Almansa avanza hacia la economía circular con una planta pionera de reciclaje de plásticos

El Gobierno de Castilla-La Mancha ha declarado Proyecto Prioritario la instalación de una planta de reciclaje mecánico y químico de plásticos en la localidad, una infraestructura llamada a impulsar la economía circular, generar empleo y optimizar la gestión de residuos en toda la región.
Actualmente, el proyecto se encuentra en fase administrativa. El 29 de mayo de 2025 se abrió el periodo de información pública, con un plazo de 20 días hábiles para que ciudadanos y entidades presentaran alegaciones sobre la declaración prioritaria. Esta fase concluyó a finales de junio de 2025 y, tras la revisión y resolución de las alegaciones, se espera que la administración autonómica emita la declaración definitiva de Proyecto Prioritario, junto con las autorizaciones pertinentes.
Por el momento no se ha anunciado un calendario oficial de obras o apertura. Sin embargo, dada la relevancia estratégica de la planta, todo apunta a que la construcción podría comenzar en cuanto se obtengan los permisos ambientales y urbanísticos, previsiblemente entre 2025 y 2026. La entrada en funcionamiento se estima de forma orientativa para 2026 o 2027. La Junta de Castilla-La Mancha ha subrayado que la figura de Proyecto Prioritario está diseñada para que este tipo de iniciativas se tramiten en cuestión de meses, evitando los retrasos habituales de varios años.
Un impulso al desarrollo económico y medioambiental
Según el Ejecutivo regional, esta infraestructura generará empleo directo e indirecto, atraerá inversión y reforzará la cadena de valor del reciclaje en Castilla-La Mancha. Por ejemplo, una planta de reciclado de aluminio de Hydro priorizada recientemente (2024) en Guadalajara anunció 70 puestos de trabajo fijos en su proyecto y la ampliación de una industria plástica en Toledo de Joma comprometió 50 empleos directos en seis fases de ejecución.
Para obtener esta consideración, la Ley 5/2020 exige superar determinados umbrales de inversión y empleo. La iniciativa de Almansa, al haber sido aprobada bajo este marco, implica una inversión de envergadura y la creación de un volumen significativo de puestos de trabajo en la zona. Como referencia, proyectos industriales recientes declarados prioritarios en la región han supuesto inversiones que van desde varios millones hasta más de 100 millones de euros, según su tamaño y sector, lo que ofrece una idea del posible orden de magnitud de la actuación.
Además, la planta contribuirá a reducir notablemente el volumen de residuos enviados a vertedero y a incrementar la tasa de recuperación de materiales, en línea con los objetivos del Plan de Economía Circular de Castilla-La Mancha 2030 y las metas fijadas por la Unión Europea en materia de gestión de envases y residuos.
Empresas y ciudadanía, piezas clave del cambio
Para que el proyecto alcance su máximo potencial, será fundamental que las empresas, especialmente pymes y comercios, adopten buenas prácticas en la gestión de sus residuos. Segregar correctamente en origen, evitar impropios y reducir el volumen de materiales residuales son pasos esenciales para garantizar que la planta reciba residuos de alta calidad y fácil tratamiento.
Un proyecto que marca tendencia
La planta de Almansa no solo impulsará la economía local, sino que se posicionará como un referente nacional en innovación para el tratamiento de plásticos. Gracias a la integración de procesos de reciclaje mecánico, que tritura, lava y transforma los plásticos limpios en nuevos pellets para su reutilización, y químico, que descompone los polímeros complejos para obtener materias primas originales, podrá recuperar una mayor variedad de materiales, incluso aquellos considerados hasta ahora casi imposibles de reutilizar, como plásticos mixtos, films multicapa o envases con restos de contenido.
En los próximos meses, se prevé el avance de las obras y la definición de los protocolos de recepción y procesamiento de residuos. El reto será integrar a toda la cadena de actores —desde los generadores hasta los gestores intermedios— en una dinámica de colaboración que multiplique los beneficios económicos y ambientales del proyecto.
Con este paso, Castilla-La Mancha refuerza su compromiso con un modelo productivo más sostenible, donde cada acción, desde el punto de generación de residuos hasta su transformación final, cuenta para cerrar el ciclo y reducir el impacto ambiental.