Kiko Hernández tirado en la calle mientras hablan de irregularidades en su local

El cierre del local nocturno que Kiko Hernández y su marido gestionan en Melilla ha derivado en una protesta extrema, con huelga de hambre, hospitalización y un cruce de acusaciones con el Gobierno local, que sostiene que el negocio acumulaba irregularidades administrativas desde hace más de un año.
En las imágenes Kiko Hernández y su marido Fran Antón tirados y encadenados a las puertas de su local en Melilla
En las imágenes Kiko Hernández y su marido Fran Antón tirados y encadenados a las puertas de su local en Melilla

La clausura del establecimiento “El Cielo”, en Melilla, ha colocado a Kiko Hernández en el centro de una fuerte polémica que combina conflicto administrativo, exposición mediática y una protesta personal que ha ido escalando en intensidad. El colaborador televisivo ha llegado a permanecer tirado en la calle junto a su marido, Fran Antón, como parte de una protesta que culminó en una huelga de hambre y su posterior hospitalización por un cuadro de deshidratación y bajadas de azúcar.

El cierre se produjo tras una actuación de la Policía Local, que ordenó la clausura cautelar del negocio por supuestas deficiencias en su situación administrativa. Desde ese momento, Hernández y Antón han sostenido públicamente que el local contaba con los permisos necesarios y que la actuación fue “desproporcionada e injusta”, denunciando además un trato discriminatorio y una presión constante por parte de la administración.

Como respuesta, Fran Antón se encadenó a las puertas del local, mientras Hernández decidió sumarse a la protesta iniciando una huelga de hambre. Ambos expusieron su situación en redes sociales y en distintos programas de televisión, donde afirmaron que no abandonarían la protesta hasta obtener una solución. El deterioro físico de Hernández obligó finalmente a su traslado a un centro hospitalario, donde recibió atención médica tras varios días sin ingerir alimentos ni líquidos.

La versión del Gobierno de Melilla

Frente a las acusaciones del matrimonio, el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Melilla ha defendido la legalidad de la clausura. Según la administración, el local carecía de licencia de apertura en vigor desde hacía más de un año, al haber permanecido cerrado durante un periodo prolongado que, conforme a la normativa, provoca la caducidad automática de la autorización. Además, sostiene que se habían realizado obras y actividades sin la correspondiente regularización y que existían requerimientos previos que no fueron atendidos.

Desde el Ejecutivo local se insiste en que no existe ninguna persecución personal ni política, y que el procedimiento seguido con “El Cielo” es el mismo que se aplica a cualquier otro establecimiento en situación irregular. En este sentido, subrayan que la reapertura del local solo sería posible una vez se subsanen las deficiencias detectadas y se obtenga una nueva licencia conforme a la ley.

Denuncias de amenazas y clima de tensión

La controversia ha ido más allá del ámbito administrativo. Kiko Hernández ha asegurado haber recibido mensajes amenazantes, algunos de ellos con un tono violento y homófobo, que ha vinculado a personas influyentes de la ciudad. El colaborador ha afirmado que pondrá estos hechos en conocimiento de la Policía y ha reconocido públicamente el miedo por la seguridad de su familia.

Estas declaraciones han provocado una oleada de apoyo desde el mundo televisivo, donde compañeros y amigos han mostrado su preocupación y le han recomendado incluso abandonar temporalmente Melilla. Hernández, por su parte, ha reiterado que no se considera culpable de ninguna irregularidad y que su protesta busca visibilizar lo que califica como una “injusticia administrativa” con consecuencias personales y económicas graves.

Un conflicto aún sin resolver

Mientras continúa el cruce de versiones, el caso permanece abierto y sin una solución inmediata. El enfrentamiento entre el relato de los propietarios del local y la posición oficial del Gobierno de Melilla mantiene la polémica viva, con un fuerte impacto mediático y social. Entre tanto, la situación de Hernández, expuesto públicamente y con problemas de salud derivados de la protesta, se ha convertido en uno de los episodios más comentados de la crónica social de los últimos días.

Aquí el último comunicado de Kiko Hernández tras las acusaciones:

Comunicado de Kiko Hernández tras el cierro de su negocio, El Cielo, en Melilla

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