Pitingo y Verónica rompen su relación tras 17 años de matrimonio y un hijo en común

Fue una historia marcada por la complicidad, el amor adolescente, las giras internacionales y un hijo con talento artístico. Hoy, según ha podido saber Vanitatis en exclusiva de la mano de Paloma Barrientos, llega a su fin
Pitingo y Verónica rompen su relación tras 17 años de matrimonio y un hijo en común
Pitingo y Verónica rompen su relación tras 17 años de matrimonio y un hijo en común

Según recoge La Razón, tras casi tres décadas de amor y 17 años de matrimonio, Pitingo y Verónica Fernández han decidido seguir caminos separados. La exclusiva, confirmada por Vanitatis gracias a fuentes cercanas a la pareja, revela que la ruptura se ha producido de mutuo acuerdo y con la firme intención de mantener una relación cordial por el bien de su hijo, Manuel.

Su historia comenzó hace más de 30 años, cuando el artista aún no era un nombre reconocido en los carteles de los grandes escenarios del mundo. Se conocieron siendo apenas unos adolescentes, en una feria del madrileño barrio de Alameda de Osuna, entre risas y coches de choque. Desde entonces, Verónica no solo fue su compañera sentimental, sino también su pilar profesional: su road manager, su agenda viviente, su voz de razón. "Es importante tener cerca a alguien que te diga las cosas como son y no esté palmeándote a todas horas", confesó él hace unos años a Vanitatis.

Boda civil en 2008

Se casaron en 2008 en una ceremonia civil celebrada en Madrid. Fue un enlace lleno de rostros conocidos: Juan Ramón Lucas, Imanol Arias, Loles León, Antonio Carmona y Mariola Orellana, entre otros. A la salida del juzgado, Pitingo se mostraba exultante: "La conocí cuando tenía 16 años y tuve claro que era la mujer de mi vida. Le debía esta boda".

En 2012 llegó su hijo, Manuel, quien parece haber heredado el arte de su padre. Ha cantado junto a él en reuniones privadas y hasta sorprendió al cantante en el plató de "MasterChef". El entorno lo describe como "un niño amoroso y con un futuro prometedor", aunque sus padres priorizan su formación académica.

En 2021, la familia se trasladó a Punta Cana, buscando un remanso de paz en plena expansión profesional de Pitingo por Estados Unidos y Latinoamérica, donde es venerado como maestro del soul y del flamenco. Sin embargo, para Verónica, el retiro en el paraíso tuvo sombras: la soledad, la distancia de los suyos, y las ausencias prolongadas de su marido por trabajo hicieron mella.

Aunque no hay aún un divorcio ratificado oficialmente, las fuentes consultadas por Vanitatis son tajantes: "No hay posibilidad de retomar la relación". Así se cierra un capítulo de amor intenso y artístico que, como los grandes temas de Pitingo, deja ecos profundos.

Comentarios
clm24.es/admin: