Pasado y presente

Nos guste o nos disguste, nuestro presente se parece cada vez más a nuestro pasado, a nuestro pasado peor. Percibir o no percibir este hecho, esta semejanza, supongo que depende de la idea o el conocimiento que cada cual tenga del pasado. Existe una memoria individual y otra colectiva, y no siempre coinciden, pero si lo que estamos reproduciendo es nuestro pasado peor, convendría tener ya un cierto consenso en el disgusto por este retroceso.

Umberto Eco, que tanto adivinó nuestro presente ("Contra el fascismo" y "De la estupidez a la locura"), publicó también un libro sobre este fenómeno titulado "A paso de cangrejo" (selección de artículos escritos entre 2000 y 2005), para advertirnos cómo la Historia, en este nuevo milenio, parece caminar hacia atrás, a paso de cangrejo. Según su contrastado olfato, la Humanidad está adentrándose en una peligrosa regresión.

Este tipo de regresiones suelen ocurrir en momentos de desorientación histórica, en que la civilización (o las civilizaciones) parecen haber perdido la idea germinal que las guiaba o el rumbo de su proyecto.

Si desbrozamos lo anecdótico en este fenómeno y nos fijamos en lo esencial (que si nos referimos a los hechos humanos, tiene que ver con el espíritu que subyace a esos hechos), vivimos un momento histórico que solo puede calificarse efectivamente de involutivo.

Bajo la apariencia de las múltiples revoluciones tecnológicas sobrevenidas en nuestro tiempo y que tanto nos asombran, lo que pesa y debe importarnos es la involución del espíritu, que ya no pone trabas ni obstáculos a un nuevo despliegue de barbarie.

Los síntomas de este proceso de involución del espíritu son múltiples, y no es el menor de ellos el genocidio cotidiano y televisado de Gaza.

¿En qué movimientos recientes (o reciclados) del espíritu humano encuentra anclaje e impulso este último y peligroso gran retroceso?

Por un lado está el rechazo -un tanto cínico e irresponsable- al momento histórico de la Ilustración y la revolución francesa, rechazo que es punto de partida y patrocinio de un feudalismo de nuevo cuño y de un nuevo Antiguo régimen posmoderno.

Y por otra está el ataque a los movimientos históricos sociales y progresistas que intentaron desarrollar e implementar el mensaje liberador de esa Ilustración.

Para ello se ha hecho necesario -y hoy es más evidente que nunca- la revitalización de las tesis reaccionarias y fascistas, blanqueadas a toda prisa junto a su apología de la violencia, el racismo, la xenofobia, y el supremacismo. O incluso, la misoginia y el desprecio de la mujer.

En este contexto de crisis e incertidumbre nos encontramos por un lado -como siempre- a los que prefieren desmemorizarse, perder la memoria para tener la ilusión de dar a luz algo radicalmente nuevo, aunque sea monstruoso (para lo cual ayuda sin duda el espejismo de los juguetes tecnológicos).

Y por otro a los que advierten que el hombre es el único animal capaz de tropezar dos veces en la misma piedra, y que prefieren mirar, bajo la apariencia, lo que verdaderamente importa.

Perder la memoria, al día de hoy, es casi imposible, o al menos es mucho más difícil que en el pasado, sobre todo porque las formas de registrar esa memoria se han multiplicado.

El asesinato de la niña palestina Hind Rajab, de 6 años de edad, mientras se desplazaba en coche junto a parte de su familia (también asesinada) para cumplir con una orden de evacuación, quedó registrado de varias formas, o incluso desde la capacidad tecnológica de los satélites.

"El 29 de enero de 2024, una niña de 6 años se encontraba en un auto acribillado rodeada de los cadáveres de sus familiares. Y suplicaba por teléfono una y otra vez que la ayudaran. Estaba en el norte de Gaza. Días después se hallaron sus restos y los de los paramédicos que fueron enviados a rescatarla. El vehículo en el que estaba la niña, Hind Rajab, tenía más de 300 impactos de balas. El responsable del ataque fue el ejército israelí, según concluyeron dos informes". (BBC News Mundo).

"Los últimos momentos en la vida de la niña y sus desgarradoras llamadas a la Media Luna Roja son el tema central de un nuevo filme..."

La película se titula "La voz de Hind Rajab" y fue estrenada este miércoles 3 de septiembre en el festival de Venecia, donde ha causado un gran impacto y ha recibido una ovación histórica de 23 minutos.

"El cine puede preservar una memoria. El cine puede resistir la amnesia", ha dicho la directora del film, la tunecina Ben Hania.

Un nuevo registro que pone las cosas difíciles a los desmemoriados voluntariosos, que no son aquellos que cultivan la memoria para avanzar, sino aquellos que cultivan la desmemoria y el olvido para repetir.

Pero en el espíritu humano la memoria es algo inevitable porque forma parte de su funcionamiento consciente y de su racionalidad. Y en lo que se refiere a la Historia, la memoria forma parte de su esencia y cometido, y además sus capacidades de registro, como decimos, se han multiplicado.

Con todo ello tienen que contar los que abogan por la desmemoria y la repetición de los crímenes del pasado.

Que la memoria es un engranaje del funcionamiento correcto de la razón, lo comprobamos cuando escuchamos estos días que el PP, según Feijóo, está temeroso y preocupado por la independencia judicial en nuestro país. Entonces recordamos que el PP, a través de su senador Cosidó, dijo no hace tanto aquello tan notable de que ellos -el PP- tienen la costumbre muy arraigada de toquetear a los jueces del Tribunal supremo por detrás. Y también recordamos la destrucción de sus discos duros a martillazos para eliminar pruebas inculpatorias, y así poner palos en la rueda de la justicia. Y al recordar esto, que es inevitable, razonamos. Funciones de la memoria.

Es la memoria también la que nos permite reconocer que Europa hoy no está en Bruselas, sino en las flotillas humanitarias que una vez tras otra intentan atravesar el Mediterráneo para llevar ayuda a Gaza. En Bruselas está, si acaso, Trump sentado en un trípode, dando órdenes a sus esbirros serviles y obedientes.

¿Somos muchos los que pensamos que la memoria es útil para evitar los errores del pasado y seguir avanzando?

Mientras reflexionamos colectivamente sobre esta cuestión les invito a ver un par de documentales en Netflix que tienen mucho que ver con todo esto: evitar los errores del pasado y no volver a tropezar en la misma piedra.

El primero de ellos se titula "Campo secreto: Nazis en EE. UU.".

El otro se titula "Five Came back: The reference films", de la colección "La guerra en Hollywood".

Conviene advertir que este último documental, que se sostiene sobre cintas grabadas por el ejército estadounidense, contiene imágenes muy duras relativas a los campos de concentración nazis, no aptas para todos los públicos, como el propio documental advierte a su inicio.

No niego que entre el pasado y el presente haya diferencias, como el hecho de que hoy Netanyahu, representante de algunos judíos en Israel, se asocie y se alinee con nazis y fascistas europeos y de otras partes del mundo en un frente común. En el pecado llevará la penitencia y será el pasado (además del presente) el que calificará sus actos. A él también la memoria le observa y le debería servir de admonición. Pero como todos los fanáticos, parece estar más ciego que un topo.

Fue precisamente un judío el que dijo: "De qué te sirve ganar el mundo si pierdes tu alma".

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