Page defiende la condonación de la deuda a las comunidades y dice que es de justicia

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha defendido con firmeza la condonación parcial de la deuda autonómica aprobada por el Gobierno central. Considera que no se trata de un privilegio ni de una concesión a los independentistas, sino de una medida de “justicia elemental” después de más de una década sin reformar el sistema de financiación.
Desde Santander, donde inauguró un curso de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) sobre el 30 aniversario del Comité de las Regiones, Page pidió bajar el tono del debate político y alertó de que el frentismo y los populismos amenazan tanto a la política española como al proyecto europeo.
“No es un regalo, es justicia universal”
Page recordó que planteó la necesidad de una quita de deuda mucho antes de que lo hicieran los partidos independentistas. Incluso durante los gobiernos de Mariano Rajoy, defendió que el retraso en la actualización del modelo de financiación obligaba a las comunidades a endeudarse para sostener los servicios públicos.
Por ello, sostuvo que “es de justicia elemental que el Estado compense la falta de financiación haciéndose cargo de parte de la deuda a la que nos ha obligado”. Y remarcó que no se trata de “ningún regalo”, sino de un mecanismo para equilibrar un modelo territorial que ha quedado obsoleto.
Para apuntalar su argumento, puso como ejemplo la crisis financiera, cuando el Estado asumió la deuda bancaria que “pagamos todos los españoles”. Una operación que, según recordó, muchos aplaudieron en aquel momento, pese a que supuso un enorme esfuerzo colectivo.
“Hay que quitar la hojarasca del debate y el ruido del frentismo”, insistió. Su compromiso, recalcó, es “defender todo lo que beneficie a Castilla-La Mancha”.
Críticas a la posición del PP
El presidente autonómico cargó contra la postura del Partido Popular. Recordó que en Castilla-La Mancha los dirigentes populares “siguen a pies juntillas las instrucciones de Génova”, rechazando la quita de la deuda mientras, de manera paralela, señalan en qué deberían gastarse los ahorros derivados de esa operación.
“Es bastante inconsecuente y contradictorio”, reprochó. A su juicio, la decisión de acogerse o no a la medida debe adoptarse en clave territorial, no siguiendo consignas de los partidos nacionales.
En este sentido, pidió que los presidentes autonómicos actúen “con autonomía” y no se limiten a obedecer lo que marquen sus formaciones en Madrid.
Una reunión “críptica” entre Illa y Puigdemont
Page se refirió también a la reunión mantenida en Bruselas entre el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, y el expresidente Carles Puigdemont. La calificó de “críptica e indescifrable”, incluso “en los gestos”.
Aun así, mostró su respaldo a Illa, de quien dijo tener un “aprecio especial” y a quien valoró por su esfuerzo al frente de Cataluña. En contraste, definió a Puigdemont como “el peor problema y la peor cara” de la política catalana.
“Deseo que Illa mantenga claro que en Cataluña el presidente es él y que no hay mando a distancia”, señaló. Y advirtió de que, si Puigdemont ya ejerce influencia en la política española, sería “especialmente doloroso” que hiciera lo mismo dentro de Cataluña.
Populismos y contradicciones en Europa
Durante su intervención en la inauguración del curso “De la idea a la acción: los 30 años del Comité de las Regiones y la evolución de la política de cohesión”, Page alertó sobre la amenaza que suponen los populismos para la Unión Europea. Los definió como “un troyano que intenta destrozarla desde dentro, reduciéndola y relativizándola”.
A su juicio, el populismo es “el mal de nuestros tiempos” y tiene su réplica en España en forma de un “frentismo barato” que desemboca en “peticiones demagógicas y barbaridades extremistas”, como en el caso de la migración.
Por ello, defendió que los partidos moderados deben “arrinconar” a estos movimientos y destacó la importancia del Comité de las Regiones como espacio de pluralidad y consenso. Lo describió como “el foro de debate más pegado al suelo que hay en Europa”, donde se tratan “los asuntos que de verdad importan a la gente”.
Cohesión y modelo de financiación
El presidente castellanomanchego reivindicó el concepto de cohesión como una aportación española a la construcción europea. Explicó que este principio, que parte de que “en Europa paga más el que más tiene y recibe más el que menos”, se abrió paso tras una fuerte resistencia inicial y hoy es la base de la política comunitaria.
“Esto tan sencillo se está discutiendo ahora lamentablemente en España”, lamentó, en referencia al debate sobre la financiación autonómica. En su opinión, sería una incoherencia que “en Europa defendamos la progresividad en el reparto de la riqueza y en España se abra paso el privilegio”.
Europa como refugio frente al autoritarismo
Page situó a la Unión Europea como un “refugio de la democracia representativa” en un momento en que, dijo, “cunde el autoritarismo” y crecen los populismos a nivel mundial.
Advirtió de que a líderes como Donald Trump “les molesta claramente que Europa se una”, porque su fuerza como bloque es determinante no solo en la pugna geopolítica, sino también en su papel como consumidor y productor.
Criticó el acuerdo alcanzado entre el expresidente estadounidense y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, por cerrarse “en un campo de golf” para hablar de los productos españoles y europeos, una imagen que calificó de “humillante”.
Menos burocracia, más eficacia
En clave europea, Page advirtió de otra “amenaza troyana”: el intento de algunos países de recuperar competencias que deberían ejercerse de manera conjunta. Mencionó, por ejemplo, la Política Agraria Común, que en su opinión debe seguir siendo europea y no fragmentarse en decisiones nacionales.
Al mismo tiempo, pidió reducir la “excesiva carga burocrática” de la Unión. “Las cosas no se arreglan con más papeleo”, sostuvo. Y abogó por un funcionamiento “más ligero en lo económico y financiero”, sin dejar de ser escrupuloso en el control de los fondos.
Acompañamiento institucional
El acto de inauguración, celebrado en el Palacio de La Magdalena, contó con la presencia de la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga; el presidente de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla; el jefe del Ejecutivo gallego, Alfonso Rueda; el vicepresidente segundo de Castilla-La Mancha, José Manuel Caballero; la directora general de Asuntos Europeos, Nazareth Rodrigo; y el rector de la UIMP, Carlos Andradas, entre otras autoridades.
