Barbarie

Las formas son las propias de la barbarie, y el contenido (lo que se ordena y ejecuta) es bárbaro también. Todo parece indicar por tanto que estamos ante un nuevo ciclo de barbarie de los que periódicamente oscurecen la Historia de la humanidad sobre la Tierra.

Sobre la barbarie existe un prejuicio muy arraigado que establece que los bárbaros siempre proceden del exterior. Les pasó a los romanos, que no tuvieron la independencia crítica suficiente para mirarse en el espejo y sacar conclusiones.

Por ejemplo sobre su crueldad, su corrupción, su plutocracia, su violencia (incluso promocionada en forma de espectáculo), su desprecio en definitiva por la vida humana, que son elementos todos ellos que suelen conducir al fracaso y el declive de las civilizaciones.

En cuanto a las formas, el sadismo, la crueldad, y la vulneración sistemática de los derechos humanos, camina hoy de la mano del desprecio absoluto de esa vida humana. Todo ello, como sabemos por la Historia, caracteriza esos ciclos oscuros que suelen acabar en tragedia.

El concepto "dignidad humana", clave en la cultura occidental y sobre el que reflexionaron no pocos sabios, desde Pico Della Mirandola, hasta Pérez de Oliva, pasando por Unamuno, concepto a la vez antiguo y moderno, pero no posmoderno, ni tampoco tecnocrático, se considera hoy demasiado "progre", con esa manía sobrevenida contra lo "progre" que procede de no saber lo que se dice porque tampoco se piensa lo que se dice.

De ahí que Trump (que tampoco piensa lo que dice) pudiera afirmar en nuestros días, muy ufano y seguro de su poder, que él podría disparar a alguien en medio de la vía pública (o sea a la vista de todos) y no perdería votos. Ese es el concepto exacto y no muy bueno que tiene de sus votantes, como borregos hipnotizados que tragan con todo.

Díaz Ayuso le admira. Nerón podría haber sido su colega de juergas.

Lo cierto es que esta actitud fascista y distópica, está en la misma onda ideológica que lo dicho por Ayuso sobre los ancianos muertos en las residencias durante la pandemia sin recibir la atención adecuada: dijo sin inmutarse que iban a morir de todas formas. Si el asunto ya era turbio, con ese comentario se oscureció del todo.

Expresión equivalente y muy parecida (el sueño de la razón engendra los mismos monstruos) a lo dicho por una representante republicana de Estados Unidos cuando se le advirtió de las muchas víctimas mortales que iban a provocar los recortes decididos por Trump. Medidas que -dicho sea de paso- se implementan al único objeto de seguir engordando el bolsillo de los muy ricos, de los que el presidente Trump es uno más.

Lo que dijo al respecto de esos recortes la susodicha "representante" (la senadora republicana Joni Ernst) es que "todos vamos a morir". Afirmación fidedigna (esa cita con la parca no falla) que no oculta sin embargo el significado último e ideológico de esa frase dicha en ese contexto, o sea el hecho de que en el marco "doctrinal" de los nuevos bárbaros, se llamen neoliberales o "libertarios", adelantar la muerte de muchos, sea mediante disparos en la vía pública, como proponía Trump, sea mediante la decisión política del abandono de los más vulnerables (ancianos, enfermos, etcétera), junto al trasvase de ese dinero así recortado a los muy ricos para seguir engordando su lujo, es legítimo y está bien visto.

Como para estos ultras el Estado (símbolo e instrumento de lo público) es el problema, el Estado de Derecho es también parte fundamental de ese problema. De ahí que aspiren a poder disparar a alguien en la vía pública, por mero capricho, sin que tal antojo tenga consecuencias. Y de ahí también que sean campeones en excusar la corrupción de los poderosos, como la del rey emérito en nuestro país, y firmes defensores de la doble vara de medir en este y otros asuntos.

No es que no crean en la igualdad ante la Ley (que efectivamente no respaldan), es que prefieren que no haya Ley, ni reglas, ni Estado. Mejor selva, o como mal menor, feudalismo armado.

No deja de ser una paradoja muy loca que el instrumento para recortar gastos superfluos (dicen ellos), la motosierra que Milei regaló a Elon Musk por ejemplo, sea una pieza de artesanía y de diseño, y por tanto casi una joya sofisticada y de alto valor, no solo simbólico sino material.

La motosierra que Milei regaló a Musk tiene su antecedente inmediato en otra motosierra (también artesanal y de diseño), que un constructor de motosierras, llamado Tute Di Tella, regaló al capo argentino de las criptomonedas.

"El fanatismo de Di Tella por estas herramientas no nació con Milei ni con su campaña. Su fascinación comenzó a los 14 años, cuando vio la película La Masacre de Texas", podemos leer en la prensa.

Como podemos apreciar, las pistas que unen el discurso neoliberal (de motosierra) con las masacres, en Texas o en cualquier otro lugar, son bastante evidentes y llamativas.

En realidad no se trata de recortar gastos superfluos, sino como el programa neoliberal establece y la riqueza simbólica de esa joya de artesanía indica, de lo que se trata es de hacer un trasvase de dinero desde el bolsillo de ancianos, trabajadores, y enfermos, al bolsillo de los muy ricos. Lo cual implica obscenidad moral y violencia física, para las cuales la motosierra de Milei, Musk, y Ayuso, es el símbolo más adecuado.

De ahí también que uno de los primeros recortes de Milei en su cruzada armada de motosierras, se aplicó precisamente a un programa de cardiopatías congénitas que beneficiaba a los niños argentinos.

Estas cosas discurren así: se empieza muy pronto quedándose embobado y fascinado de niño por una película gore, con motosierras y sangre salpicando por todos lados ("La masacre de Texas", película de 1974 del director Tobe Hooper), y se acaba como Milei, de experto en aporrear jubilados, estafar con criptomonedas (el famoso "criotogate"), y recortando los programas de salud que benefician a los niños argentinos.

O sea, barbarie en toda la extensión de la palabra.

Conviene subrayar que recientemente han roto su amistad (una amistad basada en el intercambio de poder y dinero) dos de los principales líderes de este movimiento bárbaro: Donald Trump y Elon Musk.

Trump ha dicho de Musk que se ha vuelto loco, y Musk ha dicho que los "archivos de Epstein" no se publican porque en ellos figura Trump.

¡Tal para cual!

Mientras tanto, otro bárbaro respaldado y armado hasta los dientes por Estados Unidos y Europa, Netanyahu, ha interceptado y secuestrado en aguas internacionales a la tripulación del barco Madleen (flotilla de la libertad), de la que forma parte Greta Thunberg, y que navegaba hacia Gaza para «entregar ayuda humanitaria, romper el bloqueo israelí y visibilizar el sufrimiento continuo en el enclave palestino».

Es decir, que este otro bárbaro desalmado y peligroso, armado en parte con nuestro dinero, sigue cometiendo sus crímenes con total impunidad, a pesar de que los tribunales internacionales le reclaman para ser juzgado.

Sin lugar a dudas, los bárbaros ya están ente nosotros y despliegan sin ningún freno (ni legal ni político) un enorme poder letal y destructivo.

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