Las vacaciones privadas de Leonor: con peluca y gafas, de discotecas en Ibiza

El off the record balear habla de la escapada de la Princesa a la pequeña isla para disfrutar de los amigos y de sus famosas noches de fiesta, tratando de pasar desapercibida
En la imagen de archivo la princesa Leonor junto a su padre el rey Felipe VI
En la imagen de archivo la princesa Leonor junto a su padre el rey Felipe VI

Según recoge EsDiario, la Princesa Leonor ha vuelto al foco —y no precisamente por quererlo. La heredera al trono acaba de cerrar su segundo año de instrucción militar. Un curso intenso, sí, pero sobre todo largo y duro. Medio año embarcada, literalmente, entre la fragata Blas de Lezo y el buque escuela Juan Sebastián Elcano. Sin pisar casa. Sin rutina. Rodeada de mar y protocolos. Solo algo de respiro cuando el barco tocaba tierra en puertos latinoamericanos. Un descanso relativo, porque la presión, incluso en tierra firme, no se diluye con facilidad cuando tu apellido es Borbón Ortiz.

Y cuando una pensaba que podía recargar pilas, el calendario se encargaba de recordarle que ser mayor de edad tiene precio. Porque ahora, además de formarse, le toca representar. Y eso incluye dejarse ver en espacios donde antes solo estaban su padre o su abuelo: como el Club Náutico de Mallorca. Allí estuvo Leonor este pasado viernes, caminando. La Reina Letizia nunca ha sido fan del ambiente náutico, y sus hijas habían seguido esa línea de perfil bajo. Hasta ahora. Porque Leonor ya no puede (ni debe) evitar ciertos escenarios, por muy anacrónicos o casposillos que le resulten.

Haciendo repaso a sus ‘vacaciones institucionales’, un día antes, más relajada, asistió con su madre y su hermana al cine Rívoli de Palma. Proyección de documental incluido, parte del Atlántida Film Fest. Cultura de verano, de la que le gusta a la reina. Doña Letizia presidirá la clausura del festival este domingo. Las chicas fueron a ver En un lugar de la mente. Plan bajo perfil, sin posado oficial, pero con la intención clara: mostrar que también pisan la calle, aunque lo hagan con escolta.

Y mientras Leonor se movía entre compromisos y exposiciones públicas medidas al milímetro, el Rey Felipe llevaba días en la isla. Copa del Rey de vela, cómo no. Mallorca es territorio familiar, pero no todo es tradición náutica. Leonor llegó más tarde, sin hacerse notar, y no fue hasta el jueves cuando reapareció. Hasta entonces, descanso en Marivent. O eso se dice.

Porque no todo ha sido palacio y playa discreta. En el off the record balear se comenta que la Princesa ha escapado a Ibiza, sin bombo pero con estrategia. Cuenta el portal Elnacional.cat, que con peluca y gafas de sol de esas que solo se entienden en discotecas. En la isla vecina ha sido vista, o al menos eso dicen algunos, moviéndose como una turista más por locales bien conocidos. Incluso aseguran que se le fue un poco de las manos alguna noche. Nada grave, pero lo suficiente para que más de un testigo hable de “copas de más”. Algo exagerado, probablemente. Leonor tiene claro que su imagen es tan frágil como su agenda. Y cuando nota que el ambiente se calienta más de lo deseado, cambia el vodka con limón por Red Bull o agua con gas.

Lo que está claro es que las vacaciones privadas de la Casa Real no lo son tanto. Como ya contamos en ESdiario, este verano iba a marcar un antes y un después. Leonor y Sofía, ambas ya mayores de edad, podrían compartir días con amigos del colegio UWC Atlantic College de Gales y con compañeros de academia. Un círculo que empieza a consolidarse y que, al margen de los protocolos, también quiere vivir su veintena con normalidad.

Por ahora, la Princesa Leonor sigue tejiendo su papel como futura Reina entre uniforme militar, cine de autor, saludos en el club náutico y escapadas estratégicas lejos del foco. Sin tregua, sin rutina y con la presión de saber que cualquier paso fuera de línea se convierte en noticia. Así está siendo su verano.

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