La Naturaleza y las grandes voces del cine protagonizan la clausura del CiBRA

El Festival Internacional del Cine y la Palabra despide su 17.ª edición en Toledo con una gala dedicada al medioambiente y un homenaje al doblaje español. Clara Lago, Victoria Abril, Alberto Ammann y Christina Rosenvinge, entre los grandes nombres premiados.
La actriz Victoria Abril recibe el Premio 'Toledo de cine' en la clausura del Festival CiBRA - Fotografía: Enrique Muñoz - La Buitre
La actriz Victoria Abril recibe el Premio 'Toledo de cine' en la clausura del Festival CiBRA - Fotografía: Enrique Muñoz - La Buitre

El Festival Internacional del Cine y la Palabra (CiBRA) ha bajado el telón de su 17.ª edición con una gala de clausura celebrada en el Palacio de Congresos “El Greco” de Toledo, que reunió a cerca de un millar de asistentes y a algunas de las figuras más destacadas del cine, la literatura y la cultura española. Una ceremonia marcada por la Naturaleza como hilo conductor y por el reconocimiento al talento artístico y humano de los protagonistas del séptimo arte.

Un cierre marcado por la Naturaleza y la emoción

La gala, conducida en torno a la idea de cuidar el medioambiente y reconectar con la Naturaleza, incorporó al propio río Tajo en su cartel oficial como símbolo de esta conciencia ecológica. Durante el evento se entregaron trece estatuillas, entre ellas los premios honoríficos ‘Alice Guy’, ‘Toledo de Cine’, ‘El Viento de la Luna’, ‘Orden de Toledo’ y ‘Adaptación a una vida de cine’, además de los galardones del público y de la sección oficial.

El público, que llenó el auditorio toledano, disfrutó de una gala dividida en tres actos, en la que se intercalaron números musicales, homenajes y momentos de humor. El director del festival, Gabriel Castaño, aprovechó su intervención para reclamar más espacios públicos para las proyecciones, de forma que “la gente no se quede fuera”, subrayando el crecimiento de la cita y su impacto cultural en Castilla-La Mancha.

El homenaje a los actores de doblaje

Uno de los momentos más destacados fue el homenaje al doblaje español, con la participación de Graciela Molina, Luis Posada y Sergio Cabrera, y la entrega de premios honoríficos a María Luisa Solá y Camilo García, dos de las voces más emblemáticas del país. El público, provisto de antifaces en colaboración con la ONCE, disfrutó de un viaje sonoro que les permitió reconocer a sus personajes favoritos solo por la voz.

El actor Roberto Álamo se sumó al tributo, en una emotiva reivindicación de una profesión muchas veces “en la sombra”, pero esencial para la magia del cine.

Premios y protagonistas

El ‘Toledo de Cine’ fue para Victoria Abril y Alberto Ammann, galardones entregados por el alcalde de Toledo, Carlos Velázquez, y por Fernando Méndez-Leite, presidente de la Academia de Cine. Méndez-Leite, que bromeó sobre su parentesco con Ammann —“Alberto es mi yerno”—, ensalzó la belleza de la ciudad y su estrecho vínculo con el séptimo arte.

La actriz Clara Lago recibió el premio ‘Alice Guy’ en el ámbito cinematográfico, mientras que la cantante y actriz Christina Rosenvinge fue distinguida con el mismo galardón en otros ámbitos de la vida. Irene Villa obtuvo el reconocimiento ‘Adaptación a una vida de cine’, y el escritor Fernando Aramburu, autor de Patria, recibió ‘El Viento de la Luna’ de manos del novelista cubano Leonardo Padura.

El premio ‘Orden de Toledo’ recayó en los hermanos Álvaro y Ángela Cervantes, como jóvenes talentos de la interpretación, y el premio del público, patrocinado por CMM, fue para el documental Flores para Antonio, sobre la vida de Antonio Flores. También se reconocieron las películas ‘Los Domingos’, ‘Sirat’ y ‘Tres Adioses’ dentro de las categorías oficiales.

Una antesala de estrellas

Horas antes de la gala, el Círculo de Arte de Toledo acogió un encuentro íntimo moderado por el periodista y escritor Luis Alegre, que reunió a los premiados honoríficos Victoria Abril, Clara Lago, Alberto Ammann y Christina Rosenvinge.

Entre anécdotas y reflexiones, Abril recordó su primer rodaje en Toledo, en 1978, junto a Timothy Dalton: “El cine me trajo a Toledo entonces, y ahora me trae de nuevo para un reconocimiento que me emociona”. Clara Lago subrayó el poder transformador del cine “como una herramienta para educar e inspirar sin adoctrinar”, mientras que Ammann habló de “las historias que nos obligan a mirar el mundo desde otra perspectiva”. Rosenvinge, por su parte, destacó los puentes entre música, palabra e interpretación como lenguajes que “comparten una misma raíz creativa”.

Velázquez y Pastor: cultura y futuro

Durante la gala, el alcalde de Toledo, Carlos Velázquez, destacó el papel del CiBRA como motor cultural que convierte a la ciudad en un verdadero escenario, especialmente al final del otoño, y subrayó el valor del proyecto de la Ciudad del Cine, cuyas obras ya han comenzado. “Será una nueva industria que generará empleo, recuperará la ribera del Tajo y nos acercará al objetivo común de que Toledo sea Capital Europea de la Cultura en 2031”, afirmó antes de entregar el premio a Victoria Abril.

Por su parte, el consejero de Educación, Cultura y Deportes, Amador Pastor, recordó el impulso del Gobierno regional al sector cinematográfico en la última década, con casi 2,5 millones de euros y 160 proyectos financiados, así como nuevas ayudas de 400.000 euros para salas de cine. Pastor valoró el CiBRA como un festival “revelador” que enseña cine y literatura “más allá de la pantalla y el papel”.

Dos semanas de cine y palabra

El CiBRA cierra así más de dos semanas de programación que han convertido Toledo y La Puebla de Montalbán en capitales del séptimo arte y la literatura, con proyecciones, encuentros, talleres y las XII Jornadas de Cine y Educación, desarrolladas en el Castillo de San Servando.

El festival, patrocinado por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, la Diputación de Toledo, el Ayuntamiento de Toledo y el Ayuntamiento de La Puebla de Montalbán, culminó con una gran conga final en el auditorio, símbolo del espíritu festivo y participativo que define al CiBRA.

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