Cascada de encuestas sobre Sánchez
Si esto no tiene un tufo preelectoral, la verdad es que se le parece mucho. Pero, en realidad, la cascada de encuestas que ha caído sobre Sánchez estos últimos días lo que hará será enrocarlo aún más. Porque el primero que no se cree a Tezanos es él. Digo Tezanos porque el CIS ya no existe como tal y lo suyo no es un sondeo, sino un guiso a la carta. Así que aguantará porque no tiene más remedio y aunque cuanto más aguante será para peor. La acumulación de basura no supone, como algunos dicen, tapar la mierda anterior sino aumentar el muladar y convertir en insoportable el hedor.
El único objetivo de Sánchez es sobrevivir él un día más y nada cuenta el que mañana pueda ser aún peor el batacazo. Si convoca a las urnas sabe que es fiambre, así que mejor soportar la agonía aunque el cuerpo vaya estando cada vez mas putrefacto. Pero a Pedro la apariencia del cadáver le da igual. Su sueño es trasmutarse en Lázaro y resucitar. Porque la ensalada de sondeos que hemos conocido tiene mas o menos lechuga, tomate, pimiento o cebolla, pero viene a decir y saber, con mayor o menor aceite, vinagre y sal, casi igual. Las derechas alcanzan una holgada mayoría absoluta y las izquierdas se contraen y se quedan cada vez más lejos de poder gobernar aunque se entreguen, como ahora lo están, a todo el pipirrana de siglas y marqueses separatistas. La suma ya, ni de lejos, les da.
Hay que estar o hacerse mucho el tuerto para intentar pregonar que para Sánchez la cosa no está tan mal. Que él aguanta y hasta llega en alguna prospección, la catalana de La Vanguardia, a mejorar. Y puede que así sea. Pero en realidad no gana nada, pierde mucho mas y, encima, lo único que le interesa, la posibilidad de mantener el poder, porque es donde se prevé la mayor hecatombe de sus aliados izquierdosos, que desaparecen casi por completo y no alcanzan entre toda la parva ni los 10 diputados.
Esa es la otra unanimidad de las encuestas. El sombrajo de Yolanda se derrumba y el de Pablo siguen siendo cuatro palos sin techado. El sanchismo les ha robado el discurso de tal manera que Albares, su botones Sacarino, se ha convertido en el adalid y portavoz de sus causas universales y les ha quitado el pañuelo de Arafat.
Las tendencias se perfilan cada vez con mas claridad. El PSOE, habrá que seguirlo llamando así aunque ya no queden ni las raspas de lo que fue, está fagocitando el voto de extrema izquierda, pero está dejándose cada vez mas pelos, y puede dejarse hasta el pellejo, por la gatera que se van al campo de enfrente. Este, con trasvases cambiantes, entre PP y Vox, se mantiene al alza, estable y engordando en su conjunto, pasando con holgura de los 180 diputados y sumando lo que es preceptivo sumar. En la zurda la suma lo que da, por el contrario, es mucha resta al final y andan por el listón de los 130-135 escaños y ni con todas las recuas nacionalistas se alcanza la linea para poder seguir con el juego de tu me chantajeas y yo otro jubiloso te pago con el dinero y los derechos de los demás.
El panorama que predice tendría, además, cierto aire de venganza histórica y de justicia poética. Sánchez consiguió el poder con la moción de censura tras haber sacado el peor resultado jamas cosechado por su partido, 85 diputados, y ahora podría perderlo aunque supere su mejor registro, que siempre ha sido, eso también, de lo más pobre, 123.
Sin embargo, esto de hoy es una foto fija en una carrera a la que parece que le queda un buen tramo para acabar, pero como mucho ya solo la mitad y algún trecho menos diría yo. Va a ser el recorrido peor, mas duro y mas feo y la cuesta hacia arriba o hacia abajo se puede empinar mucho más. Pero no creo que la cima o al despeñadero esperen a 2027. Aunque esto es más barrunto que, ni siquiera, opinión.