La nación en peligro y la prostitución

Los dos partidos, PSOE y PP, celebran cumbres este fin de semana. Los primeros, desolados y estupefactos, tratan de cambiar caras en la dirección de la organización, en un intento por frenar su deteriorada imagen y poner coto a la caída en las encuestas.

La estrategia, marcada por Moncloa, pasa por poner el foco en la defensa del feminismo, con el nombramiento de una mujer al frente de la organización del partido y endurecer las normas contra los usuarios de prostíbulos. Precisamente, Sánchez se había reunido antes con las responsables de igualdad para contarles que, "sí pensara que yéndome solucionaría los problemas lo haría, pero los empeoraría", sin aclarar porque ha llegado a esa conclusión. También les transmitió que "está roto de dolor". Todo ello confirma el intento de desviar el foco de lo verdaderamente importante y demoledor, que es la corrupción que supuestamente nadie vio.

Los más estrechos colaboradores de Cerdán, quien por cierto pasa su primer fin de semana en la cárcel, salen de Ferraz, mientras Pedro Sánchez, que sigue sin explicar nada a la ciudadanía, aprovechará el comité federal para elevar la moral y mantener prietas las filas.

Por su parte, Feijóo abrió ayer el congreso del PP acompañado por Aznar y Rajoy que, cada uno a su manera, arengaron a la militancia. Aznar, apocalíptico como suele, instó a defender la nación que ve disolverse como un azucarillo y exigió buscar el voto a derecha e izquierda. En medio de un reverente silencio vaticinó que Pedro Sánchez acabaría en la cárcel. Por su parte Rajoy, habló básicamente de sí mismo, reivindicó su lucha contra la corrupción, olvidando que fue la Gürtel la que le echó de la Moncloa. Y, sin recordar tampoco su mensaje "Luis, sé fuerte", dirigido a Barcenas. Hay espinas que cuesta mucho sacar.

La escenografía del evento también tuvo su miga. Antes de empezar los actos, con la sala rebosante de delegados, que silbaban y gritaban, fueron pasando en una pantalla las fotos de Koldo y Ábalos con las "novias" y demás implicados del PSOE. Así pretendían convencerse de que ha llegado su momento.

Tellado, el nuevo hombre fuerte de la organización, ha sido elegido por su rudeza y contundencia, como señuelo para restar votos a un VOX que no para de crecer en las encuestas gracias al PP y al PSOE. Pero ellos, sin mirar atrás, cada uno a lo suyo.

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