Muchas son las personas que deciden voluntariamente someterse a una operación de cirugía estética. Una de las más demandas son las referidas al pecho, ya sea por su tamaño o forma, la mamoplastia es una de las operaciones más realizadas en el mundo. Es por ello que antes de acudir a una clínica de aumento de pecho, hay una serie de consejos que viene bien conocer.
Antes de nada lo más importante es ser conscientes de que la clínica a la acudimos nos inspira confianza y tiene un buen historial de trabajos realizados. Informarse previamente de todas las opciones y riesgos que existen en este tipo de operaciones debe ser fundamental. Un buen sitio, un buen cirujano, prótesis de calidad, son solo algunas de las opciones en las que debes fijarte al elegir una clínica de aumento de pecho.
Pero, ¿qué más se debe tener en cuenta a la hora de hacer una mamoplastia?
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No escatimar en gastos. O en otras palabras, elegir una clínica que nos vaya a dar un buen servicio y no dirigirse simplemente a la más económica. Aunque la mamoplastia no suele complicarse, al estar en juego la salud, el dinero debe quedar en un segundo plano. Lo importante es la garantía y la calidad que se oferten.
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Escoger un buen cirujano. En esta misma línea no podemos olvidar que el especialista escogido debe ser el adecuado. ¿Y cómo se puede saber eso? Revisando que el cirujano no solo realice la operación si no que también la revise e investigando cuáles han sido sus resultados previos y que sea miembro de la SECPRE (Sociedad Española de Cirugía Plástica).
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Ser consciente de las diferentes opciones. Antes de someterse a este tipo de intervenciones es necesario vislumbrar cuáles son las prótesis disponibles en la clínica de aumento de pecho y cuáles se adaptan mejor a lo que buscamos. Entre los profesionales las prótesis más usadas son las de silicona cohesiva ya que crean un efecto más natural, además de permitir la lactancia y reproducción. Es importante realizar simulaciones 3D previas para elegir el tamaño y la forma de tu futuro pecho correctamente.
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Elegir el momento adecuado. Aunque una operación de este tipo se puede hacer en cualquier época del año es importante escoger un período en el que tengas la disponibilidad suficiente para la intervención y la recuperación. Para tener un postoperatorio tranquilo y completo deberías dedicarte entre 5 y 7 días por lo que lo mejor es huir de los momentos de fiestas o jornadas de mucho trabajo.
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Llevar el postoperatorio con sumo cuidado. Una vez realizada la intervención debes seguir las pautas indicadas por tu médico para que así los implantes se adapten de forma correcta a tu cuerpo, entre ellos, la cura de las cicatrices en el hogar o visitas a las revisiones en la fecha en la que toque.
Asimismo, son muchas las personas que siguen dudando entre los tiempos a la hora de poder volver a la vida “normal”. Si todo marcha tal cual lo correcto, lo común es poder volver al trabajo (siempre y cuando no sea físico) a los 5-7 días y conducir a los 10-12 días. El ejercicio físico, sin embargo, deberá esperar al menos un mes.
A día de hoy, las intervenciones de este tipo son de las más frecuentes y especializadas, por lo que existe una amplia variedad de información sobre el tema, desde las mejores clínicas de aumento de pecho a todos los detalles sobre cómo se realiza la operación. Además de estos factores, conviene recordar que uno de los aspectos más importantes antes de realizar cualquier cirugía estética es estar completamente seguros de qué se quiere y cómo se quiere.
