Se destapa lo que calla Alice Campello de su "muy complicada" separación de Morata
Según recoge Informalia, han pasado tres meses desde que la influencer italiana y su marido comunicaran su decisión de separarse, tras siete años de matrimonio y cuatro hijos en común. Desde entonces, su vida ha sido una montaña rusa de emociones que ha ido sorteando para encontrar la mejor versión de sí misma. A sus 28, Alice Campello ha vuelto a su Italia natal y se ha rodeado de amigos y familiares para recomponerse y comenzar una nueva etapa con más fuerza. No ha sido fácil, porque eran muchas las heridas que arrastraba y que, poco a poco, debe curar: "No estaba preparada para ser madre", ha dicho.
Alice dio a luz a sus mellizos con solo 23 años y ahora, más madura, asegura que fue una decisión precipitada: "Creo que no estaba preparada. Te dicen: 'No duermes, es cansado…'. Pero no sabía lo que iba a pasar a mi mente y a mi cuerpo. Lo mejor de mi vida ha sido tenerlos tan seguidos y cuando los veo jugar juntos me parece impresionante. Pero no me estaba dando cuenta de cuánto me ha afectado a nivel mental. Mis embarazos y mis postpartos me han afectado muchísimo. Sobre todo el último, que casi me muero", recuerda en una entrevista para la revista Forbes Woman. "Tengo una personalidad muy fuerte y no me gusta hacerme ver débil o triste. Al día siguiente estaba intentando estar con mis hijos haciendo ver a todo el mundo que estaba bien, que no necesitaba a nadie. Y no es así. Tenía que haber vivido mi duelo".
La separación de Alice y Álvaro fue toda una sorpresa. De cara a la galería, eran la pareja perfecta, la familia perfecta, pero ambos arrastraban problemas de salud mental debido a las presiones laborales y personales que minaron su relación. "No estoy sufriendo ningún tipo de desamor porque hablo con Álvaro todos los días. No se ha ido con otra, nada de eso ha pasado. Álvaro me está respetando. Es más, no estábamos bien por nuestras cosas. Y hay que volver a estar bien, punto". El amor se ha convertido en amistad, por el momento, aunque no descarta una reconciliación: "Mi objetivo ahora no es volver con él, sino estar bien. Que mis hijos estén bien, que vivan todo de la mejor manera posible, pero sobre todo estar bien yo. Y él también. Es mi familia y siempre lo será. Si puedo ayudarle, lo haré".
Dos figuras clave
Morata no solo ha sido el marido de Alice y el padre de sus hijos sino también su mayor apoyo en su aventura empresarial, la marca de cosmética natural Masqmai, que factura casi 9 millones de dólares al año: "Álvaro me empujó un montón. Me decía: 'Es tu pasión. ¿Por qué no te lanzas? Tuvo que empujarme muchísimo: 'Vales un montón', 'Cuando hay pasión las cosas salen', 'Si va mal, ya está, una experiencia más de tu vida', '¡Hazlo!", ha confesado. "Insistió tanto que dije, bueno, voy a intentarlo. A lo mejor de verdad puedo hacerlo. Desde el principio funcionó. Recuperé toda la inversión en un mes".
A su primer producto, Natural Beauty Elixir, le siguió su best seller, Roiboos Eyes Patches. "No quería que fuera la marca de una chica famosa en IG. Quería hacer un producto top. No puedo vender una cosa que yo no utilizaría. Desde el principio lo trabajé muchísimo con expertos, dermatólogos, cosmetólogos".
Alice se define como una persona muy ambiciosa, una cualidad que le debe a su padre: "He crecido con un padre que me ha obligado a serlo. Él tiene muchas empresas y es muy importante en el mundo de los negocios. Hubiera podido tener unos hijos acomodados pero no nos lo ha permitido. Nunca me ha regalado nada. Siempre me ha dicho que para conseguir algo hay que esforzarse y conseguirlo sola". Andrea Campello es uno de los empresarios más importantes de Mestre, en Venecia. Su empresa, Campello Motors, es una sociedad concesionaria que distribuye automóviles de las marcas Fiat, Jeep, KIa, Nissan y Lotus en el norte de Italia. También es importador y distribuidor exclusivo para todo el mercado italiano de coches SWM y minicoches eléctricos XEV. "Gracias a él pude hacerlo. A la hora de tomar decisiones le pido consejo; tiene mucha más experiencia que yo", dice Alice. "Nunca me hubiese gustado ser una mujer que no hace nada. Siempre he querido hacer algo mío y sentirme importante. No podría ser solo 'a pareja de".
Una familia perfecta... en redes
La exposición pública también ha sido un arma de doble filo para Alice y asegura que ha influido en su relación con Morata: "Somos unos privilegiados y tenemos muchísimas cosas positivas. La gente que dice: '¿De qué os quejáis si tenéis todo?'. Pero también tenemos mucha presión. Cuando estás tan expuesto mucha gente se inventa cosas y te quiere ver mal", ha dicho.
La presión era tal que Alice tuvo que recurrir a ayuda especializada: "Me ha venido muy bien, pero nunca te acostumbras del todo a la fama. Quizá es caracterial. No consigo acostumbrarme; no consigo no pasarlo mal. Yo siento que lo que he vivido en mi relación es lo más sincero y verdadero de mi vida. Nunca nos hemos faltado al respeto y podría poner mi cuerpo en el fuego. Me duele mucho que lo pongan en duda solo por hacer daño. Pero tengo que aprender a convivir con ello. Llegar a un sitio y pensar: '¿Qué pensará de mí? ¿Se creerá lo que ha leído?'. Demostrar todo el rato que no soy esa persona que describen en los medios es muy frustrante. No me siento nunca libre".
