Gabriela Guillén le da la estocada a Bertín Osborne con lo que destapa de su hijo
Según recoge La Razón, Gabriela Guillén está luchando para que su hijo crezca con una figura paterna, pero le está costando sudor y lágrimas. Se resigna a aceptar que Bertín Osborne no se ve a estas alturas de su vida cambiando pañales o ejerciendo un papel que considera que ahora le viene grande. Ya ha criado a sus vástagos y no tiene intención de ensuciarse de nuevo las manos. Es por eso que decía limitarse en exclusiva a cumplir con la parte económica y desentenderse del resto. Pero aquí parece que también hay conflictos, pues ha arrastrado serios problemas de dinero estos últimos meses. Su ex es comprensible, pero tiene un límite.
El artista sorprendió al mundo cambiando de idea desde la portada de la revista ‘Hola’. A través de una exclusiva, dijo querer estar presente en la vida de su hijo pequeño. Eso sí, el día del reportaje fotográfico fue el último que le vio, como así ha destacado la paraguaya. Gabriela Guillén vuelve a romper su silencio y lo hace para denunciar en público que el presentador no está cumpliendo con su palabra. Es más, ni tan siquiera se habría interesado en ver a su retoño en tan señaladas fiestas. Algo que le ha molestado mucho a la empresaria, que vuelve a la carga.
Gabriela Guillén está que trina con Bertín Osborne
La esteticista ha concedido una nueva entrevista a la citada publicación. Una en la que ha querido arrojar luz sobre el entuerto judicial que le enfrenta a su ex y que sigue su curso, a pesar de que se ha hablado de una nueva etapa de armonía en la que han acercado posiciones. No parece que haya éxito en esta empresa, pues vuelven a tirarse los trastos a la cabeza. Al menos sí lo hace ella para proteger los intereses de su hijo, el pequeño Arian David, que este 31 de diciembre cumplirá su segundo año de vida. El segundo lejos de su papá.
Gabriela Guillén reconoce haber llegado a un acuerdo de manutención con Bertín Osborne, pero que el proceso es lento. No se ha materializado porque la burocracia es tediosa y lleva sus procesos. De ahí que no pueda sentenciar como desea que “está todo resuelto”. El acuerdo está, pero no se ha ejecutado porque falta que sea firmado por ambas partes y hacerlo oficial. Se alegra de haber “acercado posiciones por el niño” y dice que “las cosas están bien, nosotros estamos muy bien, pero el tema legal sigue en curso y todavía no se está finalizando porque es Navidad”.
Pero más allá del asunto judicial, está el papel de Bertín Osborne como padre. Gabriela Guillén sigue molesta porque su hijo está a falta de unos días de cumplir dos años de vida y tan solo ha visto a su padre tres veces. No ha cambiado el asunto en Navidad y confiesa que no ha tenido intención de verlo en persona, aunque sí de manera virtual gracias a la tecnología. No van a congregarse en estas fiestas y tampoco parece que entre en sus planes una cita conjunta en Nochevieja, cuando el pequeño celebra también su segundo aniversario. Ella se queda en Madrid, “trabajando”, mientras que él sigue su afable vida en Sevilla, en su finca, con sus caballos.
