Page alerta del "recorte bestial" de la PAC y urge a defender la cohesión europea

El presidente castellanomanchego exige en Bruselas redoblar esfuerzos ante el nuevo presupuesto europeo, critica la recentralización de fondos y propone un protocolo nacional para blindar el reparto si la UE reduce el papel de las regiones.
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, participa, en Bruselas, en la reunión de la Delegación Española del Comité Europeo de las Regiones con eurodiputados españoles.
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, participa, en Bruselas, en la reunión de la Delegación Española del Comité Europeo de las Regiones con eurodiputados españoles.

En Bruselas, y ante representantes autonómicos y eurodiputados españoles, Emiliano García-Page lanzó este miércoles una advertencia contundente sobre el futuro inmediato del marco financiero de la Unión Europea. El presidente de Castilla-La Mancha calificó de “recorte bestial”, “brusco” y “absurdo” la disminución planteada por la Comisión Europea en las partidas destinadas a la Política Agraria Común (PAC) y a los Fondos de Cohesión, elementos que —subrayó— han sido esenciales para el desarrollo económico de España durante décadas. Según advirtió, la propuesta puede dejar “una papeleta muy seria” para el país y para el conjunto de la UE.

Un mensaje duro en un momento crítico para Europa

Durante su intervención en el debate de la delegación española del Comité Europeo de las Regiones (CdR), García-Page insistió en que el documento presupuestario presentado por Bruselas resulta “muy decepcionante”, incluso teniendo en cuenta las expectativas generadas tras las elecciones europeas. Recordó que, en parte, la Comisión corrigió su postura inicial, pero calificó ese gesto de “parche tibio y tímido”, incapaz de responder a la magnitud de los desafíos.

El presidente castellanomanchego contextualizó este escenario en una Europa sometida a nuevas presiones geopolíticas. Explicó que algunos Estados miembros del norte han aprovechado “la efervescencia y emergencia de la crisis de seguridad” para justificar recortes que afectan sobre todo a los países del sur. Según señaló, estas naciones “siempre han visto con recelo los fondos de cohesión y la PAC”, pilares que han contribuido de forma decisiva al crecimiento español.

Aun reconociendo que la Unión debe afrontar un aumento del gasto en seguridad, García-Page recalcó que “no puede ser a costa de los avances que nos han caracterizado como Unión Europea”. En su opinión, la cohesión debe mantenerse como elemento estructural, más aún en un momento en el que las diferencias internas y la presión geográfica del este han aumentado significativamente.

Defensa del modelo de gestión compartida

El jefe del Ejecutivo castellanomanchego llamó a proteger el sistema de gestión compartida de fondos y alertó de que la propuesta de la Comisión, basada en los nuevos Planes de Colaboración Nacionales y Regionales (PCNR), conduce a un modelo excesivamente centralizado en los Estados miembros. Advirtió de que esa evolución “aleja directamente la política europea de la ciudadanía”.

Además, insistió en que en la UE han penetrado “caballos de Troya que quieren reventarla desde dentro”, lo que obliga a redoblar los esfuerzos para preservar el espíritu de integración. “Europa sigue siendo la gran necesidad para los españoles”, recordó, haciendo hincapié en que en un mundo globalizado “el tamaño importa cada vez más” y solo una Europa cohesionada puede competir con potencias globales.

García-Page defendió el papel fundamental que regiones y ayuntamientos han desempeñado en la construcción del proyecto europeo. A su juicio, “han consolidado una verdadera idea de ciudadanía”, muy distinta de la visión “de club de naciones” que algunos actores siguen sosteniendo. Por ello, reclamó que se mantenga y refuerce su participación en la ejecución de fondos.

Un protocolo nacional ante un posible giro de Bruselas

Consciente de que el nuevo sistema propuesto podría otorgar mayor discrecionalidad a los gobiernos centrales, García-Page propuso que España establezca un protocolo interno de reparto de fondos. Su objetivo sería garantizar un sistema transparente que reduzca la dependencia de decisiones coyunturales. “Si la decisión fuera que los Estados mandan más y se nos hurta a las regiones, habría que tener un procedimiento evidente y transparente”, afirmó.

Planteó que ese marco de garantías se acuerde entre todas las comunidades autónomas y el Gobierno, de modo que “en el peor de los casos, las cosas queden como están” en lo relativo a la distribución territorial. “Si la solución no nos viene por la Comisión Europea, nos la tendremos que buscar los españoles”, insistió, recordando que solo será posible si las grandes formaciones políticas se mantienen alineadas.

Rechazo unánime de todas las comunidades autónomas

El posicionamiento de García-Page se enmarcó en una postura conjunta de las comunidades autónomas españolas, que mostraron un rechazo total al nuevo borrador del presupuesto europeo. La delegación de 21 representantes regionales y locales ratificó su apoyo a la “Declaración Galicia”, suscrita en octubre, en la que se exige una revisión profunda del Marco Financiero Plurianual 2028-2034.

El presidente gallego, Alfonso Rueda, alertó de que la integración de ayudas como la cohesión o la PAC en un gran fondo estatal reduce peligrosamente la capacidad de decisión de las regiones. “La cohesión exige un presupuesto claro, con asignaciones para cada región”, defendió, recordando que modelos excesivamente centralizados penalizan estructuras fuertemente descentralizadas, como la española.

Por su parte, el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, resaltó que las regiones son “un instrumento útil y valiosísimo” para gestionar las políticas europeas, y advirtió de que la nueva propuesta “pone a competir” partidas que son complementarias, como la PAC y los fondos de cohesión, fundamentales para cerrar brechas territoriales.

También intervino la presidenta de Navarra, María Chivite, quien subrayó que las regiones perderán “influencia y capacidad de gestión” si el nuevo modelo se consolida, y alertó de que un mayor alejamiento de las políticas comunitarias puede traducirse en un mayor desapego ciudadano hacia Europa.

Redoblar esfuerzos y evitar un retroceso histórico

En el Edificio Jacques Delors, acompañado por representantes institucionales y eurodiputados, García-Page cerró su intervención insistiendo en la necesidad de “redoblar todos nuestros esfuerzos” ante la magnitud del reto. Recalcó que Europa ha crecido enormemente en los últimos 25 años y que muchos de los desafíos actuales son problemas derivados precisamente de ese rápido crecimiento, no de un declive.

La sesión se desarrolló en vísperas de la 169.ª Sesión Plenaria del Comité Europeo de las Regiones, donde continuará el debate. “No queremos que se empiece a dar un paso atrás”, concluyó Rueda, expresando el sentir mayoritario de la delegación española.

Reunión de la Delegación Española del Comité Europeo de las Regiones con eurodiputados españoles

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