El Colegio de Médicos y el Sescam se fijan llegar a las cero agresiones en Castilla-La Mancha

El Colegio de Médicos de Toledo y el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) han coincidido este viernes en la necesidad de trabajar de forma conjunta para alcanzar el objetivo de las “cero agresiones” a profesionales sanitarios en la región, una meta que ambas partes consideran irrenunciable y ligada a una política clara de tolerancia cero.

Así lo han señalado la secretaria general del Colegio de Médicos de Toledo, Eva García, y el director general de Recursos Humanos y Transformación del Sescam, Íñigo Cortázar, momentos antes de la inauguración del Foro Profesional sobre Agresiones a Sanitarios, celebrado en Toledo y organizado por la corporación médica.

Un problema “muy grave” y en aumento

Eva García ha advertido de que el problema de las agresiones a los profesionales sanitarios es “muy grave” y ha lamentado que “cada vez va creciendo”. En este contexto, ha puesto de relieve la disparidad existente entre las agresiones que se comunican a los colegios profesionales y las que se notifican al propio Sescam, que es donde se concentran la mayoría de los casos.

“Es un problema que queremos solventar”, ha afirmado, al tiempo que ha señalado que las denuncias ante las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, tanto Guardia Civil como Policía Nacional, siguen siendo “prácticamente escasas”.

Preguntada por los motivos de esta infradenuncia, García ha apuntado a que “probablemente” la vía de notificación “no es fácil”. En este sentido, ha subrayado que desde los colegios médicos se puede aportar información y orientación, pero que el grueso de los recursos y ayudas corresponde al Sescam.

La secretaria general del Colegio de Médicos de Toledo ha insistido en la importancia de avanzar hacia el objetivo de las cero agresiones y de que, cuando se produzcan, la tolerancia por parte de la sociedad “sea ninguna”. Ha explicado que las agresiones más frecuentes suelen ser insultos, se producen mayoritariamente en Atención Primaria y están relacionadas con la discrepancia con el criterio clínico del facultativo, más que con los tiempos de espera.

Asimismo, ha señalado que desde la pandemia del Covid-19 se ha registrado un aumento de las agresiones, aunque ha destacado como contrapartida que los médicos han aprendido a notificar y denunciar más, si bien ha reconocido que todavía resulta insuficiente.

Compromiso “innegociable” del Sescam

Por su parte, el director general de Recursos Humanos y Transformación del Sescam ha reafirmado el compromiso “innegociable” del Gobierno regional para erradicar cualquier forma de violencia contra los profesionales sanitarios. “No vamos a estar satisfechos hasta que consigamos ese objetivo irrenunciable de agresión cero, que se concreta a través de una política de tolerancia cero”, ha asegurado.

Cortázar ha destacado la coordinación con todos los agentes que participan en el Observatorio Regional contra las Agresiones, en el que los colegios de médicos son “un agente fundamental y principal”. Ha recalcado que todas las agresiones son gravísimas y todas importan, y ha puesto en valor el soporte administrativo, jurídico y asistencial que presta la Dirección General de Recursos Humanos a los profesionales agredidos.

“Queremos poner fácil, primero, los canales de denuncia y, en segundo lugar, la tramitación, tanto por la vía judicial ante los tribunales como por la vía administrativa ante las delegaciones provinciales”, ha explicado.

Medio centenar de expedientes sancionadores

Durante el foro, el director general ha informado de que la Consejería de Sanidad ha tramitado ya cerca de medio centenar de expedientes sancionadores contra pacientes que han protagonizado agresiones físicas o verbales a profesionales del Sescam.

Castilla-La Mancha es una de las tres comunidades autónomas que cuentan con un procedimiento sancionador específico para este tipo de conductas, lo que permite actuar con mayor rapidez y dotar al sistema sanitario de herramientas ágiles frente a la violencia en los centros asistenciales. Este procedimiento contempla multas económicas para los agresores, con sanciones mínimas de 15.000 euros en el caso de infracciones muy graves, como las agresiones físicas, con independencia de la vía judicial.

Además, se va a ampliar la consideración de autoridad pública a todos los profesionales sanitarios, también a efectos del procedimiento administrativo y en aquellas infracciones que sean constitutivas de delito. “El testimonio de un profesional va a tener valor probatorio por sí mismo, suficiente para destruir la presunción de inocencia administrativa del presunto agresor”, ha explicado Cortázar.

Otra de las novedades anunciadas es la posibilidad de iniciar procedimientos sancionadores administrativos incluso cuando exista una condena judicial previa, una medida que se incorporará próximamente a través de la Ley de Acompañamiento.

Tasas por debajo de la media nacional

Cortázar ha recordado que el número absoluto de agresiones ha aumentado en los últimos años, con la pandemia como punto de inflexión, aunque ha precisado que en Castilla-La Mancha la tasa de agresiones por mil profesionales se mantiene en 16, frente a las 24 a nivel nacional.

En 2024, la tasa regional fue un 34,45 por ciento inferior a la media del Sistema Nacional de Salud, una diferencia que se ha ampliado respecto al año anterior. En Atención Primaria, donde se concentra el mayor riesgo, la tasa nacional se situó en 46,43 agresiones por cada 1.000 profesionales, frente a 28,02 en Castilla-La Mancha, más de 18 puntos menos. Además, el peso de las agresiones físicas en la región representa la mitad de la media estatal.

“Estos datos no son motivo de celebración”, ha advertido, “pero reflejan que el trabajo preventivo que se viene desarrollando está dando resultados”.

Más protección y apoyo integral

Entre las medidas reforzadas, el director general ha enumerado la mejora de los sistemas de alerta y dispositivos tecnológicos, la ampliación de la asesoría jurídica 24/7, la formación en desescalada y comunicación, y el impulso de la figura del director de seguridad, pionera en el Sistema Nacional de Salud.

Asimismo, ha subrayado la importancia de la coordinación institucional y ha apelado a la conciencia social sobre las consecuencias de agredir o intimidar a un profesional que presta un servicio público esencial.

Cortázar ha recordado que los profesionales agredidos cuentan con asistencia jurídica inmediata, apoyo psicológico y acompañamiento durante todo el proceso. “La persona agredida no debe sentirse sola en ningún momento”, ha afirmado, antes de concluir que el objetivo del Sescam es reducir las agresiones y garantizar que ninguna quede impune, reforzando así la seguridad de los profesionales y la calidad del sistema sanitario.