El Albacete remonta con un doblete de Puertas y se reconcilia con su afición (2-1)
LaLiga Hypermotion está plagada de partidos que se deciden en detalles y en momentos emocionales. Y el Albacete Balompié, necesitado de victorias y de confianza, encontró ambos en una segunda parte eléctrica que cambió por completo un choque que parecía condenado al sufrimiento.
El Carlos Belmonte vivió una de esas jornadas que dejan poso. Tras semanas de dudas y un inicio de encuentro gris, el Albacete volvió a sentir el empuje de un estadio que rugió como en las grandes ocasiones. Y es que el fútbol, cuando se juega con valentía, a veces devuelve lo que quita.
El duelo comenzó con un guion adverso para los blancos. El Huesca planteó una presión agresiva en salida y encontró premio en el minuto 28: Enol Rodríguez, uno de los jugadores azulgranas más incisivos hasta su lesión, aprovechó una transición rápida para batir a Bernabé tras una buena asistencia de Dani Ojeda. El golpe afectó al Alba, que no conseguía conectar por dentro ni generar peligro real sobre la meta rival.
El tramo final del primer tiempo dejó preocupación no solo por el resultado: el Huesca perdió por lesión a sus dos atacantes más determinantes, Enol y Ojeda, obligando a su técnico, Guilló, a remodelar el once antes del descanso. Aun así, se fueron al vestuario con la sensación de tener el partido donde querían.
La metamorfosis del Alba
Pero en el fútbol los cambios de guion llegan en un parpadeo. Y lo que ocurrió tras el descanso fue una transformación total. El Albacete se encendió: líneas más adelantadas, circulación más vertical, mayor agresividad para disputar cada balón dividido. El estadio lo notó y lo impulsó.
El protagonista de la tarde llevó el 15 a la espalda. En el 51’, Antonio Puertas, leyendo a la perfección un balón suelto en el área, firmó el empate con una definición seca y liberadora. El grito del Belmonte fue casi un exorcismo colectivo.
Y seis minutos después, cuando el Huesca aún trataba de recomponerse, el propio Puertas volvió a golpear. Otro remate certero, otra carrera hacia la grada, otro estallido emocional. En menos de diez minutos, el Alba había devorado sus miedos y se ponía por delante con justicia por ambición.
Con el viento a favor, el conjunto de Alberto González maduró bien la ventaja. Lander y Quiles aportaron pulmón en el cierre, mientras que Boyomo se erigió en muralla para frenar los intentos de reacción oscense. Bernabé, siempre seguro, también evitó el empate en la ocasión más clara visitante.
El tramo final fue una fiesta contenida. El Albacete recuperó el pulso competitivo, se reencontró con su afición y salió del césped con la sensación de haber dado un paso adelante importante en lo anímico, lo futbolístico y lo clasificatorio.
Una victoria que oxigena, refuerza y convence. Y un héroe, Puertas, que encendió la luz cuando más se necesitaba.
Ficha técnica:
Albacete: Bernabé; Álvaro Rodríguez, Djetei, Boyomo, Julio Alonso; Riki, Lander (Quiles 75’), Manu Fuster; Puertas (Higinio 84’), Dani Escriche (P. Valera 70’), Fidel Chaves (Glauder 90’).
Huesca: Álvaro Fernández; Andrei, Rubén Pulido, Vilarrasa, A. Sielva; Joaquín Muñoz, Vallejo (Obeng 63’), Kortajarena, Florentin; Dani Ojeda (Roso 42’), Enol Rodríguez (Jair 38’).
Goles: 0-1: Enol Rodríguez, 28’. 1-1: Puertas, 51’. 2-1: Puertas, 57’.
Árbitro: García Verdura. Amonestó a Riki, Djetei y Álvaro Rodríguez (Albacete). Y a Florentin y Pulido (Huesca).
Incidencias: 11.200 espectadores. Varios jugadores del Huesca atendidos por lesión en la primera mitad.