Filtran la felicitación secreta del emérito: en inglés y solo para amigos íntimos
Según recoge Lecturas, ver posando a los cinco perritos de la reina Sofía frente al árbol de Navidad fue uno de los momentos más delirantes del viernes 12 de diciembre. Y eso que actualmente está en emisión 'La Casa de los Gemelos 2’. Ese día fue la fecha escogida por Zarzuela para hacer llegar sus dos felicitaciones. Una de parte de los eméritos, la que estaba protagonizada por los canes, y la otra, la de Felipe y Letizia, acompañados por sus dos hijas. Pues bien, resulta que existe una tercera. Otra felicitación que, en este caso, solo cuenta con la firma del rey Juan Carlos.
En esta tercera felicitación, enviada de manera privada y sin el respaldo de Casa Real, el emérito felicita las Pascuas a sus más allegados. En ella no existe el protocolo y solo hay un único protagonista: él.
Sin el beneplácito de Zarzuela
Juan Carlos I ha escogido una fotografía tomada durante una de sus últimas regatas en Sanxenxo, donde viaja cada vez con mayor asiduidad. En la imagen, compartida por el periódico El Mundo, vemos al padre del actual rey, navegando en El Bribón, relajado, sonriente y feliz. Un comportamiento que muchos tachará de desafiante (una vez más) ante la Corona y la institución que ahora defiende su heredero.
Es sabido por todos que a Felipe le disgustan estas actitudes que muestra su padre, quien, desde que se marchó a vivir a Emiratos, vuela por libre. El emérito está tomando una serie de decisiones, que van desde la publicación de sus memorias a demandar al presidente cántabro Miguel Ángel Revilla, que no operan bajo el amparo de Casa Real. El anterior rey está aconsejado por un grupo de amistades que, lejos de mirar por él, están socavando la ya mermada relación paterno filial. Y acciones como este christmas individual no propician un acercamiento.
Hasta ahora, Zarzuela enviaba estas dos felicitaciones oficiales. La de la Familia Real, con Felipe, Letizia, Leonor y la infanta Sofía, y, por otro lado, la de los anteriores monarcas. La primera aprovechaba viajes, momentos especiales de sus protagonistas para estampar sus mejores deseos; mientras que la segunda, conforme han ido pasando los años, ha perdido intimidad y cercanía. Las últimas han sido escenas de la natividad en representaciones artísticas, bien en formato belén o bien en trabajo pictórico. En el pasado, habíamos visto a los reyes posar con sus hijos para, posteriormente, hacerlo con sus nietos. Pero ya no queda nada de eso. En su lugar, un grupito de simpáticos perros que, obedientes, esperan el disparo de la cámara.
Reacciones enfurecidas
“¿Se están riendo de nosotros?”, se podía leer en las redes. Los españoles no daban crédito con la última ocurrencia de Casa Real. Aunque, si lo pensamos detenidamente, esta estampa ha sido una de las más personales que nos han ofrecido los eméritos en los últimos años. Al menos, hay ternura, vida. Nos presentan a los perritos adorables que conviven con doña Sofía en Zarzuela, lo que nos adentra en su realidad y eso siempre gusta, puesto que los vuelve cercanos.
En la postal oficial, Juan Carlos se limita a firmar y a escribir a mano el año que nos felicita. Un gesto que denota poca cercanía, si lo comparamos con su otra felicitación, mucho más ‘campechana’. El adjetivo al que siempre ha estado ligado. En ella sonríe abiertamente y felicita, en dos idiomas diferentes, las fiestas.
“Feliz Navidad. Feliz Año Nuevo 2026. Happy Xmas and Happy New Year 2026”. Ambos mensajes, escritos a mano, nada de impresión caligráfica, pura escritura manual. Además, se toma la confianza para poner “xmas”, una manera más informal del tradicional “christmas”.
El rey padre siente que le han dado de lado, pero lo cierto es que con gestos como este, solo para sus amigos y haciendo unas diferencias tan notables, es normal que los españoles le sientan cada vez más lejos. No se trata tanto de apartarle, sino de él apartándose.
