La vida cañón

El libro publicado por la periodista Analía Plaza “La vida cañón” es todo un fenómeno editorial. Se trata de un peculiar retrato de España, analizando la vida de los boomers, que es el término asignado para los que nacieron entre finales de la década de los cincuenta y primeros años de la década de los setenta. Es la generación del “baby boom”, la más numerosa de la historia, puesto que había una media de más de 600.000 nacimientos al año, el doble que los nacidos en 2023, que fueron 320.656. Así pues, estamos en una sociedad de muchos abuelos y pocos nietos. Con una pirámide poblacional invertida en nuestro país, los mayores de 55 años son el 34% de la población.

Con todo, este ensayo no es un análisis de fríos datos estadísticos, ya que es un ameno recorrido por las circunstancias de las personas que ahora o ya están jubiladas o están a punto de jubilarse. Son los adultos “disfrutones” que la autora llama con cierto reproche y humor a aquellos que pueden ser sus padres, porque la autora tiene treinta años y está en la órbita de los millennials, otro nombre impronunciable para designar a los que han vivido en crisis permanentes, que a pesar de tener una calidad de vida de parque temático, con mucho acceso a la cultura, al ocio, a viajes exóticos, no tienen lo fundamental como un trabajo digno o una vivienda o la posibilidad de tener hijos.

Es cierto que los boomers están disfrutando de la vida, están tirando del consumo, llenan los restaurantes y los hoteles. Gracias a varios acuerdos, sus pensiones están blindadas y al alza, aunque no siempre son tan jugosas. Además, por lo general, tienen la casa pagada que dejarán en herencia a sus hijos.

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