dinámica fluvial de estos espacios naturales pueden provocar que el fondo a veces sea inestable o que se creen surcos o pozas de profundidad y comportamiento desconocido.

La Consejería recuerda que los ayuntamientos son los encargados de mantener las condiciones de limpieza y salubridad de las playas de las zonas de baño, colocar carteles informativos con las características, infraestructuras y medidas de seguridad, así como vigilar los posibles puntos de vertido cercano para evitar riesgos y adoptar las medidas de gestión que le requieran las administraciones de salud ambiental.

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