Sofía Suescun y Kiko Jiménez, a punto de romper por las “citas secretas” de ella con otro
Parece que el universo guarda sus bromas más crueles para los escandalones de la farándula. La revista Lecturas lanza una exclusiva que pone patas arriba la relación de seis años entre Sofía Suescun y Kiko Jiménez, justo cuando creías que lo habías visto todo. En su portada se lee que la pareja está “al borde de la ruptura” porque él ha descubierto unas… ejem, citas secretas de ella con otro hombre.
¿Con quién habría sido la traición?
Según Divinity, se trata de Juan Faro, un influencer gallego de cerebro musculado: ex‑policía, campeón de culturismo, creador de contenido, y personaje multimillonario con negocios en fitness, coches de lujo, criptomonedas y un club privado. Para darle más sal, en 2024 estuvo en prisión por blanqueo, fraude fiscal y presunta vinculación con narcotráfico, con 100 días en Estremera de recuerdo.
Reacciones en Telecinco
En TardeAR, el anuncio fue como un balde de agua fría al mediodía. Antonio Rossi resumió sin piedad: “ruptura, citas secretas… no es solo un café”. Belén Rodríguez, con la mirada más sagaz del plató, leyó entre líneas que Sofía había publicado una carta de perdón intentando adelantarse al escándalo: “nosotros tenemos confianza indestructible”, venía a decir el post.
Marta López, más comprensiva, admitió que sabía del lío desde antes y confirmó que Kiko “no ha ido a trabajar… lo está pasando mal”. Verónica Dulanto, tan cínica como buena periodista, sentenció: “Lecturas no publica esto si no lo tiene BIEN atado”.
El contexto familiar, ese culebrón que no acaba
La crisis no solo golpea a la pareja: Sofía ya vive un terremoto familiar con su madre Maite Galdeano y su hermano Cristian. Cristian reaccionó cerrando completamente su vínculo con ella después de que su hijo ingresara en el hospital, y Maite no se quedó atrás acusando a Kiko de manipular a su hija. Esto lo convierte todo en una olla de presión mediática lista para explotar.
¿Y Juan Faro qué dice?
Ni mu. Según Marta López, hablar con él fue como arrancarle la mandíbula sin anestesia: ni confirma ni desmiente. Prefiere que sus negocios —y su tranquilidad— sigan intactos.
¿Será esto el final o un nuevo capítulo de reality show amoroso?
Antonio Rossi lanzó otra perlita: si realmente pasó, es probable que hicieran borrón y cuenta nueva en privado, sin admitir debilidad en las redes. Así que, como buen espectáculo crudo y contemporáneo, igual esto se queda en otra sacudida, y el público cambia de drama en días.
