Alarmante filtración en Zarzuela: Sofía atendida de urgencia por un caso grave

Según recoge EsDiario, la Reina Sofía, a sus 86 años de edad, sigue siendo un pilar de la monarquía, una figura que despierta admiración por su compromiso inquebrantable con las causas sociales y su imagen limpia, indemne a las tormentas que han sacudido a Don Juan Carlos I. Pero la edad no perdona, y su salud, cada vez más frágil, mantiene en vilo a la Familia Real. Este verano, su estancia en Palma de Mallorca, junto al Rey Felipe VI, Doña Letizia, la Princesa Leonor y Sofía, fue más breve que en años anteriores. Nada de largos veranos en Marivent.
La preocupación por su bienestar es tal que su hijo, el Rey Felipe, ha decidido que no viaje sola, ni siquiera con su hermana Irene, cuya propia salud, en una fase casi terminal por una enfermedad degenerativa, añade una sombra más al ánimo de Doña Sofía.
A pesar de su delicado estado, la Reina Emérita no ha detenido su labor. Su fundación ha activado un fondo de emergencia de 50.000 euros para paliar los estragos de los incendios que han azotado España, con un enfoque inicial en la reforestación de Ourense. Cada euro recaudado irá a cubrir daños que ni seguros ni administraciones suelen atender. La Reina Sofía, siempre solidaria, ha seguido de cerca la evolución de los fuegos, profundamente afectada por la tragedia que ha golpeado al país en esta ola de calor abrasadora. Su compromiso, una vez más, refuerza su imagen como una monarca cercana, por encima incluso de la propia Letizia en la estima pública.
Sin embargo, la fortaleza de su espíritu contrasta con la fragilidad de su cuerpo.
Cuenta Elnacional.cat que el pasado 14 de agosto, un ataque de ansiedad llevó a Doña Sofía a ser atendida de urgencia, un episodio que encendió todas las alarmas. No es un hecho aislado. En 2018, la Reina Emérita ya tuvo que ser ingresada por una infección renal que, aunque controlada, dejó claro que su salud requiere cuidados constantes. Fue la primera vez que, salvo en los partos de sus 3 hijos, la esposa del Emérito ingresaba en un hospital.
La reciente noticia sobre el estado crítico de su hermana Irene de Grecia (de lo que viene informando ESdiario) con quien comparte un vínculo profundo, no hace más que agravar su situación emocional, minando aún más su resistencia. Felipe VI, que interrumpió sus vacaciones en Grecia para estar a su lado, junto con las infantas Elena y Cristina y su hermano, se turnan para no dejarla sola en Madrid, donde ha regresado tras su breve paso por Mallorca.
La Casa Real guarda silencio sobre los detalles de su estado, optando por la cautela propia de su rol institucional. Pero el hermetismo no oculta la inquietud que recorre los pasillos de Zarzuela. La familia, unida en la adversidad, vigila de cerca a una mujer que, a pesar de los achaques de la edad y el peso de las circunstancias, sigue siendo el alma solidaria de la monarquía.
Doña Sofía, entre la fuerza de su legado y la vulnerabilidad de su salud, enfrenta un capítulo delicado, arropada por los suyos y por el cariño de un país que no olvida su entrega.