Participar cuenta si se mide
Por un proceso 2025–2030 con indicadores claros y mejoras concretas que frenen la apatía y desafección
Desde EAPN-CLM valoramos positivamente que la Junta haya abierto el Proceso Participativo del Plan Estratégico de Participación Ciudadana 2025–2030 en el Portal de Participación de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, ya que supone una oportunidad para reforzar el vínculo permanente entre ciudadanía-Administración que debe regir la convivencia y para pasar de la consulta puntual a una cultura estable de deliberación, retorno y rendición de cuentas. Como todo proceso es susceptible de mejora, creemos estamos en posición de proponer dos palancas muy prácticas: un panel público de indicadores y una batería de recomendaciones que mejoren el alcance, la inclusión y el impacto real del actual proceso en marcha.
Recordemos que la Ley 8/2019 de Participación de Castilla-La Mancha no solo reconoce instrumentos como encuestas y consultas, sino que enfatiza la difusión, la accesibilidad, el debate/contraste y el retorno motivado, lo que en la práctica supone: medir, abrir y devolver resultados de forma comprensible para que toda la ciudadanía pueda participar.
Como decíamos, a fin de tener información para medir el nivel de éxito de estas consultas ciudadanas, deberíamos disponer de un panel de elementos de acceso público que nos permitan mejorar el proceso de participación, contemplando:
- Una medición del nivel de respuesta y cobertura que incluya el número total de encuestas y tasa de respuesta por cada 10.000 habitantes, con desglose por provincia y tamaño de municipio, a fin de saber si hemos llegado a todo el territorio regional, también al mundo rural.
- Incluir ítems que mida la representatividad e inclusión más allá de los clásicos sexo y grupos de edad, y, cuando sea posible, seguimiento y eliminación de brechas de acceso (discapacidad, conectividad, cuidados, etc.) gracias a lectura fácil, diseño mobile-first, subtitulado/transcripción de sesiones y apoyos a personas con discapacidad. No es un extra, ya que forma parte de los principios legales de accesibilidad y comprensión que exige la legislación de accesibilidad y no discriminación.
- Valorar la calidad de la respuesta analizando el porcentaje de cuestionarios completos y densidad de aportaciones abiertas recibidas ya que, si solo hay clics rápidos sin comentario, la participación es débil. En este punto, creemos que es importante añadir variables que ayuden a detectar brechas (p. ej., nivel educativo, situación laboral, dificultades de acceso) y abrir campos de texto en bloques clave (satisfacción, valoración del portal y retorno). La calidad del dato mejora el diseño de políticas.
- La ciudadanía es diversa, por lo que es esencial informarla por canales diversos, como el portal web institucional, redes, prensa, radio o TV, que permita publicar una memoria de comunicación para fomentar la participación. En este sentido, es importante que toda la información salve las brechas de acceso ya mencionadas.
- Además de las encuestas, es necesario realizar foros, ponencias o reuniones con la ciudadanía, ya que la participación se fomenta con más participación.
- La vacuna contra la desafección ciudadana es la información, de modo que se informe sobre la fecha de publicación del informe final y una matriz de trazabilidad (“qué se incorpora, qué no y por qué”), con responsables identificados, motivará a hacer seguimiento y seguir participando.
- Publicación del informe final, con porcentaje de propuestas incorporadas y porcentaje motivado (qué no se asume y por qué), y un calendario claro de devolución es la pieza que más confianza genera.
Desde la Red creemos que el proceso abierto es un buen punto de partida, aunque si la Administración mide lo que importa, abre espacios de deliberación reales y devuelve resultados motivados, la ciudadanía percibirá que su opinión cuenta y volverá a participar en el futuro. Como entidad que viene desarrollando procesos de participación social desde 2004, ofrecemos nuestra experiencia y colaboración para definir y monitorizar el panel de indicadores, dinamizar foros con entidades sociales y contribuir a que el Plan 2025–2030 sea un caso de éxito: participación útil, inclusiva y con efecto en las decisiones públicas.