España es referencia en centros de datos en el sur de Europa

La política de activos digitales en Estados Unidos vivió un giro importante este verano. En julio, el presidente Donald Trump rubricó el Guiding and Establishing National Innovation for U.S. Stablecoins Act, conocido como GENIUS Act, primera ley federal que regula las stablecoins y exige reservas 1:1 en dólares o letras del Tesoro.
El texto obtuvo 308 votos favorables en la Cámara y 68 en el Senado, un inusual consenso bipartidista que da al dólar un nuevo salvoconducto digital. La firma llegó apenas dos semanas después de que el liderazgo republicano declarase la semana del 14 de julio “Crypto Week”.
Un bloque legislativo destinado a sacar adelante el CLARITY Act, marco para distinguir qué criptoactivos son valores o materias primas, y el dólar digital de banco central. Con este paquete, Washington podrá ofrecer a los emisores reglas claras y a Wall Street la posibilidad de negociar valores tokenizados las 24 horas.
Algo que ya exploran gigantes como JPMorgan y Citigroup, según documentos remitidos al regulador bursátil. El impacto se reflejó de inmediato en los precios. Bitcoin superó los 116.000 dólares, mientras Ether escaló por encima de los 4.000 dólares, impulsados por la expectativa de nuevas entradas institucionales.
Al calor del optimismo, consultoras como Glassnode registraron en julio el mayor flujo mensual de capital hacia exchanges estadounidenses (6.700 millones de dólares) desde el ciclo alcista de 2021. Todo eso alborozo llegó a Europa y a España.
De la desbancarización al desbloqueo financiero: Ondas expansivas hacia la Península Ibérica
La Casa Blanca complementó la ley con una orden ejecutiva que prohíbe a los bancos cerrar cuentas de empresas cripto por riesgo reputacional, práctica común durante el mandato anterior y bautizada en el sector como “Operation Chokepoint 2.0”. Al retirar ese tapón, la administración apuesta por atraer talento fintech, y los cerca de 261.000 millones de dólares que mueven las stablecoins, a suelo norteamericano.
Los movimientos en Washington llegan cuando la Unión Europea ultima la aplicación práctica de MiCA y el Banco de España redobla la vigilancia sobre los riesgos de las stablecoins referenciadas al dólar.
En un informe de mayo, la autoridad monetaria alerta de que el veto estadounidense al dólar digital podría mermar la estabilidad monetaria global y reforzar la dolarización cripto en Europa. Aun con cautela, los usuarios españoles muestran un apetito cada vez más grande.
Sólo en el primer semestre de 2025, el volumen de compraventa de criptoactivos domiciliado en el país creció. Y el interés ya no se limita a la inversión. Se extiende al comercio electrónico gamificado, donde el consumidor paga con USDC o USDT para recibir un paquete sorpresa.
De hecho, plataformas especializadas permiten una comprar caja misteriosa, una forma de blind box digital asociada a arte, moda o gadgets, abonando directamente en criptomonedas. La facilidad de pago sobre redes como Polygon, unida a la cobertura legal que ofrece el GENIUS Act, está acelerando la internacionalización de estos modelos.
Para los emprendedores españoles, significa vender ya en dólares tokenizados sin fricción bancaria. Para el comprador, abrir la puerta a un ocio digital que combina coleccionismo y probabilidad de recompensas.
¿Un nuevo puente transatlántico?
El efecto dominó también se percibe en la infraestructura. El informe de CBRE sobre data centers sitúa a la Península Ibérica como el único enclave de Europa donde Amazon, Microsoft, Meta, Google e IBM han anunciado planes simultáneos, atraídos por energía renovable barata y una regulación de conectividad favorable.
Es aquí donde España puede aprovechar la ola estadounidense. La demanda de espacio para nodos blockchain y servicios de custodia crece, y operadores como Merlin Properties ya proyectan campus de 200 MW para alojar cómputo de alto rendimiento.
Con normas claras al otro lado del Atlántico y un MiCA que entra en vigor este semestre, la segunda ola cripto promete convertirse en un corredor regulatorio entre Washington y Madrid. La pregunta es si el ecosistema español sabrá surfearla con la misma rapidez con la que Wall Street abre sus puertas digitales.
La regulación más clara y la infraestructura más robusta facilitan casos de uso cotidianos. Fintechs como Revolut superaron los cinco millones de clientes en España y reportan un crecimiento del 120% en transacciones año a año, gracias, entre otras funciones, a la conversión instantánea de USDC a euros para compras online.
El impulso al dólar tokenizado que supone el reciente GENIUS Act en EE. UU. elimina buena parte del riesgo cambiario para estos emprendedores. Sin embargo, tanto CNMV como Banco de España insisten en que los proveedores deberán explicar con mayor detalle la volatilidad de los criptoactivos y los posibles impactos fiscales.
Infraestructura: del calor manchego a la nube global
El tirón de la demanda digital se refleja en los centros de datos. Un informe de CBRE sitúa a España como el único país del sur de Europa donde Amazon, Microsoft, Meta, Google e IBM han anunciado campus simultáneos. Madrid ya suma 203 MW instalados y se acerca al club FLAP-D (Fráncfort, Londres, Ámsterdam, París y Dublín).
La socimi Merlin Properties acaba de elevar su dividendo tras confirmar un plan para añadir 200 MW y 2.000 millones de euros de inversión en Getafe, Álava, Barcelona y Lisboa antes de 2029.
Estas infraestructuras, alimentadas en parte por energía renovable manchega, atraen a operadores de staking, custody-as-a-service y layer-2 que necesitan baja latencia para servir a Europa occidental y América.