CCOO detecta carencias de igualdad en 82 convenios de Castilla-La Mancha y fija retos para 2026
Comisiones Obreras de Castilla-La Mancha ha identificado importantes carencias en materia de igualdad tras analizar 82 convenios colectivos sectoriales vigentes en la región, un estudio que dibuja los principales retos que el sindicato se plantea de cara a la negociación colectiva de 2026, cuando deberán renovarse 26 convenios que afectan a unas 112.000 personas trabajadoras.
El diagnóstico forma parte de la guía Equidad en la negociación colectiva. Diagnóstico y propuestas de mejora en los convenios colectivos sectoriales de Castilla-La Mancha con perspectiva de género, presentada en rueda de prensa por la secretaria de Mujeres, Igualdad y Juventud de CCOO Castilla-La Mancha, Ana Villaseñor, junto a la directora del Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha, María Teresa López.
El estudio examina convenios sectoriales que incorporan, en distinto grado, la perspectiva de género y que en conjunto afectan a 385.506 personas trabajadoras en la comunidad autónoma. El análisis se centra en ámbitos clave como el lenguaje inclusivo, la salud laboral con enfoque de género, la transparencia retributiva y la brecha salarial, las medidas de conciliación y corresponsabilidad y la prevención del acoso sexual y por razón de sexo.
Brecha salarial y transparencia retributiva
En materia salarial, el informe constata que persisten retos relevantes. En Castilla-La Mancha, el salario medio bruto anual de las mujeres se sitúa en 22.608 euros, frente a los 26.766 euros de los hombres. Aunque la brecha salarial ha descendido del 21,8% en 2022 al 18% en la actualidad, desde el sindicato subrayan que “se está mejorando, pero es necesario seguir reduciendo esa diferencia”.
El análisis revela además que ningún convenio colectivo recoge la obligación de contar con un registro retributivo ni contempla la realización de valoraciones de los puestos de trabajo, una herramienta clave para detectar y corregir desigualdades salariales.
Salud laboral con perspectiva de género
En el ámbito de la salud laboral, el diagnóstico apunta a deficiencias importantes. Los equipos de protección individual no están adaptados en muchos casos a la fisionomía de las mujeres y no se tienen suficientemente en cuenta los riesgos musculoesqueléticos o psicosociales asociados a profesiones altamente feminizadas. Las evaluaciones de riesgos con perspectiva de género se centran de forma casi exclusiva en la maternidad y la lactancia, dejando fuera otros factores que afectan de manera específica a las trabajadoras.
Conciliación y corresponsabilidad
En conciliación y corresponsabilidad, la mayoría de los convenios analizados reproduce de forma casi literal el marco estatal, una práctica que desde CCOO no se considera neutral. El sindicato advierte de que limitarse a lo recogido en el Estatuto de los Trabajadores no responde a las necesidades reales del mercado laboral regional y defiende avanzar hacia más derechos en organización del tiempo de trabajo y reparto de los cuidados.
El informe sí detecta algunas medidas novedosas, aunque muy puntuales, como permisos retribuidos para acompañar a familiares dependientes o a hijos e hijas a consultas médicas, que todavía no se han generalizado.
Protocolos frente al acoso
Respecto al acoso sexual, la mayoría de los convenios define qué se entiende por acoso sexual, aunque en muchos casos no se incluye de forma expresa el acoso por razón de sexo. Además, el tratamiento varía notablemente según el sector. En los sectores más feminizados, los protocolos están más desarrollados y cuentan con medidas preventivas más amplias, mientras que en los sectores masculinizados la tipificación del acoso es más débil.
El análisis abarca sectores como el agroalimentario, la sanidad privada, la industria, el metal, las panaderías o la hostelería, entre otros.
Mirada institucional
Por su parte, la directora del Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha ha subrayado la necesidad de “avanzar y corregir desequilibrios” estructurales del mercado laboral, como que alrededor del 90% de las jornadas parciales estén ocupadas por mujeres debido a los cuidados o que los sectores más precarios sigan siendo mayoritariamente feminizados. López ha defendido la importancia de estudios de género como el presentado para impulsar políticas públicas y medidas que contribuyan a una sociedad “más igualitaria y más justa”.