Las semillas de cannabis son algo en lo que nunca debes escatimar. Teniendo en cuenta el tiempo, el esfuerzo y la inversión que se necesitan para cultivar una cosecha de cannabis saludable, no tiene sentido comprar semillas de cannabis de baja calidad. Recuerda, las semillas son la base de tu cultivo. Si las semillas son de baja calidad, los cogollos finales no serán diferentes.
Por ende, cuando optas por la venta a granel de semillas lo ideal es que compres las de mejor calidad con las que tengas garantizado que tendrás una buena cosecha a la que le podrás sacar el máximo provecho.
De por sí con las semillas a granel ya cuentas con la ventaja de que estarás invirtiendo menos dinero por un buen producto, pero hay que tener en cuenta que existen distintos tipos de semillas de cannabis y cada una de estas posee características únicas. Entre estas semillas destaca un grupo que está conformado por las semillas feminizadas.
¿Por qué las semillas feminizadas son las mejores?
Las semillas regulares son completamente puras y naturales y producen plantas de cannabis tanto masculinas como femeninas. Las semillas feminizadas son semillas obtenidas de plantas de cannabis tratadas con técnicas agronómicas especiales. En este caso, las plantas producidas a partir de estas semillas expresarán solo el sexo femenino.
La calidad de las semillas a granel feminizadas que encuentras en el mercado hoy en día es extremadamente alta y las posibilidades de que se desarrolle una planta hermafrodita son casi nulas.
Para la mayoría de los cultivadores, las semillas feminizadas son la opción debido a que producen una hierba de excelente calidad sin riesgo de toparse con algunas plantas masculinas.
Se suelen vender semillas feminizadas para las cepas porque son más fáciles de cultivar. Es recomendable empezar a cultivar con semillas feminizadas porque esto hará que la planta final no tenga sorpresas indeseables como semillas que reduzcan la potencia ya que no hay plantas masculinas.
Las ventajas de cultivar semillas feminizadas son bastante sencillas. La garantía de no tener plantas masculinas permite un cultivo rápido y fácil, eliminando el trabajo de cuidar las plantas masculinas que de todos modos habrá que desechar. La mayor cosecha significa un mayor valor para tus semillas y plantas.
Las semillas feminizadas también permiten la libertad de clonación, así como un grado de uniformidad en la genética. Los bancos de semillas de renombre trabajan para resaltar las características definitorias de una variedad a través de un cultivo cuidadosamente controlado. Esto conduce a un producto final más potente, aromático y atractivo.
La conveniencia de las semillas feminizadas
El problema con las plantas de marihuana polinizadas naturalmente es que tienden a producir semillas masculinas y femeninas aproximadamente al mismo ritmo. Como resultado, solo hay un 50% de posibilidades de que obtengas una planta hembra a partir de una semilla de cannabis normal. En última instancia, esto significa un cultivo extremadamente ineficiente. Debes tener en consideración la probabilidad de que la mitad de tus plantas sean masculinas en estas condiciones.
La razón más obvia para usar semillas de cannabis feminizadas es eliminar las conjeturas del cultivo. Si germinas semillas regulares, la mitad de ellas probablemente sean plantas masculinas que debes desechar. Por otra parte, cuando se feminizan semillas de cannabis, puedes planificar un jardín completo y productivo.
Asimismo, está la ventaja de que cada planta que cultives producirá cogollos además de que no tienes que preocuparte por desperdiciar espacio en plantas que eventualmente eliminarás del área de cultivo, porque esto no es un problema que ocurra con las semillas feminizadas.
Inclusive, puedes ahorrar tiempo al no tener la necesidad de observar las plantas en la etapa previa a la floración para determinar si son machos o hembras. Esto hace que el proceso de cultivo sea más ameno para ti.
