Aprobado un trasvase de 120 hm3 del Tajo al Segura correspondiente a julio y agosto

La Comisión de Explotación del acueducto Tajo-Segura ha aprobado este jueves un nuevo envío de agua hacia el Levante correspondiente a los meses de julio y agosto, con un total de 120 hectómetros cúbicos para los dos meses, ya que los pantanos de cabecera del Tajo acumulan más de 1.300 hectómetros cúbicos, es decir, están en nivel 1.
En un comunicado de prensa, el presidente de la Asociación de Municipios Ribereños, Borja Castro, ha informado del contenido de la reunión celebrada este jueves y ha indicado que, si no cambia la situación, el volumen total trasvasado en el actual año hidrológico, que termina en septiembre, ascenderá a 489 hectómetros cúbicos, lo que representa un 150% de la media histórica, que se sitúa en los 320 hectómetros cúbicos.
Asimismo, ha señalado que con las nuevas reglas de explotación anunciadas por la ministra para la Transición Ecológica, Sara Aaegesen, para septiembre, el volumen autorizado se habría reducido a menos de la mitad, un dato que a su juicio refleja "el desajuste actual entre las necesidades reales y las decisiones políticas que aún se rigen por una normativa desfasada".
"El Gobierno aprueba hoy un trasvase que sería muy diferente bajo las nuevas reglas. Es urgente que se pongan en marcha de inmediato porque llevamos ya un año y medio de retraso con el correspondiente perjuicio", ha denunciado Castro, que ha advertido que continuar con las normas actuales supone "perpetuar un modelo injusto que ignora los caudales ecológicos y las sentencias judiciales".
Además, ha reclamado no solo que se publique cuanto antes el nuevo real decreto con las nuevas reglas, sino que el Gobierno abandone su idea de aplicarlas de forma progresiva, año a año, mediante diferentes reales decretos hasta 2027, si no que apruebe todos los decretos de una vez, ya que ha incidido en que la nueva regulación lleva año y medio de retraso.
La asociación ha urgido al Ministerio que abra ya el periodo de exposición pública de las nuevas reglas, para poder presentar alegaciones técnicas y jurídicas que permitan corregir las actuales injusticias.
Por último, y "ante la imposibilidad legal de impedir el trasvase" aprobado este jueves, la asociación de municipios ribereños exigirá que el agua permanezca en los embalses mientras no sea necesaria en la cuenca del Segura, en aplicación de la Ley de Montes, para garantizar una lámina estable que permita cumplir su función ambiental y social.
A este respecto, el Gobierno de Castilla-La Mancha ha reprochado que parece que el Ejecutivo central "está apurando hasta el último momento" la aprobación de las nuevas reglas del trasvase Tajo-Segura para seguir autorizando derivaciones al Levante con la normativa en vigor.
Para la consejera portavoz, Esther Padilla, "no deja de ser curioso" que se aprueben estos nuevos trasvases cuando el Gobierno central ya ha anunciado que en septiembre se aprobarán las nuevas reglas de explotación del trasvase, pues ha señalado que "si las reglas de explotación ya estuvieran aprobadas, estos trasvases no se podrían aprobar".
Por ello, ha pedido que "cuanto antes" entren en vigor las nuevas reglas del Tajo-Segura y que se cumplan las sentencias del Tribunal Supremo sobre los caudales ecológicos del Tajo, la última de ellas que rechaza que se apliquen de forma escalonada hasta 2027 y plantean que se alcancen de forma inmediata.
Padilla ha pedido, "por lo menos" que el Gobierno central dé a conocer el contenido de la explotación del trasvase, pues ha señalado que, "se evidenciará que no es posible ya realizar más trasvases, seguir esquilmando el Tajo incumpliendo con los caudales ecológicos establecidos en la Directiva Europea y con ya seis sentencias del Tribunal Supremo".
"Es importantísimo que se cambien ya", ha concluido la consejera portavoz del Gobierno castellanomanchego.
Por su parte, el vicepresidente segundo, José Manuel Caballero, ha advertido de que no tiene sentido seguir manteniendo el trasvase mientras no se conozcan las necesidades reales del Levante, y ha defendido la desalación como alternativa viable para garantizar el abastecimiento de agua sin dañar el río.