Unicaja prevé aumento del PIB del 2,6% en 2025 y del 1,8% en 2026, en Castilla-La Mancha
La economía de Castilla-La Mancha encara 2025 con una previsión de crecimiento que mejora las estimaciones anteriores y confirma la resistencia mostrada por la región en un contexto internacional marcado por la incertidumbre comercial. Así lo refleja el octavo número del informe Previsiones Económicas de Castilla-La Mancha, elaborado por Analistas Económicos de Andalucía, la sociedad de estudios del Grupo Unicaja, publicado este 11 de diciembre.
Una economía que crece con solidez pese al entorno global
El estudio se estructura en cuatro bloques —entorno económico, evolución reciente, previsiones regionales y análisis provincial— y ofrece una visión detallada de las fuerzas que impulsan la actividad en la región. Su diagnóstico se formula en un momento en el que la economía mundial se ha mostrado más resiliente de lo previsto, según la OCDE, aunque se proyecta una moderación para los próximos trimestres. Las tensiones comerciales, especialmente tras la subida de aranceles en EE. UU., y la incertidumbre geopolítica siguen siendo el principal foco de riesgo para el comercio y la inversión.
En España, la actividad también ha superado las expectativas. El PIB creció un 0,8% en el segundo trimestre, impulsado únicamente por la demanda interna. En términos interanuales, el avance se sitúa en el 3,1%, el doble que el promedio de la zona euro. Los indicadores más recientes apuntan a que el dinamismo continuará en el tercer trimestre antes de la moderación prevista en 2025, cuando el Banco de España estima un crecimiento del 2,6%.
Castilla-La Mancha: consumo al alza y exportaciones en expansión
En este contexto nacional e internacional, la economía castellanomanchega avanza a un ritmo significativo. La región encadenó crecimientos trimestrales del 0,6% y 0,9% en los dos primeros trimestres de 2025, con una tasa interanual del 2,8% entre abril y junio. Aunque aún por debajo del promedio nacional, la tendencia confirma un fortalecimiento progresivo.
Por el lado de la demanda, algunos indicadores muestran una mejora clara. Las ventas minoristas crecieron casi un 5% en el primer semestre, por encima de la media española, mientras que las compraventas de vivienda repuntaron un 26,7%, acompañadas de un notable aumento de los precios —un 9,8% en vivienda libre—. La producción de bienes de equipo también da señales de recuperación: avanza un 1,7% interanual y la matriculación de vehículos de carga mantiene una tendencia positiva.
En el sector exterior, el dinamismo exportador destaca de manera especial. Las exportaciones regionales aumentaron un 6,5% en el primer semestre, muy por encima del 1% registrado en el conjunto del país. Impulsaron este comportamiento productos como la carne, el aluminio, los vehículos automóviles y las materias plásticas. Aunque las ventas a EE. UU. retrocedieron un 4,6%, afectadas por el descenso de las ventas agroalimentarias, la región está menos expuesta al mercado estadounidense que otras comunidades. Mientras tanto, las exportaciones a Portugal, principal destino con más de la quinta parte del total, se incrementaron un 7,2%.
Desde la óptica de la oferta, la industria y los servicios de mercado lideran el crecimiento regional en 2025. El empleo industrial registró aumentos de dos dígitos (17,2%) en el segundo trimestre, y el agrario mostró también avances interanuales. La construcción, sin embargo, refleja señales de desaceleración futura, con descensos en la superficie visada para obras no residenciales, a pesar del fuerte aumento de la licitación pública, que creció más de un 60% en el primer semestre gracias a la obra civil.
El mercado laboral mantiene el avance, aunque con ritmos distintos
El empleo regional continúa creciendo, si bien con cierta ralentización en el segundo trimestre. Según la EPA, Castilla-La Mancha alcanzó 920.100 ocupados, 15.900 más que en el trimestre anterior. La creación de empleo se apoya especialmente en los servicios de mercado y la industria, mientras la construcción y los servicios no de mercado presentan retrocesos.
La tasa de paro se sitúa en el 13,2%, siete décimas por debajo de la registrada en el mismo periodo de 2024, pese al incremento de la población activa. La afiliación a la Seguridad Social mantiene un ritmo superior al 2% interanual.
Previsiones: crecimiento del 2,6% en 2025 y del 1,8% en 2026
Las estimaciones de Unicaja para el conjunto de 2025 proyectan un avance del PIB del 2,6%, dos décimas más que en la previsión de hace seis meses, gracias al mejor comportamiento de la primera mitad del año. Este crecimiento se apoyará especialmente en la demanda interna, en particular en el consumo de los hogares.
Para 2026, la entidad prevé una moderación hasta el 1,8%, en línea con la tendencia nacional y condicionada por la evolución del comercio global y las tensiones arancelarias.
En cuanto al empleo, se anticipa un aumento del 2,6% en 2025 y del 1,4% en 2026. La tasa de paro bajará al 12,4% el próximo año y al 11,6% en 2026, manteniendo la trayectoria descendente iniciada en ejercicios anteriores.
Diferencias entre provincias: Toledo y Guadalajara lideran el crecimiento
El análisis provincial revela que la actividad económica se aceleró en el segundo trimestre. Toledo (3,2%) y Guadalajara (3,1%) registran los incrementos más intensos, por encima de la media regional.
Para el conjunto de 2025, las previsiones apuntan a crecimientos comprendidos entre el 1,9% de Cuenca y el 2,9% de Toledo y Guadalajara, con Albacete alineada con la media regional y Ciudad Real avanzando en torno al 2,5%.
Un escenario condicionado por riesgos globales
El informe subraya que las tensiones comerciales, la evolución de los precios energéticos y la incertidumbre internacional seguirán marcando el tono de la actividad en los próximos trimestres. La desaceleración prevista para 2026 refleja precisamente ese escenario más incierto, aunque con fundamentos internos sólidos tanto en España como en Castilla-La Mancha.
