Fin de curso
¡Qué agotamiento! y no solo por el calor. Comienzan las vacaciones para una inmensa mayoría de ciudadanos que durante unos días intentarán escapar de su "realidad" cotidiana. Y entre esos ciudadanos estarán los miembros del Gobierno, incluido el Presidente, Pedro Sánchez. Quienes creían en la posibilidad de que el Presidente aprovechara el estío para disolver las Cámaras y convocar elecciones se habrán llevado una decepción.
En una comparecencia en la que ha hecho alarde de un triunfalismo impostado, ha dejado claro que le queda mucho por hacer. Y se ha echado unas cuantas flores a sí mismo y a su gobierno. Y ya puesto no se ha cortado anunciando que agotará la legislatura con o sin Presupuestos. No nos debería sorprender esta decisión anómala ya que en la lógica de Pedro Sánchez y los suyos está la defensa de sus propios intereses que pasan por permanecer en el Poder aunque sea a cuenta de los intereses generales.
Sí, ante todos los escándalos que salpican a Sánchez y a su gobierno, lo normal sería que convocara elecciones y diera la oportunidad a los ciudadanos de que se manifiesten a favor o en contra suya. Pero parece evidente que Pedro Sánchez ya no confía en que los ciudadanos le vuelvan a votar y, seguramente, prefiere disfrutar de los dos años que le quedan a la legislatura. Lo cierto es que nuestro país está inmerso en una crisis institucional nunca vista, por más que desde los aledaños del Gobierno se empeñen en decir que cualquier tiempo pasado fue peor y se pongan a enumerar los escándalos que protagonizaron algunos socialistas y posteriormente los populares.
Y sí, claro que gobiernos pasados cometieron errores gordos, pero ningún presidente hasta ahora se colocó por encima de los intereses de los ciudadanos. Ninguno se maniató al mástil del Poder como lo está haciendo Pedro Sánchez. Tengo la impresión de que a Sánchez ni siquiera los suyos le tienen verdadero afecto, porque si se lo tuvieran le aconsejarían bien en vez de instarle a que resista. Claro que cada día que él resista es un día más que también ellos disfrutan de las mieles del poder. De manera que agosto ya nos ha alcanzado con el anuncio del Presidente del Gobierno de que presentará los Presupuestos, pero si no logra aprobarlos pelillos a la mar. Pero ya sabemos que, para el Presidente y los suyos, gobernar sin Presupuestos no es algo que les quite el sueño.