Ganar el relato

La nueva declaración de Begoña Gómez en un juzgado de Madrid y el anuncio del procesamiento del fiscal general del Estado -un señalamiento del que no es descartable que tuvieran noticia anticipada en La Moncloa- han sido dos de los acontecimientos que, saliendo de la crónica de tribunales, han marcado la agenda política de la semana. Lo que tiene el segundo de hecho sin precedentes acompaña al primero como un asunto que, sin duda, pesa sobre el estado de ánimo y las actuaciones de Pedro Sánchez. Puede que hasta el punto de ser el factor que impulsó una de sus últimas y más polémicas decisiones.

Me refiero a la sobreactuación del pasado lunes compareciendo en temprana hora para anunciar diversas medidas de embargo contra Israel en razón de la matanza llevada a cabo en el transcurso de la invasión de Gaza. Pedro Sánchez insistió en calificar la masacre de genocidio haciendo suya la dialéctica de sus socios de Sumar, la coalición que encabeza la vicepresidenta Yolanda Díaz, quien opina que las medidas de embargo anunciadas son insuficientes y se declara partidaria de romper las relaciones diplomáticas con Israel. Extremo que no ha secundado el Ejecutivo limitando la reacción a llamar a consulta a nuestra embajadora en Tel Aviv.

En un asunto como este que también ocupó parte de las intervenciones del pasado miércoles en el transcurso de la sesión de control al Gobierno lo que se evidencio es qué como táctica previsora Pedro Sánchez recurrió al comodín de la política exterior siguiendo un patrón muy conocido: cuando en casa hay problemas lo mejor es intentar cambiar el relato mirando hacia fuera. En este caso la situación en Gaza, enclave en el que la víspera del anuncio de Sánchez no había ocurrido nada diferente a lo que venía aconteciendo en las últimas semanas.

La previsión sobre el calvario político y mediático que se le venía encima a cuenta del sostenido discurso de la oposición sobre los casos de corrupción, agravado por la deriva personal que le afectaba en razón del paseíllo de su esposa en los juzgados, arroja luz para explicar el porqué del momento elegido por el presidente del Gobierno para anunciar las medidas que han provocado una reacción durísima del gobierno de Israel. El objetivo, como diría Álvaro García Ortiz, todavía fiscal general del Estado, era “ganar el relato”. Lo consiguió a medias pero al precio de ampliar una crisis política y diplomática con Israel que tendrá consecuencias.

Comentarios
clm24.es/admin: