CSIF elabora una guía de actuación ante las agresiones a profesionales del Sescam
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha elaborado una guía de actuación ante las agresiones que sufren los profesionales del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) con recomendaciones específicas sobre cómo actuar en el momento del incidente violento, priorizando siempre la seguridad personal y la de los pacientes, y con las gestiones administrativas a realizar cuando la situación de riesgo ha pasado.
Los datos demuestran que las agresiones continúan aumentando año tras año, según refleja el registro de episodios conflictivos (REC) del Sescam, que recoge que a lo largo de 2024 se notificaron 696 incidentes, 50 más que en el mismo periodo del 2023, año en el que se contabilizaron 646. En 2022 hubo 623 incidentes; en 2021 se contabilizaron 560; en 2020 se alcanzaron 519 y la cifra en 2019 fue de 424 incidentes, ha informado el sindicato en un comunicado.
La presidenta de CSIF Sanidad Castilla-La Mancha, Ana Isabel Fernández, explica que "esta guía trata de ayudar a los trabajadores, ya que no saben cómo actuar ante esta terrible lacra que no para de aumentar, es absolutamente terrible, una realidad que cada año va en aumento. Estamos hablando de agresiones físicas, pero también de insultos, de menosprecios, de amenazas o coacciones que dejan una herida muy profunda en los profesionales. Hay que acabar con esta lacra. No podemos normalizar la violencia. Hay que prevenir, denunciar y proteger".
Esta campaña también se enmarca dentro del Día contra la Violencia de Género que se celebra el próximo 25 de noviembre para visibilizar que son las mujeres las que sufren en mayor medida las agresiones a personal sanitario.
La guía de actuación recoge recomendaciones específicas sobre cómo actuar en el momento del incidente violento, priorizando siempre la seguridad personal y la de los pacientes. En este sentido, CSIF aconseja buscar apoyo inmediato de otros compañeros o del personal de seguridad, y en caso necesario, solicitar la intervención de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
La responsable de Prevención de Riesgos Laborales de CSIF Castilla-La Mancha, Victoria Gutiérrez, resalta que "la primera reacción natural es de incredulidad o confusión, e incluso de bloqueo, no sabiendo qué hacer cuando se produce una agresión. Es importante pedir ayuda desde el primer momento, gritar incluso o salir corriendo en busca de otros trabajadores que estén en ese momento en el centro de salud, el punto de atención continuada o en el hospital".
Una vez que ha sucedido el incidente, el profesional agredido tiene que hacer frente a un proceso administrativo que, en la mayoría de los casos, es desconocido por todos los profesionales, desde poner una denuncia y advertir de lo sucedido al coordinador hasta comunicar a la Gerencia y a los Servicios de Prevención de Riesgos Laborales, acudir a Salud Laboral y avisar a los colegios oficiales.
Es "un marasmo administrativo que disuade a los agredidos, totalmente superados", ha advertido Gutiérrez, que señala que la guía elaborada por CSIF "aporta luz en un momento terriblemente difícil para el profesional", pero en todo caso es el Sescam quien debe implantar un protocolo unificado de prevención y actuación ante agresiones, tanto en Atención Primaria como en hospitales.
En este sentido, CSIF propone la creación de la figura del profesional designado para casos de violencia, con funciones de acompañamiento del trabajador agredido y que facilite la realización de trámites administrativos y, si es preciso, presentar denuncias. "Es importante que el trabajador esté acompañado por alguien que sepa qué hacer", ha indicado Gutiérrez.
Sobre la incorporación de un director de seguridad, tal y como anunció la semana pasada el Sescam, Gutiérrez celebra esta iniciativa que "llevamos más de 10 años reclamando. Nos alegra que por fin se cree, pero pedimos que el puesto se cubra con personal cualificado del propio Sescam, no con empresas externas".
Por último, además de reivindicar la presencia de personal de seguridad en todos los centros de salud y puntos de atención continuada en todo el horario de apertura, CSIF reclama también alarmas individuales (dispositivos de pequeño tamaño que emiten señales acústicas y luminosas de gran potencia que son disuasorias); la adaptación del espacio de atención asistencial como recurso para prevenir agresiones, con múltiples puntos de acceso y salida; instalación y revisión del botón del pánico y cámaras de seguridad; sistemas informáticos de alerta; acompañamiento en visitas domiciliarias; coordinación con Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y desarrollo del régimen disciplinario respecto a aquellos pacientes que han realizado acciones de violencia y que reinciden.