Castilla-La Mancha reclama mayor apoyo mientras el Gobierno amplía su plan frente a los aranceles

La política arancelaria de Estados Unidos se ha convertido en el gran desafío inmediato para las exportaciones españolas y, de manera especial, para las castellanomanchegas. La consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, trasladó este miércoles en Valencia la preocupación del Ejecutivo regional durante la reunión del Consejo Interterritorial de Internacionalización, presidido por el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, y que congregó a representantes autonómicos en el Palacio de la Generalitat.
Franco defendió la necesidad de que las empresas de Castilla-La Mancha que no cuentan con presencia directa en el mercado estadounidense puedan aprovechar la nueva oficina comercial que España abrirá en el país, de forma que puedan acceder a plataformas y alianzas estratégicas que refuercen su penetración en el exterior. La consejera recordó que muchas firmas regionales carecen de filiales y necesitan el respaldo del Estado para “conseguir una mayor integración en un contexto de crecientes barreras comerciales”.
La responsable autonómica reivindicó también que los principales productos agroalimentarios de la región —vino, aceite y queso manchego— estén contemplados en un eventual acuerdo de “arancel cero”. En este sentido, subrayó que la Denominación de Origen Queso Manchego destina casi el 50 % de sus ventas exteriores a Estados Unidos, lo que convierte al sector en uno de los más vulnerables.
Franco puso en valor, no obstante, la fortaleza del tejido exportador de la región. En el primer semestre del año, las ventas de Castilla-La Mancha al exterior alcanzaron los 5.478,9 millones de euros, un 6,5 % más que en 2024, marcando un nuevo récord histórico. En concreto, las exportaciones a Estados Unidos sumaron 166,3 millones de euros, lo que supone una caída del 4,6 % respecto al año anterior, mejorando en cualquier caso la media nacional (–5,1 %). Dentro de ese comportamiento, destacó el crecimiento de partidas industriales: maquinaria (+30 %), aparatos eléctricos (+70 %) o calzado (+4 %). “El tejido exportador de Castilla-La Mancha sigue mostrando fortaleza incluso en un escenario complejo”, afirmó.
En el marco de la reunión, la consejera reclamó además al Gobierno central que refuerce la promoción de productos españoles en el mercado estadounidense bajo la marca España, complementando así la planificación propia de la Junta, que ya ha intensificado sus acciones comerciales en ese país. También pidió que se impulse desde Bruselas un plan de ayudas directas de la Unión Europea para las empresas más afectadas por la política arancelaria, al tiempo que valoró positivamente que el Ejecutivo amplíe de 500 a 1.000 las compañías españolas bajo vigilancia y apoyo específico del ICEX, una medida que permitirá a más firmas castellanomanchegas acceder a financiación directa y asistencia especializada.
El ministro Carlos Cuerpo, por su parte, coincidió en que la coyuntura obliga a actuar con prudencia. “Todavía es pronto para ver el impacto de los aranceles de Estados Unidos sobre la economía española”, advirtió, aunque reconoció que “suponen un reto geopolítico” para el país. Cuerpo defendió la rápida respuesta del Ejecutivo: “Doce horas después del anuncio ya teníamos un plan de apoyo a disposición de las empresas”. Según detalló, el ICEX ha contactado con el 92 % de las 500 empresas más exportadoras, de las cuales un 20 % ya ha recibido servicios especializados.
El ministro anunció además que se pondrá en marcha un grupo de trabajo para estudiar las posibles desviaciones de comercio hacia España derivadas de los nuevos aranceles y vigilar sus efectos en sectores sensibles como el calzado, el textil, la moda o el acero. “Hemos de perfilar el impacto de esas desviaciones, ver hacia dónde puede desplazarse la producción y cómo se alterarán los precios, siempre en coordinación con las comunidades autónomas”, señaló.
Cuerpo ofreció también a las autonomías la plataforma de inteligencia artificial del ICEX para que puedan volcar en ella sus servicios de apoyo a la internacionalización y adelantó que en las próximas semanas mantendrá reuniones con los grupos parlamentarios para recoger aportaciones en materia de comercio exterior.
El encuentro sirvió asimismo para reforzar la cooperación institucional. Franco destacó que Castilla-La Mancha ya ha incorporado sus propias medidas en la plataforma ministerial y que estas se integrarán en el Plan Estratégico de Internacionalización 2026-2030, actualmente en elaboración. La consejera recordó, además, que el próximo 24 de septiembre Toledo acogerá la tercera edición del Foro Exporta CLM, concebido como un espacio de diálogo entre empresas, expertos y administraciones para abordar los retos del comercio exterior.
En sus valoraciones finales, Franco consideró que la cita de Valencia ha arrojado “propuestas positivas en el ámbito colaborativo”, al permitir una mayor coordinación entre el Gobierno central y las comunidades autónomas. Una posición que el propio ministro Cuerpo reforzó con un mensaje de alerta pero también de confianza: “Debemos mantener la guardia alta y responder con agilidad a las necesidades que vayan surgiendo”.
Con el reto de los aranceles en primer plano, Castilla-La Mancha y el Gobierno central avanzan así en paralelo hacia una estrategia compartida de defensa del tejido exportador, en la que el protagonismo de sectores agroalimentarios e industriales se conjuga con la necesidad de blindar la proyección internacional de la economía española.
