Brutal agresión a una médica en Urgencias de Puertollano desata alarma sanitaria
La violenta agresión sufrida este lunes por una doctora del Servicio de Urgencias del Hospital de Puertollano ha desencadenado una oleada de indignación entre organizaciones profesionales y sindicatos médicos, que alertan de un clima de temor ya habitual entre los sanitarios de Castilla-La Mancha. El incidente, descrito por diversas entidades como uno de los más graves registrados en los últimos meses en la región, vuelve a situar en primer plano la cuestión de la seguridad en los centros asistenciales públicos.
Brutal ataque en Urgencias y detención del agresor
La médica resultó herida después de ser atacada por un paciente que, según los testimonios recabados por el Sindicato Médico de Castilla-La Mancha (CESM-CLM) y el Colegio de Médicos de Ciudad Real, protagonizó un episodio de violencia descontrolada. El hombre, de 46 años, pasó de un comportamiento errático a una agresividad súbita, arremetiendo sin motivo aparente contra profesionales, familiares y personal de seguridad presentes en el área de observación.
Este estallido de violencia se produjo en la tarde del día 8, una jornada de alta actividad asistencial. El paciente irrumpió en la zona privada de Urgencias durante su intento de huida, al que accedió a través de una salida de emergencia. Allí se encontró de frente con la doctora responsable del área, a quien atacó con una violencia descrita como “salvaje” por los organismos profesionales. Los relatos coinciden en que la golpeó, la arrojó al suelo y le propinó múltiples puñetazos y patadas, causándole un traumatismo craneoencefálico y una herida inciso-contusa que requirió sutura. En el episodio también resultó implicado un vigilante jurado del centro, que trató de frenar al agresor.
El ataque alcanzó momentos de extrema gravedad cuando, con la víctima indefensa en el suelo, el individuo intentó arrastrarla hacia un cuarto de limpieza, un gesto que alarmó todavía más a quienes presenciaban la escena. La rápida reacción del personal de seguridad, junto con sanitarios y familiares de pacientes que escucharon los gritos de auxilio, permitió reducir finalmente al individuo, evitando consecuencias potencialmente aún más dramáticas.
Minutos después, la Policía Nacional llegó al lugar y procedió a la detención del agresor, que fue puesto a disposición judicial. La profesional, en estado de shock, fue atendida de inmediato y permanece bajo seguimiento del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), que continúa realizándole pruebas para descartar posibles lesiones adicionales.
Indignación y denuncia de desprotección
La agresión ha generado una fuerte reacción institucional y sindical. El CESM denunció públicamente la gravedad del episodio y alertó de que el miedo se ha instalado entre los facultativos, que sienten que ejercer su labor se está convirtiendo en una actividad de riesgo. El secretario general del sindicato, Óscar Quintana, aseguró que “los médicos acuden cada día a hospitales y centros de salud con miedo” y reclamó “seguridad real” en los centros, no solo protocolos sobre el papel.
El presidente del CESM-CLM, Jorge Juan Curiel, fue aún más contundente al denunciar la “absoluta desprotección” que sufren los profesionales tras una agresión. Según explicó, la cobertura ofrecida por el Sescam se limita a la asistencia legal para interponer una denuncia, pero no garantiza un acompañamiento integral que incluya seguimiento médico, psicológico o asesoramiento especializado. Esta falta de apoyo, subrayó, agrava el impacto emocional y económico sobre quienes sufren estos episodios violentos.
Curiel también criticó la actuación de Solimat, la mutua encargada de las contingencias laborales del personal sanitario. Aseguró que “abandona” a los profesionales cuando las lesiones no dejan secuelas objetivas, dificultando el reconocimiento de la agresión como accidente laboral. Como ejemplo, citó varios casos recientes en Talavera de la Reina, donde un enfermero y un médico fueron derivados a sus médicos de familia para tramitar una baja ordinaria, pese a haber sido agredidos mientras trabajaban. Esta situación implica que “después de ser agredido, un facultativo cobra menos estando de baja que trabajando”, un hecho que el sindicato considera inaceptable. Además, se denunció la falta de atención psicológica urgente, un recurso que consideran imprescindible ante episodios de violencia extrema.
Apoyo del Colegio de Médicos y llamado a reforzar la protección
El Colegio de Médicos de Ciudad Real expresó su indignación por la “brutal y salvaje agresión” sufrida por la doctora y trasladó todo su apoyo, cercanía y solidaridad a la víctima, subrayando la necesidad de una recuperación física y emocional completa. La entidad ha puesto a disposición de la profesional su servicio de acompañamiento jurídico y emocional y anunció que se personará en el procedimiento judicial, como hace siempre en casos de agresiones a médicos.
El Colegio recordó la importancia de que, ante cualquier episodio violento, el profesional solicite parte de lesiones y presente denuncia, pasos esenciales para activar la protección jurídica. En este caso, ambos trámites se realizaron de forma correcta. La institución insistió en que “ningún profesional debe acudir a su trabajo con miedo” ni aceptar como parte de su labor amenazas, intimidaciones o agresiones físicas.
Asimismo, el Colegio subrayó la urgencia de aplicar íntegramente las nuevas medidas anunciadas por la Consejería de Sanidad contra las agresiones a sanitarios. El episodio de Puertollano, afirmaron, demuestra la necesidad de reforzar de manera inmediata los protocolos de prevención, la dotación de seguridad y los sistemas de alerta en todos los ámbitos asistenciales.