Los accidentes laborales mortales bajan un 28,6% pero crecen las caídas en altura

La región registra un descenso del 28,6% en la mortalidad laboral hasta septiembre, pero los recientes siniestros por caídas en altura —tres en apenas 48 horas— reactivan la alarma entre sindicatos y Junta, que reclaman reforzar la prevención y la vigilancia. Tres accidentes mortales en las últimas 24 horas, vuelven a tensar un balance marcado por la preocupación en torno al trabajo en altura.
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Los accidentes laborales mortales bajan un 28,6% pero crecen las caídas en altura

Los datos de siniestralidad analizados esta semana en la comisión especializada de prevención de riesgos laborales arrojan 20.247 accidentes de trabajo entre enero y septiembre, un 4,3% menos que en el mismo periodo de 2024. Pero la sucesión de muertes en Lezuza, Alcolea del Pinar y ahora en Casas-Ibáñez ha puesto bajo foco la eficacia real de los protocolos de seguridad y la necesidad de intensificar la vigilancia preventiva en los sectores donde el riesgo es mayor.

Tres muertes en altura en 48 horas: último fallecido en Casas-Ibáñez

El accidente de Casas-Ibáñez se produjo a las 15.17 horas, cuando el Servicio de Atención de Urgencias 112 recibió el aviso de que un trabajador había caído desde el tejado de una vivienda en obras en la calle Alondra. Hasta el lugar se desplazaron un equipo médico de urgencias, un helicóptero medicalizado —que no llegó a tomar tierra—, una ambulancia convencional, así como Guardia Civil y Policía Local. Los servicios sanitarios únicamente pudieron certificar el fallecimiento.

Este siniestro se suma a los dos ocurridos el miércoles en Lezuza y Alcolea del Pinar: un pintor que cayó desde unos cuatro metros y un trabajador de una ITV que se precipitó desde tres. A ello se añade el accidente grave de Puertollano, donde un empleado sufrió heridas de gran consideración al caerle encima una puerta metálica, y el suceso de Mascaraque días antes, también por una caída.

CCOO celebra el descenso de la mortalidad pero advierte del foco crítico de las caídas

CCOO de Castilla-La Mancha valoró el descenso del 28,6% en la mortalidad laboral —12 fallecidos menos que en 2024—, pero subrayó que las cifras siguen siendo “inasumibles” y que la mejora no debe ocultar el incremento de los accidentes en altura. La secretaria de Diálogo Social y Salud Laboral, Raquel Payo, destacó que las medidas consensuadas con los agentes sociales y la labor de vigilancia y asesoramiento de delegados de prevención están teniendo efecto.

No obstante, advirtió de que detrás de los accidentes se encuentran patologías no traumáticas, siniestros in itinere y, sobre todo, condiciones materiales del puesto, entre las que las caídas en altura ocupan un lugar central. “Con una gestión preventiva adecuada se pueden evitar muchas de estas muertes. Exigimos a las empresas que tomen conciencia de la peligrosidad del trabajo en altura y de la importancia de trabajar con las medidas de prevención correspondientes”, señaló.

Por provincias, la accidentalidad descendió un 8,3% en Toledo (6.833 frente a 7.451), un 8% en Guadalajara (3.334 frente a 3.625) y un 6% en Cuenca (2.364 frente a 2.514). En cambio, aumentó en Albacete (+3,4%) y en Ciudad Real (+0,7%). También se registró un incremento del 5,2% en los accidentes in itinere y un descenso del 8,8% en el empleo autónomo.

UGT pide depurar responsabilidades y reforzar de inmediato la Inspección de Trabajo

UGT Castilla-La Mancha lamentó profundamente las muertes de Lezuza y Alcolea del Pinar —a las que ahora se suma Casas-Ibáñez— y exigió investigaciones exhaustivas. La coordinadora regional de Prevención de Riesgos Laborales, Irene Ortega, reclamó conocer si en estos casos se estaban cumpliendo los protocolos de seguridad establecidos por ley. El sindicato ha puesto sus servicios jurídicos a disposición de las familias afectadas.

Ortega insistió en el estricto cumplimiento de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y criticó que “siniestros tan graves y evitables” sigan produciéndose “día sí, día también”. UGT reclamó más recursos humanos y materiales para la Inspección de Trabajo, señalando que “solo reforzando su capacidad de llegar a todos los sectores y empresas se puede garantizar que la normativa se cumpla”.

El sindicato volvió a pedir la implantación del delegado territorial de prevención para cubrir a trabajadores de empresas pequeñas, y reclamó que la Fiscalía investigue las posibles responsabilidades penales en accidentes mortales o de gran gravedad.

La Junta defiende su estrategia y remarca su confianza en el Instituto Regional de Seguridad Laboral

Las recientes muertes también provocaron una respuesta inmediata del Gobierno regional. La consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, lamentó los sucesos y trasladó su apoyo a las familias, trabajadores y empresarios afectados, “que ven con dolor estas pérdidas”.

Franco expresó su confianza en la hoja de ruta del Instituto Regional de Seguridad y Salud Laboral, que contará en 2026 con una partida presupuestaria que supera por primera vez los diez millones de euros, algo que calificó como “fruto del compromiso compartido con los agentes sociales y con el conjunto de la sociedad”.

La consejera recordó que sindicatos como CCOO habían reclamado una campaña específica sobre caídas en altura y subrayó que la Junta ya ha desarrollado una campaña de comunicación durante este año. Añadió que se han realizado cerca de 500 visitas a centros de trabajo para evitar caídas y más de 1.400 actuaciones en el ámbito de la construcción, destinadas a concienciar sobre “la importancia de subirse seguros para bajar seguros”.

Finalmente, Franco explicó que la Consejería trabaja en un plan de trabajo dentro del Instituto Regional de Seguridad y Salud Laboral, compartido esta misma semana con los agentes sociales, “para empezar el año 2026 con un instituto regional potente y sólido para intentar atajar estas noticias que a todos nos asolan”.

Un balance con luces y sombras

El balance global muestra un descenso de la mortalidad y de la accidentalidad total en Castilla-La Mancha, pero el repunte de muertes en altura en el tramo final del año evidencia que el riesgo sigue lejos de estar controlado. La región encara el cierre de 2025 con el desafío de consolidar la tendencia a la baja y de reforzar los mecanismos de prevención en los sectores más expuestos, donde un error o una falta de medida puede costar la vida.

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