Sale la relación paralela de Kiko Rivera con otra y cuándo Irene dijo "hasta aquí"

El periodista Saúl Ortiz asegura que vio a Kiko con la chica y “se comportaban como si fuesen pareja”. Otro testigo asegura que estuvieron juntos durante años
En la imagen de archivo Irene Rosales y Kiko Rivera en unos de sus viajes durante este verano
En la imagen de archivo Irene Rosales y Kiko Rivera en unos de sus viajes durante este verano

El comunicado de Kiko Rivera a finales de agosto confirmaba lo que ya era un secreto a voces: su matrimonio con Irene Rosales llegaba a su fin tras más de una década juntos y dos hijas en común. Aunque el DJ aseguró que se trataba de una ruptura “meditada, cordial y sin terceras personas”, las informaciones que han salido a la luz en los últimos días dibujan un escenario mucho más complejo.

La supuesta relación con "Laura"

El periodista Saúl Ortiz reveló este sábado en 'Fiesta' de Telecinco que había visto a Kiko en compañía de una mujer llamada Laura, a la que describió como “muy parecida a Shakira”. Según su testimonio, ambos se comportaban como pareja y habrían mantenido esa relación de manera paralela durante años, incluso en pleno matrimonio con Irene Rosales. Este relato refuerza rumores previos sobre la vida sentimental del artista, marcada en el pasado por episodios de infidelidad.

La convivencia se volvió insostenible

Más allá de las presuntas deslealtades, la convivencia se había deteriorado de forma drástica. Tal y como explicó la periodista Gema López, los últimos dos meses estuvieron marcados por discusiones constantes que hicieron imposible la vida en común. Rivera llegó a abandonar la casa familiar para instalarse primero con su representante y después en un piso en Triana. Irene, por su parte, se refugió en el apoyo de su hermano tras sentirse “completamente sola”.

A ello se sumaron tensiones derivadas de cuestiones económicas. Según publicó Semana, Irene descubrió que algunos bolos que Kiko presentaba como colaboraciones gratuitas en realidad habían sido remunerados, lo que rompió la confianza. En paralelo, la muerte de sus padres cambió las prioridades vitales de Rosales, que ya no estaba dispuesta a asumir más crisis.

El último gesto de Kiko y la respuesta de Irene

En medio de la tormenta, Kiko intentó una última reconciliación con un mensaje público cargado de emotividad. “Eres mi compañera, mi hogar, mi fuerza… la luz que apareció cuando todo lo que me rodeaba era oscuridad… que sigamos compartiendo la vida”, escribió en sus redes sociales pocos días antes de anunciarse oficialmente la separación.

Irene reaccionó con un simple emoticono de corazón rojo. Un gesto discreto pero muy revelador: mostraba respeto y afecto, pero también la firmeza de una decisión que ya estaba tomada.

El comunicado oficial y el cierre respetuoso

La ruptura se confirmó en un comunicado en el que Kiko Rivera aseguró haber alcanzado la “paz mental” necesaria para dar este paso. Recalcó que no iba a lucrarse de la situación ni explotarla mediáticamente, y que el bienestar de sus hijas seguiría siendo la prioridad. Irene respondió en la misma línea, con serenidad y discreción.

La pareja había compartido semanas antes un verano aparentemente idílico en Menorca, pero, según confirmó la revista Lecturas, ya entonces la relación estaba rota por dentro. Finalmente, tras once años de vida en común, la historia llegó a su desenlace de manera inevitable.

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