Aunque siempre queremos ver el hecho de enfrentarnos a la muerte de un ser querido como algo lejano, lo cierto es que es importante conocer algunos conceptos funerarios básicos que te permitirán saber mejor qué puedes hacer con tus seres querido o, incluso, dejar claro qué quieres que se haga con tu cuerpo una vez fallezcas
Morgue
Si te preguntas que es una morgue debes saber que se conoce este término también como un depósito de cadáveres. Se trata del lugar en el que se conserva un cuerpo sin vida. Para ello basta con que la habitación tenga cámaras frigoríficas que permitan retrasar la descomposición la descomposición del cuerpo así como su preparación para el momento del entierro o incineración.
En función del lugar en el que se encuentre el depósito de cadáveres en cuestión tendrá una funcionalidad u otra. Por ejemplo, si la morgue en cuestión se encuentra en un hospital generalmente esto es para identificar cuerpos y/o hacer autopsias. En cambio, en una funeraria o tanatorio será para realizar tareas relacionadas con la tanatopraxia y maquillar el cadáver.
Dentro de las morgues también se encuentran diferentes opciones, en función de los cuartos y las temperaturas que pueden llegar a alcanzar. Por ejemplo, pueden oscilar de -10 ºC a -50 ºC y aquí lo que se busca es ralentizar el proceso de descomposición de un cadáver el máximo tiempo que sea posible. Estos procesos son necesarios cuando, por el motivo que sea, el enterramiento/incineración no se puede dar en el tiempo que correspondería y con normalidad. Por ejemplo, si el cadáver no ha sido identificado, ha muerto en circunstancias que no están claras, etc.
Otra posibilidad son los cuartos con temperaturas sobre cero que hay. Cuentan con entre 2 y 4 ºC y la diferencia es que aquí el cuerpo del difunto no llega a congelarse por completo. Son las opciones que se suelen emplear en los casos de uso menos prolongado. En cualquier caso, también son salas en las que se puede guardar un cadáver semanas pero debido a las temperaturas más elevadas la descomposición irá más rápida.
Columbario
Se conoce como columbario a un tipo de nicho que cuenta con un tamaño reducido y que se ha diseñado para albergar en su interior restos de personas que han sido incineradas. También se llaman nichos para cenizas y es una de las formas más conocidas y empleadas para depositar las cenizas. Este tipo de nicho es bastante más económico que los nichos convencionales y cuentan con la gran ventaja de que pueden construirse prácticamente en el lugar que se desee.
En la actualidad se pueden encontrar zonas para columbarios en cementerios, iglesias, catedrales pero también en zonas más sorprendentes como campos de fútbol. Algunos de los columbarios más destacados en nuestro país están ubicados en zonas tan dispares como el Valle de los Caídos, el estadio del Atlético de Madrid o la Almudena, entre otros.
En el caso de que se desee enterrar unas cenizas en un columbario habrá que llevar a cabo una serie de trámites. Por un lado, habrá que presentar una carta de acreditación de cenizas que lo da la empresa que hace el proceso de cremación. También el correspondiente certificado de defunción y, por último, hacer el pago del columbario. El precio en cuestión dependerá de dónde se vayan a depositar las cenizas pero en Madrid, por ejemplo, los precios pueden ir desde los 1000 euros a los 4500.
Crematorio
Otro de los términos que solemos escuchar con bastante frecuencia es el del crematorio. Pues bien, se trata de un tipo de instalación que tiene como objetivo precisamente efectuar el proceso de incineración. En la mayoría de los casos hay crematorios dentro del tanatorio. Desde 1870, momento en el que ya este método se instauró, se hacen este tipo de despedidas.
En los hospitales no hay hornos crematorios. Es frecuente escuchar hablar sobre el humo que se desprende de estos procesos pero lo cierto es que sus emisiones se dan de acuerdo a la normativa vigente y, en ningún caso, son perjudiciales para las personas.
Urnas biodegradables
Las urnas biodegradables son un tipo de urna funeraria que está compuesta por materiales que lo que hacen es degradarse mediante la acción biológica. En este sentido pueden tardar en degradarse unos diez años, aunque este tiempo dependerá sobre todo del material concreto del que estén hechas.
