La Justicia reabre las diligencias por las intoxicaciones en el laboratorio del HUT

La Audiencia Provincial de Toledo reactiva el proceso por las intoxicaciones que denuncian desde hace un año los trabajadores de los laboratorios del Hospital Universitario de Toledo, afectados por mareos, vómitos, irritaciones y otros síntomas sin que se haya determinado aún el origen.
Un lunes más delegados y delegadas de prevención del Área Sanitaria de Toledo se han concentrado a las puertas del hospital exigiendo soluciones a las intoxicaciones en los laboratorios
En la imagen de archivo delegados y delegadas de prevención del Área Sanitaria de Toledo concentrados exigiendo soluciones a las intoxicaciones en los laboratorios

La Audiencia Provincial de Toledo ha admitido a trámite el recurso de apelación interpuesto por el sindicato CSIF contra el archivo de las diligencias abiertas por un posible delito contra los derechos de los trabajadores en el Hospital Universitario de Toledo (HUT). El procedimiento vuelve así a la vía judicial tras más de un año en el que los profesionales de los laboratorios vienen sufriendo episodios recurrentes de intoxicación sin que se haya aclarado el foco del problema.

La decisión del tribunal reaviva una causa que el Juzgado de Instrucción nº 1 de Toledo había cerrado, en contra del criterio de la Fiscalía, pese a que los episodios de mareos, cefaleas intensas, vómitos, irritaciones respiratorias y cutáneas, sangrados nasales y otras alteraciones continúan afectando a la plantilla de los servicios de Anatomía Patológica, Genética, Microbiología, Bioquímica y Hematología.

Un año de síntomas sin origen conocido

Según detalla CSIF, los primeros casos comenzaron hace un año, afectando a distintos profesionales de la zona de laboratorios del HUT. Las molestias descritas —que también incluyen alteraciones tiroideas y ferropenia— han persistido a pesar de las medidas adoptadas.

Una de las actuaciones más relevantes fue el cierre en febrero de la sala de tallado del Laboratorio de Anatomía Patológica, después de detectarse niveles anómalos de formaldehído. Parte de los laboratorios también fue trasladada temporalmente. Sin embargo, el sindicato sostiene que las intoxicaciones no solo no han cesado, sino que continúan sin explicación clara.

CSIF acusa tanto a la dirección-gerencia del Complejo Hospitalario de Toledo como a la Consejería de Sanidad de no actuar con la diligencia y urgencia necesarias para proteger a los trabajadores. A su juicio, la concesionaria del centro, el Sescam y la propia Consejería están obligados a garantizar entornos seguros y evitar daños prolongados en la salud laboral.

El caso llega al Consejo de Seguridad Nuclear

Ante la falta de respuestas y para descartar otras posibles causas, el sindicato ha acudido también al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). Su objetivo es verificar si se ha podido producir algún tipo de exposición radiológica o electromagnética en los espacios afectados, una hipótesis que la organización quiere que se evalúe de forma independiente.

La admisión del recurso por parte de la Audiencia Provincial abre ahora un nuevo escenario judicial en el que CSIF reclama “depurar responsabilidades” y asegurar que no se produzcan secuelas permanentes entre los profesionales afectados.

Consecuencias para los pacientes

El problema, además, trasciende al ámbito laboral. Según el sindicato, la situación está generando retrasos en pruebas diagnósticas esenciales, como biopsias o citologías, lo que supone un perjuicio directo para los ciudadanos que dependen de estos servicios.

Mientras el procedimiento continúa su curso, los trabajadores siguen desempeñando su labor en un contexto que consideran inseguro, marcado por el desgaste físico y psicológico acumulado.

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