Víctima de abusos en Albacete: el trauma derivó en varios intentos de suicidio

La víctima, que denunció años después los abusos sufridos en su infancia por parte de su tío en Albacete, declaró en el juicio que el trauma le provocó trastornos psicológicos y cuatro intentos de suicidio. El acusado niega los hechos mientras Fiscalía y acusación particular piden penas de hasta 12 años de prisión.
En la imagen de archivo el Palacio de Justicia sede de la Audiencia Provincial de Albacete y del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (TSJCLM), juzgados, TSJCM,
En la imagen de archivo el Palacio de Justicia sede de la Audiencia Provincial de Albacete y del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (TSJCLM)

La víctima que padeció durante seis años abusos cuando era menor de edad por parte de su tío en Albacete ha testificado este lunes durante el juicio en la Audiencia Provincial de Albacete, donde ha declarado que el trauma le causó trastornos depresivos y límite de la personalidad que la llevaron a cuatro intentos de suicidio en años posteriores. El procesado ha negado la realidad de los hechos del escrito y su defensa ha pedido la absolución.

El juicio ha comenzado con las declaraciones de la víctima, ahora mayor de edad y con 17 años cuando puso la denuncia, quien ha afirmado que no se atrevió a denunciar en su día "porque no estaba preparada psicológicamente". Según su relato, desde los seis a los doce años, el acusado, su tío político, aprovechó diversas ocasiones para realizarle tocamientos. La mayoría de los hechos ocurrieron durante los años en los que su familia vivía en el mismo edificio que su abuela, quien compartía domicilio con su tío.

En repetidas ocasiones, sobre todo en los fines de semana que se quedaba a dormir en casa de su abuela porque sus padres trabajaban o estaban fuera de casa, el acusado aprovechaba para introducirse en el dormitorio de la menor y llevársela en brazos a su habitación, donde la manoseaba por encima y por debajo de la ropa interior, llegando a intentar penetrarla y a eyacular.

La joven ha declarado que ella se solía hacer la dormida, quejándose de dolor cuando este intentaba penetrarla, y ha recordado que él le proponía que le realizase sexo oral en las ocasiones en que descubría que estaba despierta.

Ella optó por no contárselo a su familia en aquel momento, "porque no entendía lo que estaba pasando" y porque "tenía miedo que no me creyeran y de arruinarle la vida" a su familiar, según llegó a escribir en su diario. En aquel momento, ha reconocido que su tío "era un referente" para ella, ya que la joven venía de una familia desestructurada. "Ahora entiendo por qué me hacía tanto caso", ha afirmado durante el juicio, asegurando que tras mucha terapia, empezó a comprender su situación y a recordar más episodios de las violaciones.

La víctima ha afirmado que los tocamientos llegaron también a veces a producirse en su propia casa, cuando su tío se quedaba al cargo de ella y de su hermano pequeño, e incluso, en la tienda de informática donde él trabajaba, en algunas de las visitas en las que ella fue a verlo.

"Él normalizaba la situación y me decía que no dijera nada", ha explicado la joven, quien ha detallado que estuvo "bloqueada" mentalmente durante años, hasta que a raíz de una conversación con una prima en Argentina, esta le comentó que también había padecido abusos por parte de su tío en una de sus visitas al país latinoamericano, de donde es originario. "Al principio me daba miedo afectar a la poca familia que tengo en España denunciando, pero prefiero destruirla antes de que este hombre siga libre", ha declarado durante el juicio la menor.

La defensa ha aportado una declaración jurada ante notario del padre de la prima de Argentina, por la cuál éste afirma que las acusaciones de su hija son mentira. Ante esto, la víctima ha asegurado que "desconozco si esas acusaciones son verdad o mentira, pero yo sé que mi historia es cierta". También ha detallado que a su madre "le costó mucho tiempo" creer su relato, pero cuando finalmente el diario de la joven cayó en sus manos, se animó a denunciar y apoyarla, retomando el contacto con el padre de la víctima, de quien estaba separada, para comenzar el procedimiento.

La Fiscalía ha pedido un total de 8 años de prisión y una indemnización de 18.000 euros para la víctima, mientras que la acusación particular ha subido la pena a 12 años de prisión y 30.000 euros de indemnización. La víctima ha asegurado no tener interés en la indemnización.

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