Los españoles cada vez ahorran más
Cada vez son más las personas que reservan fondos para su futuro, lo que se traduce en un aumento del ahorro. Tal y como indica la Encuesta de Competencias Financieras 2021 del Banco de España, los españoles han visto en el ahorro el mejor sistema para asegurar su futuro financiero.
En un marco económico protagonizado por la inflación donde hasta hacer la compra es todo un reto para la mayoría de las familias, llama la atención que se pueda ahorrar. Lo cierto es que un 70% de los entrevistados en la encuesta lo hacen. Esto supone una subida de 9 puntos con respecto al año 2016.
Pese a que la demanda de préstamos bancarios se ha reducido en el primer trimestre del año, cada vez son más quienes recurren a préstamos rápidos de 300 €, lo que indica que la necesidad sigue estando presente. Ver el futuro con miedo e incertidumbre puede ser uno de los factores que hacen que se ahorre lo que antes se gastaba.
Métodos de ahorro
El sistema de ahorro más habitual es utilizar cuentas corrientes y dinero en efectivo, lo que experimentó una subida cuantiosa con respecto a los datos de 2016. Un 68% de los entrevistados era dependiente de las cuentas bancarias mientras que el 40% decidió guardar el dinero en efectivo.
Este estudio del Banco de España también identificó similitudes sobre cómo ahorraba la gente. Los más jóvenes, con edades comprendidas entre los 18 y los 34 años, encabezaban la clasificación de ahorro con un 87%. A diferencia de este porcentaje, solo la mitad de los adultos de entre 65-79 años dijeron haber seguido esta práctica.
Qué influye en el ahorro
Las tendencias de ahorro también se ven marcadas por el nivel de ingresos y por el nivel de estudios. Aquellos que completaron la educación universitaria disponen de una tasa de ahorro del 85%. Esa tasa se reduce al 54% en las personas que no superaron los estudios de bachillerato.
De igual manera, un 89% de los hogares con ingresos superiores a 47.000 € consiguieron ahorrar, mientras que tan solo un 51% de quienes tenían ingresos por debajo de los 15.000 euros sí pudieron hacerlo.
Vulnerabilidad económica
La encuesta señala también indicadores de vulnerabilidad económica. Un ejemplo de ello es que un 25% de los españoles viven en hogares en los que los gastos superan los ingresos. Esta cifra se dispara entre aquellas personas con una educación básica, los parados y aquellos sin vivienda en propiedad y con ingresos bajos.
Para compensar la diferencia entre ingresos y gastos, más de la mitad de los hogares tuvieron que tirar de ahorros. Otros sistemas para ahorrar incluyeron créditos tipo los de Avinto, los préstamos entre amigos o entre empleadores, las tarjetas de crédito, los créditos con garantía real o, incluso, la contratación de créditos personales.
El hecho de que aumenten las prácticas de ahorro refleja una conciencia financiera más elevada entre los españoles. Quienes estén interesados en mejorar sus conocimientos financieros y tomar decisiones más informadas, pueden servirse de herramientas digitales como las que ofrece el Banco de España.
Colchón financiero
La encuesta abordó una cuestión interesante sobre ahorro y gasto: ¿durante cuanto tiempo podría vivir un español sin su principal fuente de ingresos? Para responder, se tomó en consideración a un grupo de entre los 18-79 años sobre quien se valoró la vulnerabilidad económica.
Los resultados manifestaban que un 57% podría vivir durante más de 6 meses sosteniendo el consumo y utilizando el ahorro. Un 6% dijo, por su parte, que no aguantaría ni una semana. En el estudio anterior, fechado en 2016, este último porcentaje era del 7% mientras que el anterior se situaba en el 52%.
Circunstancias personales importan
La verdad es que los porcentajes, según el portal del cliente bancario, dependen de las circunstancias personales de cada uno. De hecho, se incrementa con la edad hasta alcanzar la franja de entre los 55-64 años que llega al 60% y a la misma cifra en aquellos que vive en pareja.
En cuanto a las comunidades autónomas, se detectaron cambios considerables en las Islas Baleares (donde pasaron de un 46% al 59%) y en Murcia (se notó un cambio del 41% al 52%). En el extremo opuesto se encuentra Extremadura, que experimentó una bajada del 64% al 61%.
