Una avería deja sin agua potable a los pueblos de la mancomunidad del río Pusa

La vida cotidiana de miles de vecinos de la comarca de La Jara y la Campana de Oropesa se ha visto alterada desde este martes por una avería en la red de abastecimiento de la Mancomunidad del Río Pusa, que suministra agua a diez municipios de la provincia de Toledo. La incidencia ha dejado sin agua potable a unas 9.000 personas, que desde entonces no pueden beber ni cocinar con el suministro de sus grifos.
Los ayuntamientos afectados —Espinoso del Rey, Malpica de Tajo, Los Navalmorales, La Pueblanueva, Retamoso de la Jara, San Bartolomé de las Abiertas, Santa Ana de Pusa, Torrecilla de la Jara, Villarejo de Montalbán y San Martín de Pusa— han difundido bandos municipales en los que se prohíbe expresamente el uso del agua para consumo humano, ya que las últimas analíticas detectaron un exceso de hierro muy por encima de los niveles permitidos. El líquido puede utilizarse únicamente para limpieza y otros usos no alimentarios.
Una bomba averiada y una red obsoleta
El origen del problema se encuentra en la bomba que extrae agua de la presa del Pusa, actualmente fuera de servicio por una avería. Al no poder captar desde los niveles superiores, el abastecimiento se ha desviado hacia capas más profundas, donde la concentración de hierro es mayor y complica el proceso de potabilización.
La situación no es nueva. La propia Mancomunidad reconoce que la infraestructura es antigua y sufre averías recurrentes, especialmente en épocas de estiaje. La falta de lluvias reduce el volumen del embalse y obliga a extraer agua de zonas más problemáticas desde el punto de vista químico.
Sin plazos para la reparación
Por el momento, no se ha comunicado una fecha concreta para la restitución del servicio de agua potable. La incertidumbre ha generado malestar entre la población, que depende de soluciones alternativas como la compra de agua embotellada o, en algunos casos, el reparto puntual de cisternas gestionado por los municipios.
Los alcaldes de los pueblos afectados han reclamado a la Mancomunidad y a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha una intervención urgente que no solo resuelva la avería actual, sino que garantice la modernización de las instalaciones para evitar nuevos episodios de este tipo.
Mientras tanto, los vecinos deberán seguir adaptándose a una situación que impacta en la vida diaria: desde la preparación de alimentos hasta la organización de colegios, bares y centros de salud, que requieren agua de calidad para su funcionamiento.