Page y Planas defienden una PAC con fondos "suficientes" para los retos del sector
El Gobierno de Castilla-La Mancha y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación escenificaron este jueves en Madrid una posición común para proteger una PAC fuerte y bien financiada, capaz de sostener la competitividad del sector agroalimentario español y garantizar la cohesión territorial frente al desafío de la despoblación. En el encuentro participaron el presidente regional, Emiliano García-Page; el ministro Luis Planas; el consejero Julián Martínez Lizán y la secretaria general del Ministerio, Ana Rodríguez, con el objetivo de analizar los planteamientos presupuestarios de la Comisión Europea para el periodo 2028-2034 y definir una estrategia de defensa del campo español ante Bruselas.
García-Page calificó la propuesta de la Comisión como “un recorte insólito” en plena transición ecológica y en un momento en el que la agricultura continúa siendo la columna vertebral de la seguridad alimentaria europea. Alertó de que su impacto afectaría primero a las explotaciones más pequeñas y familiares, que dependen más de las ayudas directas para mantener la rentabilidad y continuidad de su actividad.
El presidente regional mostró preocupación por el riesgo de que los fondos de la PAC se conviertan en una variable de ajuste presupuestario, recordando que la política agraria ha sido clave en la construcción del proyecto europeo y en la vertebración territorial de España. Aseguró que “no puede plantearse un horizonte en el que la defensa se refuerce debilitando la agricultura, porque el resultado sería un continente más inseguro en todos los sentidos”.
Una política que sostiene empleo y combate la despoblación
Planas coincidió en la gravedad del recorte previsto y señaló que, según los cálculos preliminares, España podría ver reducido su volumen total de ayudas en miles de millones de euros, lo que tendría consecuencias sobre la actividad económica, la inversión y la fijación de población en miles de municipios.
El ministro subrayó que Castilla-La Mancha es la tercera región del país que más fondos de la PAC recibe y una de las que más depende de ellos para mantener su equilibrio demográfico y productivo. Recordó que en esta comunidad la superficie agrícola útil supera los 3,5 millones de hectáreas y que la actividad agraria sigue aportando más del 10% del PIB, casi el doble de la media española.
Blindar los pilares de la PAC en Castilla-La Mancha
El consejero Martínez Lizán afirmó que la Junta considera “irrenunciable” mantener el presupuesto actual para ayudas directas, industria agroalimentaria, relevo generacional y desarrollo rural. Y advirtió de que la horquilla de recortes del 15% al 22% planteada afectaría directamente a la capacidad de inversión del sector en un momento decisivo para su modernización.
El consejero señaló que más de 140.000 familias en Castilla-La Mancha dependen económica o laboralmente de la cadena agroalimentaria y que recortar la PAC dañaría el principal motor de empleo de muchas comarcas. Insistió en que “no es solo una cuestión de balances contables, es una cuestión de supervivencia de nuestros pueblos”.
Martínez Lizán defendió que el relevo generacional debe ocupar el centro de la nueva PAC. El 60% de los titulares de explotación tienen más de 55 años y solo un 10% menos de 40. “Sin jóvenes, no hay campo. Y donde no hay campo, no hay pueblos”, resumió.
El vino, símbolo económico, cultural e identitario
El sector vitivinícola, con más de 450.000 hectáreas de viñedo en la región, fue otra de las prioridades expuestas en la reunión. Planas recordó que el vino castellanomanchego no solo lidera mercados internacionales, sino que sostiene miles de empleos directos, protege el paisaje y define la identidad de numerosas localidades.
Martínez Lizán señaló que la Intervención Sectorial Vitivinícola es una herramienta que permite invertir en innovación, abrir mercados y mejorar la competitividad en un sector sometido a fuertes oscilaciones en los consumos globales. “Lo que está en juego no son solo cifras: son cooperativas centenarias, familias enteras que dependen de la vendimia y la continuidad de la principal actividad económica en amplias zonas del territorio”, apuntó.
Agricultura y agua: la batalla de las próximas décadas
La modernización del regadío centró también parte de las conversaciones. Según Planas, las inversiones del Ministerio en Castilla-La Mancha ascienden a 86,16 millones de euros para proyectos de eficiencia hídrica en ejecución o fase de planificación. La región afronta una presión climática creciente por la sucesión de periodos de sequía y episodios de temperaturas extremas.
Martínez Lizán insistió en que “sin un regadío moderno y sostenible, la agricultura mediterránea perderá capacidad productiva”, especialmente en cultivos de alto valor como hortícolas, frutales o pistacho, que se han convertido en estratégicos para la diversificación agraria regional.
El consejero añadió que los nuevos sistemas de riego permiten reducir consumos de agua de forma significativa, un argumento que, a su juicio, debería reforzar su papel dentro del futuro marco comunitario.
Sanidad animal y ganadería extensiva: territorio vivo
La reunión abordó además la necesidad de reforzar la prevención y la bioseguridad ante enfermedades como la lengua azul, la influenza aviar o la dermatosis nodular contagiosa, que han obligado a intensificar controles y restricciones de movilidad durante los últimos meses.
Planas destacó la respuesta “rápida y eficaz” de los servicios veterinarios autonómicos, que ha permitido evitar la propagación de los brotes y proteger tanto a los animales como la viabilidad económica de las explotaciones.
Martínez Lizán reclamó que la ganadería extensiva reciba un trato específico y una financiación adecuada en la futura PAC, ya que desempeña un papel económico y ambiental decisivo en el mantenimiento del paisaje, la biodiversidad y la prevención de incendios. Señaló que “sin pastoreo, nuestros montes se llenan de combustible” y recordó que esta actividad fija población en zonas de difícil desarrollo económico alternativo.
La negociación con Bruselas, una carrera de resistencia
El consejero valoró como “muy fructífera” la reunión por el alineamiento total entre Junta y Ministerio. Admitió que comienza ahora una etapa de negociaciones que será “muy intensa y muy compleja”, pero se mostró convencido de que hay margen para mejorar la propuesta inicial si España actúa con firmeza y con el apoyo de todos los territorios.
Pidió que las fuerzas políticas y las organizaciones agrarias trabajen juntas en este proceso, dejando a un lado diferencias para defender una posición unitaria frente a Bruselas y asegurar la continuidad de una política agraria que garantiza la supervivencia de miles de explotaciones familiares.
Una herramienta clave para asegurar alimentos y futuro
El presidente de Castilla-La Mancha y el ministro de Agricultura cerraron la reunión con un mensaje conjunto en defensa del campo español. Recordaron que la PAC no es solo un instrumento económico, sino un pacto social que garantiza alimentos, cohesiona el territorio y mantiene viva la actividad en los pueblos.
“Defender la PAC es defender nuestra forma de vida”, señaló García-Page. Planas, por su parte, reafirmó el compromiso del Gobierno de España con una PAC fuerte, justa y bien financiada, que permita al sector responder a los retos económicos, sanitarios y medioambientales de la próxima década.