Tres años de las fotos del escándalo: Letizia lo supo antes que nadie y puso en alerta a la infanta

Según recoge Informalia, las fotografías de Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia por Bidart de hace tres años paralizaron la crónica real y desencadenaron el fin del matrimonio del ex jugador de balonmano y la infanta Cristina. Bidart fue el escenario que destapó esta relación, el mismo lugar donde la hija del rey Juan Carlos fue tan feliz bajo el regazo de su familia política, aquella que siempre la apoyó en los momentos difíciles. Claire Liebaert, la madre de Urdangarin, sigue siendo como una madre para ella.
Pilar Eyre repasa cada una de las pistas que entonces ya hacían presagiar el final del matrimonio y recuerda, al mismo tiempo, uno de los episodios más oscuros de la Casa Real española: "[La infanta Cristina] había estado a su lado [de Urdangarin] en los momentos felices y en los infelices. Lo apoyó de una forma increíble. Se sentó en el banquillo de los acusados. Tuvo que declarar".
El trance del Caso Nóos le trajo consecuencias: "Le retiraron el título de duquesa de Palma. La humillaron. La apartaron de actos oficiales. El funeral de la infanta Pilar fue una humillación para ella porque la reina Letizia pasó por delante con su hermano y ni la saludó. Pero ella continuaba".
Sin embargo, tras la entrada en prisión del ex duque de Palma, se acabó dando un punto de inflexión entre ella e Iñaki: "Se abrió un período un tanto extraño. Iñaki estaba en la cárcel de Brieva, en régimen de aislamiento. La infanta vivía en Suiza, en Ginebra, con sus hijos. En este tiempo, no hubo una fotografía de ella entrando. No a pie, claro, pero ningún coche con ventanas tintadas, ningún movimiento en la puerta trasera...".
Después, cuando Urdangarin ya casi rozaba la libertad, las pistas que apuntaban a que lo suyo con Cristina no andaba bien fueron dándose: "El gran asombro fue que cuando le conceden el tercer grado a Iñaki. Parecía que la familia se podía unir después de estos años separados. Todos pensábamos que tenían unas ganas de encontrarse... Sin embargo, la infanta siguió viviendo en Ginebra y el se trasladó a vivir con su madre a Vitoria. Era una decisión un tanto extraña. Me lo pregunté en varios artículos que qué debía pasar para no querer estar juntos después de todo lo que habían pasado".
Además, la periodista recuerda que la hija del rey Juan Carlos visitó a un letrado: "En uno de los viajes de la infanta a Barcelona, había ido a visitar a un abogado especializado en divorcios. Esto nos sorprendió mucho. Hablé de una posible separación entre ellos".
Sin embargo, la bomba final llegó con las primeras fotos de Urdangarin con la que entonces era su compañera en el bufete de abogados donde trabajaba como parte de su tercer grado. Unas fotos de las que la reina Letizia, según Eyre, tuvo constancia un día antes de su publicación, en enero de hace tres años: "Cuando el puzzle ya estaba resuelto y se estaba preparando la exclusiva, la reina Letizia descubrió que la situación de su cuñada iba a la luz un día antes y quiso advertirla, tal como narró Pilar Eyre en uno de sus blogs", escriben en Lecturas.
Esto, según la periodista, no hizo más que empeorar la relación entre las cuñadas, pese al acercamiento que se ha visto entre Cristina y su hermano Felipe VI en los últimos tiempos: "Este toque de atención, no sentó bien a la infanta y Letizia tampoco entendía esa 'obcecación' de su cuñada por continuar fingiendo que no pasa nada. Esto hizo que su relación se enfriara".