Arranca la obra de la mina de fosfato en Fontanarejo pese al rechazo vecinal

Los vecinos han asegurado que el inicio de los trabajos de la construcción de las instalaciones de la mina “no ha traído ningún beneficio” al municipio
Área donde esta prevista la explotación de la mina de Fontanarejo (Ciudad Real)
Área donde esta prevista la explotación de la mina de Fontanarejo (Ciudad Real)

La empresa Alcudia Mining ha comenzado la construcción de las instalaciones de tratamiento y viales de la mina a cielo abierto de Fontanarejo destinada a la explotación de fosfato en el norte de la provincia de Ciudad Real, un proyecto que cuenta con fuerte oposición vecinal y que todavía está pendiente de resolución judicial sobre la legalidad de su concesión.

Vecinos de Fontanarejo han denunciado este miércoles a través de las redes sociales que el Ayuntamiento ha autorizado las obras sin esperar la resolución judicial pendiente sobre la concesión minera, cuya vista se celebrará próximamente en la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Albacete.

Además, han advertido que estas obras han comenzado sin haberse hecho públicos los estudios ambientales obligatorios, entre ellos el hidrológico, “clave para determinar el impacto sobre el agua en la zona”.

Los vecinos han asegurado que el inicio de los trabajos de la construcción de las instalaciones de la mina “no ha traído ningún beneficio” al municipio, donde se han creado “cero” puestos de trabajo.

Los vecinos han apuntado que seguirán “luchando para parar este despropósito, en el pueblo y en los juzgados” y han asegurado que “el tiempo les dará la razón”.

Organizaciones conservacionistas como Ecologistas en Acción han denunciado desde hace años el impacto que tendría esta explotación minera en este territorio de la provincia de Ciudad Real.

La mina, han recordado, se ubica a menos de tres kilómetros del núcleo urbano de Fontanarejo y a unos diez kilómetros al sur del Parque Nacional de Cabañeros, con una superficie total de 60 hectáreas.

Según el proyecto inicial, la mina tendrá una profundidad de 150 metros y estará compuesta por una zona de extracción a cielo abierto, una escombrera de 40 metros de altura y 30 hectáreas, y una planta de tratamiento de fosfatos que generará aguas ácidas.

La mina, han recordado, se localiza en la cabecera del río San Marcos y han apuntado que afectará a los arroyos de Valdehornillos y del Puerto, vertiendo aguas potencialmente contaminadas a este último.

Los ecologistas también han apuntado que el proyecto de la empresa estima que la actividad minera se prolongará durante 35 años, en los cuales se removerán 7,7 millones de metros cúbicos de roca, con una previsión de ocho millones de toneladas de reservas fosfáticas.

En cuanto al empleo, se calculaba la creación de 25 puestos de trabajo, de los cuales solo una parte correspondería a vecinos de la comarca, y aque los empleos técnicos o especializados, según la propia empresa, requerirán personal externo con experiencia previa.

Los colectivos ecologistas han destacado que el área afectada posee un alto valor ecológico, con presencia de especies protegidas y recientemente recolonizada por el lince ibérico dentro del programa europeo Life Iberlince.

También en el entorno inmediato se reproducen o campean águila imperial, cigüeña negra, alimoche común, águila perdicera y águila real, tal y como reconoce el propio estudio de impacto ambiental presentado por la promotora.

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