Médicos de Castilla-La Mancha se suman a la huelga nacional con un paro propio

Médicos de Castilla-La Mancha se suman a la huelga nacional con un paro propio
La región afronta desde este martes cuatro días de paro médico en el marco de la tercera huelga estatal del año. Castilla-La Mancha añade reivindicaciones propias, como la recuperación de la Carrera Profesional y más recursos asistenciales, mientras el conflicto por el estatuto marco mantiene dividido al sector. Los servicios urgentes permanecerán garantizados.

La nueva oleada de protestas médicas que recorre España desde este martes tendrá un reflejo singular en Castilla-La Mancha. A la convocatoria nacional, la tercera desde junio, se suma un paro autonómico que los facultativos consideran imprescindible para denunciar carencias estructurales que, aseguran, persisten desde hace más de una década. El resultado será una semana marcada por movilizaciones y concentraciones en los principales hospitales del país y de la región.

Los médicos de toda España están llamados a secundar cuatro días consecutivos de huelga para protestar por el desarrollo del nuevo estatuto marco que impulsa el Ministerio de Sanidad. La Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM) y el Sindicato Médico Andaluz sostienen que la profesión necesita un estatuto propio, separado del texto general del Sistema Nacional de Salud, que reconozca sus particularidades laborales y asistenciales. Este llamamiento supone el tercer paro estatal en apenas seis meses, un indicador de la tensión creciente entre el colectivo y Sanidad.

La huelga nacional coincide con un clima sindical inestable. Las organizaciones que componen la mesa de negociación del estatuto marco —UGT, CCOO, CSIF, SATSE-FSES y CIG-Saúde— han anunciado una huelga indefinida a partir de enero por razones opuestas: rechazan que los médicos tengan una ley propia y acusan al Ministerio de "deslealtad" por mantener negociaciones paralelas con CESM y SMA. Este choque de posiciones dentro del propio ámbito sanitario evidencia la dificultad de avanzar hacia un consenso regulatorio.

Desde el Ministerio de Sanidad se defiende que el borrador del nuevo estatuto es fruto de un proceso "técnico y político" que ha requerido más de 60 reuniones con sindicatos, comunidades autónomas y actores implicados. Sanidad presenta el texto como una "oportunidad histórica" para modernizar una ley que lleva más de veinte años sin reformas profundas. Entre las medidas destacadas figuran las OPE obligatorias cada dos años, la reducción de las guardias de 24 a un máximo de 17 horas, la delimitación de los límites semanales de guardias y el reconocimiento de los descansos obligatorios sin generar deuda horaria. A pesar de ello, las organizaciones convocantes consideran que el texto no resuelve la precariedad estructural del colectivo ni avanza lo suficiente en la protección de la actividad asistencial.

En paralelo a este escenario nacional, Castilla-La Mancha se adentra en su propio conflicto. El Sindicato Médico regional (CESM-CM) ha convocado una huelga autonómica que coincide en fechas con la estatal pero que, subrayan, "tiene entidad propia". Afectará a unos 5.000 profesionales del Sescam —médicos, facultativos y residentes— entre los días 9 y 12 de diciembre. El sindicato pone el foco en reivindicaciones que considera específicas de la región y que, según denuncian, llevan sin resolverse más de una década.

La principal demanda es la recuperación de la Carrera Profesional, suspendida en 2012 y aún no restituida. Castilla-La Mancha es la única comunidad autónoma del país que no ha reactivado este sistema de reconocimiento profesional y retributivo, lo que el sindicato califica de "agravio comparativo" respecto al resto de territorios. CESM critica que el borrador de los Presupuestos regionales para 2026 tampoco contempla su retorno, lo que motivó buena parte del malestar expresado en la rueda de prensa del pasado 27 de noviembre.

Los facultativos reclaman además una sanidad pública "con recursos y tiempos dignos", reforzar las plantillas para reducir un "déficit estructural" que, afirman, se traduce en listas de espera cada vez más prolongadas, y actualizar la normativa de guardias, cuya regulación consideran obsoleta. "La vocación no es explotación. Queremos tiempo suficiente para atender a nuestros pacientes como se merecen", resume el mensaje que acompaña al cartel de convocatoria.

Las movilizaciones se repartirán por las cinco provincias. En Albacete, la protesta incluye una manifestación desde el Hospital General hasta la Subdelegación del Gobierno. En Ciudad Real, habrá concentraciones en la Facultad de Medicina y en el Hospital General. Toledo acogerá protestas diarias en el Hospital Universitario, mientras que Guadalajara y Cuenca también celebrarán concentraciones a las puertas de sus hospitales. A estas acciones se suman las convocatorias de centros comarcales como Alcázar de San Juan, Tomelloso o Talavera de la Reina.

Al mismo tiempo, en el resto del país se multiplicarán las concentraciones en hospitales y delegaciones del Gobierno: desde Madrid y Cataluña hasta Asturias, Murcia, Canarias, Baleares, Aragón o la Comunidad Valenciana, en una amplia geografía de protestas coordinadas.

Pese a la amplitud del paro, CESM-CM lanzó un mensaje de tranquilidad a los ciudadanos: los servicios urgentes y esenciales estarán garantizados mediante servicios mínimos. Los convocantes insisten en que la protesta no busca generar incertidumbre en la población, sino reivindicar un modelo asistencial sostenible y una regulación profesional que, a su juicio, lleva demasiado tiempo pendiente.