La catedral de Cuenca recupera el retablo de los apóstoles tras su restauración
Tres años después de su desmontaje, el retablo de la Capilla de los Apóstoles ha vuelto a la Catedral de Cuenca tras una restauración que ha contado con la colaboración de la Fundación Iberdrola.
Este ha sido el tercer retablo de la Catedral de Cuenca que ha sido recuperado en la última década gracias a esta fundación. El trabajo ha sido por 23 alumnos de la especialidad de escultura de la Escuela Superior de Conservación y Restauración de Derechos Naturales de la Comunidad de Madrid bajo la dirección de Luis Priego.
El retablo de la Capilla de los Apóstoles es, en palabras del director de la Catedral de Cuenca, Miguel Ángel Albares, "uno de los más suntuosos y monumentales de la pintura conquense del siglo XVI", con una rica decoración yuxtapuesta a 16 tableros de pincel "inequívocamente correspondientes al estilo de Martín Gómez El Viejo, discípulo de Yáñez de Almedina y su taller"
El retablo fue un encargo del chantre don García Osorio de Villarreal y Albares ha explicado que la obra debió hacerse en varias campañas. En la primera se debió terminar la mazonería, "que según la obligación firmada por el alemán Giraldo de Flujo, estaba asentada antes de junio de 1560".
Quedaban entonces por decorar las dos grandes cajas de la calle central del retablo, cuyas historias de mediorrelieve se encomendaron al propio Flugo y, en su primera fase, según Albares, "las pinturas del retablo debieron realizarse entre 1561-1563 y pudo ser la última ocasión conocida del trabajo de Martín Gómez El Viejo.
El director de la restauración, Luis Priego, ha compartido su orgullo por haber completado este trabajo en un retablo "dedicado al triunfo de Cristo sobre la muerte", en el que los artistas "supieron entender este mensaje y llevarlo a su máximo esplendor".
Priego ha destacado que el mayor reto ha sido la recuperación del bajorrelieve, que ha sido hecho desde cero, utilizando la técnica original, ya que el centro de la escena había sido recortada a principios del siglo XX para hacer un hueco del sagrario.
El resto del retablo ha recobrado su esplendor sin mayores dificultades y Priego ha manifestado que ha sido un placer "trabajar con una obra en la que los materiales son tan exquisitos y cuidados"
Anteriormente, la Fundación Iberdrola había restaurado los retablos de Santa María y todos los Santos y el retablo de San Fabián y San Sebastián. El director de la Fundación, Ramón Castresana, ha destacado el "riesgo" que siempre supone el desmontaje de estos retablos y ha agradecido la confianza también del Gobierno de Castilla-La Mancha, que ha dado el visto bueno para el traslado de la obra de una comunidad a otra.
En nombre de la Comunidad de Madrid ha intervenido el director general de Enseñanzas Artísticas, Miguel Olite, que ha manifestado que la Comunidad de Madrid está orgullosa por este trabajo de la escuela de restauración y ha dado las gracias al obispo de Cuenca por la confianza depositada.
Por su parte, el obispo de Cuenca, José María Yanguas, ha compartido su felicidad por la labor que se ha hecho con este retablo y ha recordado que "los trabajos de restauración de obras de arte reviven y nos devuelven retazos de nuestra historia".
Algunos de los alumnos que han participado en esta restauración han acudido a la inauguración y todos han recogido los agradecimientos de los presentes, que les han recordado que, desde ese día, su trabajo ya forma parte de la historia de la Catedral de Cuenca.