Castilla-La Mancha rebaja a nivel 1 el incendio del Pico del Lobo tras una jornada favorable

El incendio de Peñalba de la Sierra, en el Pico del Lobo (Guadalajara), ha pasado este lunes a nivel 1 de emergencia en la parte de Castilla-La Mancha, tras una jornada meteorológicamente favorable que ha permitido estabilizar el perímetro en torno a 3.000 hectáreas. Aunque la situación es mucho mejor, la UME seguirá operando en Segovia, donde aún se mantiene el nivel 2, y continúan las labores de remate y vigilancia.
Rebaja a nivel 1 y estabilización
El viceconsejero de Medio Ambiente, José Almodóvar, explicó que la decisión de bajar a nivel 1 se adoptó en la reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrada (Cecopi), gracias a que “el perímetro está en general muy frío” y solo persisten algunos puntos calientes que se han seguido rematando con medios aéreos, brigadas terrestres y autobombas.
El paso a nivel 1 implica que la UME se mantiene exclusivamente en la parte segoviana, donde aún persiste la emergencia de nivel 2, mientras que en Guadalajara se avanza hacia la desescalada operativa.
Las carreteras GU-187 y el camino asfaltado hacia el puerto de La Quesera continúan cortados por seguridad, debido al tránsito constante de maquinaria pesada y equipos de extinción. Sin embargo, a partir del martes se reabrirán las visitas al Parque Natural del Hayedo de Tejera Negra y al resto de la Sierra Norte de Guadalajara, salvo en las inmediaciones del incendio.
Datos técnicos oficiales
Según el último parte, desde el inicio del fuego han intervenido 185 medios y 902 personas. A esta hora permanecen desplegados 23 medios y 130 efectivos, distribuidos en:
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22 medios terrestres con 111 brigadistas.
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1 medio de dirección y coordinación con 3 personas.
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16 efectivos internos de apoyo.
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No hay medios aéreos en vuelo actualmente, tras las operaciones de este lunes.
La superficie afectada definitiva se confirmará tras la resolución del expediente, pero las estimaciones sitúan el balance en torno a 3.000 hectáreas calcinadas, de las cuales unas 300 corresponden a la provincia de Segovia.
Durante la jornada han trabajado más de 180 personas, con 16 medios aéreos y 25 terrestres, que se han concentrado especialmente en las horas críticas del mediodía y la tarde. Para este martes se espera mantener un despliegue similar, con maniobras centradas en el remate de puntos calientes y el cierre definitivo del perímetro.
Estrategia de alta montaña
El viceconsejero Almodóvar ha insistido en que este es un incendio de características muy complejas, al desarrollarse en una zona de alta montaña, por encima de los 2.000 metros, con fuertes pendientes y accesos muy limitados. Por este motivo, la estrategia inicial se centró en las brigadas helitransportadas y en el uso de maquinaria pesada para abrir caminos seguros durante dos días. Solo después de esa fase se pudieron incorporar plenamente los medios terrestres.
“Ha sido un despliegue contundente, el que la emergencia requería”, defendió Almodóvar, subrayando que este modelo es el mismo que permite que el 87 % de los más de 1.000 incendios registrados este año en Castilla-La Mancha se apaguen en fase de conato.
El viceconsejero también respondió a críticas sindicales que planteaban trasladar a retenes terrestres en helicóptero durante los primeros días. Calificó esa idea de “temeridad”, recordando que para volar en helicópteros de emergencia se necesita una habilitación específica y que la seguridad de los profesionales es la primera premisa del dispositivo.
Defensa del operativo
La portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, Esther Padilla, defendió igualmente el dispositivo autonómico, calificándolo de “ejemplar” y destacando que el Plan INFOCAM es una referencia para otras comunidades. Subrayó además el esfuerzo de los brigadistas y bomberos forestales, que “se están dejando la piel, incluso jugándose la vida” en las tareas de extinción.
Padilla lamentó la “actitud machacona” de la oposición, a la que acusó de aprovechar la emergencia “para echar leña al fuego en lugar de ayudar”. Aseguró que este incendio “no es comparable a otras desgracias ocurridas en España” y que la respuesta ha sido técnicamente adecuada, aunque reconoció que, como en todos los grandes incendios, habrá una evaluación posterior para detectar posibles mejoras.
Críticas sindicales y de la oposición
El sindicato CCOO endureció este lunes sus críticas, reclamando la dimisión del viceconsejero José Almodóvar, además de la consejera de Desarrollo Sostenible, Mercedes Gómez. Acusó a la Junta de haber aplicado “recortes de personal y medios” que agravaron el incendio y denunció que el 19 de septiembre Guadalajara pasó del 100 % al 26 % del operativo, con un único retén disponible para toda la provincia.
Los delegados sindicales también señalaron retrasos en la activación plena del dispositivo, el sobreesfuerzo de los brigadistas —con turnos de 12 horas— y convocaron el 1 de octubre al Comité Intercentros, donde no descartan movilizaciones.
Por su parte, el presidente del PP de Castilla-La Mancha, Paco Núñez, visitó la zona y acusó al Gobierno de Page de actuar con “opacidad, descoordinación y abandono institucional” en uno de los incendios más graves sufridos en la sierra de Guadalajara. Habló de “dejadez absoluta” y criticó que “ni Page ni su consejera han estado a la altura en un momento crítico”.
Núñez reclamó que se investigue la gestión del incendio y que “se depuren responsabilidades”, al tiempo que mostró su apoyo y solidaridad con los vecinos y con los equipos que trabajan en la extinción.
Ocho días de lucha contra el fuego
El incendio se declaró el 21 de septiembre a las 08:13 horas en el paraje de Pico del Lobo-Cerrón, dentro del término municipal de El Cardoso de la Sierra. En apenas unos días, el fuego alcanzó una magnitud notable.
El sábado 27 de septiembre la superficie arrasada superaba las 2.400 hectáreas, y al día siguiente ya eran más de 3.000, con las llamas amenazando incluso la provincia de Segovia. La llegada de lluvias y el aumento de la humedad dieron un respiro a los equipos, hasta llegar este lunes a la rebaja a nivel 1 en Castilla-La Mancha, que marca un punto de inflexión en la evolución del incendio.