El Proyecto Arraigo suma dos nuevas familias en Cañete y Salinas del Manzano

El Proyecto Arraigo continúa atrayendo nuevos habitantes al medio rural conquense. En esta ocasión, dos familias se han incorporado recientemente a la vida de los municipios de Cañete y Salinas del Manzano, reforzando la apuesta de la Diputación de Cuenca por fijar población en las zonas rurales.
La iniciativa, impulsada por la institución provincial con la colaboración de más de veinte ayuntamientos y el apoyo financiero del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, acumula ya 56 familias y un total de 154 personas asentadas en la provincia desde su puesta en marcha.
El diputado de Reto Demográfico, Javier Cebrián, subraya la importancia de estas incorporaciones, especialmente en verano, cuando los pueblos se llenan de visitantes. “Estos ejemplos sirven de referencia para que quienes veranean en nuestros pueblos se animen a dar el paso y fijen aquí su residencia”, señaló.
Los datos estadísticos acompañan este optimismo. Según la Estadística de Población Continua publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la provincia de Cuenca cuenta con 199.942 habitantes, 925 más que el año anterior. Además, se observa un incremento en franjas de población clave, como la juvenil o la que inicia su etapa laboral. Aun así, Cebrián advierte de que la lucha contra la despoblación es “una carrera de media distancia” que requiere constancia y planificación.
Más allá de las cifras, el diputado recuerda que detrás de cada llegada hay una historia personal. Una de ellas es la de María Elena Martín, docente venezolana de origen canario que, tras seis años en Barcelona, ha decidido trasladarse a Cañete. Con experiencia en asociaciones y en labores de voluntariado y apoyo a personas mayores, busca en el medio rural un espacio para continuar desarrollando su vocación.
La otra incorporación corresponde a Carlos Milán, quien se ha asentado en Salinas del Manzano en busca de tranquilidad y con el objetivo de adquirir una vivienda. Prejubilado, ha encontrado en este municipio un entorno propicio y disponibilidad de casas para quienes apuestan por dar el salto al campo.
La Diputación de Cuenca celebra estas nuevas llegadas como un ejemplo de dinamización social y económica en los pueblos, al tiempo que mantiene firme su compromiso en la lucha contra la despoblación.